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Comunicado ante el juicio a Alfon
Extraído de http://juventudrebelde.org/index.php?mact=News,cntnt01,detail,0&cntnt01articleid=1011&cntnt01returnid=56
¿Recuerdas al vecino/a con el que bajabas a jugar a las canchas? ¿Recuerdas al amigo/a con quien, de pequeño, ibas a comprar el pan al volver del colegio? ¿Recuerdas a ese chico/a de tu equipo de fútbol? ¿Recuerdas aquel chaval/a con el que empezabas a salir de fiesta fuera del barrio? ¿Recuerdas a ese chico/a al que llamabas al telefonillo para jugar juntos? Se te vienen muchas personas a la cabeza, ¿verdad?
Una de esas miles de personas, sin duda, es él, nuestro compañero, él que se ha criado en nuestros parques, que ha crecido en nuestras calles, testigo silencioso de rabia, lágrimas e impotencia, criado al calor de este pueblo. Él vive entre nosotros/as, es uno más, de tantos/as y tantos/as que ya no aguantamos más, que dejamos de resignarnos, para tomar la voz, la calle y la palabra, uno más de los/as que dejamos de ser testigos de nuestras vidas para pasar a ser protagonistas de ellas.
Quizás te estés preguntando, ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¿Pero...Acaso eso importa? ese bien pudieras ser tú, o pudiera ser yo... Podría ser cualquiera. Cualquiera de los miles de jóvenes que poblamos este pueblo, hastiados/as ya de esta situación, de nuestra imposibilidad de ser libres. Cansados/as de ver cómo nuestras calles, cada día más sucias, se llenan de jóvenes en paro, de abuelos/as que no pueden vivir con su pensión, de padres y madres de familia que no pueden llegar a fin de mes, de niños y niñas malnutridos, de familias viviendo en la calle. Hemos llegado tan lejos, que hemos dicho basta y, con la sonrisa entre los dientes, nos hemos levantado para plantar cara a este sistema atroz, que vive del enfrentamiento entre pueblos trabajadores y la explotación del hombre por el hombre.
Su nombre es Ángel, María, Miguel, Laura, Celia, Manuel... Escoge el que quieras, pues su juicio no es un juicio a una persona. Es un juicio a toda la juventud castellana y, en concreto, a la juventud de uno de nuestros pueblos más luchadores e incansables: Vallekas. Es hora de dejarse de excusas y de mostrar en las calles lo que nuestras bocas pronuncian. Que la lucha por su libertad, se convierta en un ejemplo cada vez que el estado quiera arrancar de nuestras manos a un/a hijo/a del pueblo.
¡Los hijos/as del pueblo solo pertenecen al pueblo! ¡Alfon se queda a nuestra lado, entre las nuestras!
