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Argentina :: 01/05/2015

La lucha unificada en todo el mundo alrededor del 1 de mayo nos dio un sentido de clase

Contrahegemonía
Entrevista con Norberto Senior, sindicalista de trabajadores del Estado: “Hay que estar a la altura de los desafíos que se avecinan para enfrentar el ataque que se viene”.

Al conmemorarse mañana un nuevo 1º de Mayo, entrevistamos al dirigente de ATE Sur Norberto Senior. El referente de las agrupaciones sindicales agrupadas en la corriente Rompiendo Cadenas habló sobre la significación de la fecha, la situación de las corrientes sindicales combativas, el hipotético escenario de conflictos ante el futuro recambio presidencial y las tareas que debe abordar el sindicalismo clasista.

Desde tu perspectiva, ¿Qué significado político, simbólico tiene el 1º de Mayo para los trabajadores?

Desde ya tiene un significado de suma importancia para los trabajadores y trabajadoras. Implica el derecho a exigir una vida digna y en el nacimiento del movimiento obrero poner en discusión cuestiones tan elementales como el derecho a 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para el descanso, la recreación y el acceso a la cultura para los trabajadores, algo que desgraciadamente en pleno siglo XXI se sigue sin respetar. Por supuesto esas reivindicaciones estaban íntimamente ligadas a poner en cuestión el sistema capitalista y la explotación del trabajador. A su vez, la lucha unificada en todo el mundo alrededor de esa fecha nos dio un sentido de clase, ayudo a construir una identidad de clase internacionalista de los trabajadores.
Mostró la enorme potencialidad que la inmensa mayoría de la sociedad tiene para acorralar a  los dueños del poder. La figura de los mártires de Chicago no es algo relacionado solamente con el pasado sino que tiene una vigencia enorme en tanto no se modifiquen de raíz las estructuras que hacen posible la explotación.

De cara al escenario político que se abre en el país, ¿cuales creés que pueden ser los principales escenarios por donde se pueden desarrollar los futuros conflictos, las principales luchas venideras?

Es un poco aventurado todavía tener una idea precisa. En principio lo que uno cree observar como algo seguro es que después del recambio presidencial cualquiera de los tres candidatos que aparecen con posibilidades –Scioli, Massa, Macri- van a querer aprovechar el margen de maniobra que les va a dar el hecho de recién haber asumido apoyándose en los votos que acaban de recibir, para implementar un ajuste mayor, profundizando lo que por vía gradual venimos sufriendo con el actual gobierno. También  se puede observar que los grandes factores de poder económicos y los dirigentes políticos ligados a esos intereses en nuestro país no están exactamente unificados respecto a que es lo que les conviene hacer en el sentido de cómo golpearnos, donde, con que ritmo.

Lo que sí está claro es que todos hablan de la competitividad de la economía, es decir que en realidad están diciendo que necesitan que les salga mucho más barato producir y ya sabemos que eso significa tirar abajo el salario, generar más transferencias del Estado hacia los grandes capitales vía subsidios, reducir impuestos al capital, regalarles la energía subsidiándola, etc. Se trata de obtener una serie de condiciones, de beneficios que intentaran que los paguemos, aun con más fuerza que hoy, los trabajadores. Después habrá que ver en concreto como opera y golpea más directamente a los distintos sectores. Si esto afecta inicialmente con fuerza a los trabajadores de mayor nivel de ingreso o no. Si arranca con un fuerte plan de ajuste en el Estado o no y si la particularidad de contar con mayor cantidad de trabajadores con estabilidad en ese plano puede dar lugar a un papel más protagónico en las protestas de estatales y docentes.

De acuerdo a la magnitud inicial del ajuste y a si las primeras luchas de resistencia obtienen triunfos o no eso también va a marcar el desarrollo futuro de los conflictos ya que los resultados de esas batallas pueden indicar si se puede generar un retraimiento o por el contrario una mayor movilización en los lugares de trabajo. Evidentemente en el ámbito de los trabajadores va a haber resistencia. Muy ligado a esto está la pregunta de si el ajuste -que necesariamente van a implementar- hasta qué punto va a afectar, eliminar o reducir las políticas sociales que se despliegan actualmente. Cuánto de inversión quieren sostener para paliar la miseria y el hambre en los barrios y  hasta qué punto, es algo que va a repercutir necesariamente en  el grado y las formas de las luchas que se van a desplegar en los territorios de nuestro país. En ese plano también se cuenta con una tradición de luchas muy cercana a la que apelar para resistir.

Tomando en cuenta las agrupaciones sindicales clasistas y combativas, ¿Cuál es la situación hoy respecto a su articulación y a poder lograr estructurar grados de unidad más permanentes?  ¿Cuáles serían las tareas principales que estos agrupamientos tienen que desarrollar?

En primer lugar desgraciadamente está claro que es muy trabajosa y atraviesan muchas dificultades los procesos que encaran la tarea de lograr planos de unidad mayores. Una razón tiene que ver con que muchos de los agrupamientos que impulsan esas experiencias no alcanzan aún a ver cabalmente los problemas que hay que resolver para pasar a un nivel superior en la articulación. Con los compañeros que construimos a diario estamos convencidos de que una tarea central es la unidad pero no la unidad entendida como meros acuerdos por arriba entre los dirigentes, que es como a veces entienden la unidad algunas de las corrientes políticas. Nosotros entendemos que la unidad requiere primero de una profunda inserción en la base, en los lugares de trabajo pero sobre todo una preocupación constante por generar espacios genuinamente democráticos a partir de debatir, escuchar, hablar, compartir, reflexionar con la inmensa mayoría de los compañeros en los lugares de trabajo. Hay que delinear formas de intervención que hagan protagonistas a la mayor cantidad posible de trabajadores a la hora de impulsar reclamos y acciones. Esto que parece tan básico es clave para no quedarse en agrupaciones que sean tan solo sellos usados para emitir declaraciones políticas pero que no inciden por abajo.

Es desde esas concepciones de construcción que se puede ir haciendo carne la necesidad y la conciencia necesarias para pasar a niveles mayores de unidad. Al mismo tiempo eso exige que en el lugar de laburo y fuera de el, en el sindicato y fuera del sindicato, el objetivo sea dar la confrontación decidida en primer lugar contra las patronales. Hay que lograr el arco de alianza mayor que sea posible para enfrentar los ataques empresariales o la intervención directa del Estado, sea cuando este lo hace de forma directa como patrón o cuando actúa a favor de las patronales. En ese contexto es primordial tener caracterizada a la burocracia sindical del lugar donde uno actúa. Es incomprensible que en muchos casos se priorice el enfrentamiento entre corrientes combativas facilitándole el terreno a la burocracia y por ende a los patrones y el Estado.

Hay que ponerse a la altura de los desafíos que se avecinan para generar una fuerza social de envergadura que nos saque de la marginalidad o del grado incipiente de desarrollo que tienen hoy las corrientes clasistas y esté en condiciones de enfrentar el ataque que se viene.

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