lahaine.org
Pensamiento :: 11/10/2015

El capitalismo contra la Independencia de Catalunya

Fran J. R. León
Las medias tintas, las posiciones ambiguas, favorecen el discurso del NO que tanto poder mediático tienen

Arduo es el debate entre la izquierda sobre si independencia sí o independencia no. Las grandes oligarquías internacionales lo tienen claro: Independencia de Catalunya NO.

Las grandes empresas y dirigentes políticos capitalistas ante las elecciones catalanas

 

Mientras la sociedad catalana, eso que algunos llaman el 99% de la población, duda sobre si apoyar o no una independencia de Catalunya casi en un “fifty-fifty”, el 100% de la banca internacional lo tiene claro: Están contra la independencia catalana.
Sólo las pequeñas bancas éticas, con minúsculo poder económico frente a los gigantes banqueros, con un ideario más parecido a la izquierda (Triodos, Coop57…) se han posicionado más neutrales en este sentido y no apoyan una ni otra opción, respetando la democracia catalana.

No son los únicos: El gran capital, las grandes empresas españolas e internacionales se posicionan rotundamente con el NO, amenazando incluso en sacar sus inversiones y sus empresas de Catalunya si este país se independiza del estado español. Ni siquiera las posiciones conservadoras de Artur Mas han servido para suavizar estas declaraciones. Ni siquiera el 3% y la corrupción de CiU durante años, que ha beneficiado, como siempre pasa con la corrupción, a las grandes empresas, han servido para aplacar el malestar del imperialismo con la posición secesionista de Catalunya. Por supuesto, los políticos defensores de estas políticas (Merkel, Sarkozy, Obama…) apoyan a Rajoy y atacan a la democracia catalana, ¿Cómo van a morder a la mano que les da de comer?

Sin duda es una teatralización: Y sin duda, si Catalunya se independizara, al día siguiente estos mismos que ahora proclaman el apocalipsis catalán pasarían a hablar de las maravillas de la oportunidad del nuevo país para la inversión económica.
La lengua del capitalismo es bífida como la de una serpiente, e igual de venenosa. Esta escenificación tiene varios actos, y si antes de las elecciones catalanas era el miedo al voto independentista, después de los resultados, con la CUP de la izquierda radical y anticapitalista balanceando hacia la izquierda a la lista de Junts Pel Sí y dejando en la cuerda floja a Artur Mas, toca otra escena distinta de este teatro.
Por una parte, el estado español pretende convertir en mártir a Mas. Las televisiones (tanto la pública catalana, como las españolas, públicas y privadas), radios y demás medios afines al régimen del 78 le dan todo el protagonismo a Artur Mas, presionándole contra todo acuerdo que haga con las CUP sacando a escena a los políticos españolistas y aupando, a su vez, a la marioneta cuadriculada de Albert Rivera. Por otra parte, la “justicia independiente” española mete en juicio a Artur Mas por la consulta del 9N en una rocambolesca historia que no llegará a ningún sitio una vez se sepan los pactos post-electorales, pero que crean un clima de espectación ante un público al que cuesta mantener en vilo tras cuarenta años de culebrón.

Tras las elecciones, nuevo escenario

El capitalismo internacional juega su papel en esta escena: Hace 24 horas hemos conocido que las agencias de calificación internacionales mueven ficha, les toca su turno: Mientras le dan palmadas en la espalda a Rajoy por lo bien que lo está haciendo (!!!), le bajan la nota a Catalunya. Esto significa que advierten a los capitalistas de que comprar deuda catalana es comprar “bono basura”, debido a la “tensión política” entre Catalunya y España. Flaco favor a Artur Mas que le pone entre la espada y la pared: O alianza con el capitalismo internacional, lo que acabaría con su futuro político y con la desconfianza de su pueblo y de sus propios socios de partido (ERC e independientes), o alianza con la CUP y nulo apoyo capitalista, lo que de nuevo le dejaría solo frente a una mayoría de izquierdas independentista.

Pero este paso tampoco le saldrá gratuíto al capitalismo internacional. Una vez más se quita la careta, y esta vez con un pueblo politizado como es el caso del estado español en 2015, con el bipartidismo fuera de juego en las dos ciudades más grandes del estado y varias otras, importantes estratégicamente. Así, esta misma semana salió a debate en prensa que la ciudad de Madrid con Manuela Carmena a la cabeza va a prescindir en 2016 de estas agencias de calificación por su alto coste cuyas tareas, en la práctica, podrían ser asumidas por el funcionariado público de Madrid.

Soberanía de los pueblos o soberanía de los grandes capitalistas y de la OTAN

En un escenario como el actual debemos tener en cuenta que la independencia de Catalunya es un campo de batalla política más, y que tal independencia no será neutral en esta guerra de clases. El capitalismo tiene claras sus prioridades: Contra la independencia de Catalunya, y tiene claro el por qué: Un nuevo escenario internacional en Catalunya, en el centro de la Europa mediterránea, la OTAN y la UE, la independencia de este país haría que el bloque occidental (con la UE y EEUU en la parte económica, y la OTAN en la militar) tuviera que dar un paso atrás y reestructurarse, algo que le debilitaría temporalmente. El pueblo aún no lo tiene tan claro, ni tan siquiera la izquierda política, o lo que algunos llamna “los de abajo” tampoco lo tiene claro. Y tiene una explicación: El bombardeo propagandístico de este bloque occidental, que antes hemos mencionado, nunca entra en la cuestión de fondo. La cuestión catalana, tal y como anuncia la CUP pero también implícitamente la lista de Junts Pel Sí, es una cuestión política entre el imperialismo y la soberanía de los pueblos. Y esto no es algo abstracto: Tiene unos actores muy definidos y unas consecuencias muy concretas que deberemos analizar.

Tenemos a un bloque que lucha por el NO a la independencia: La patronal, que pide más recortes de derechos al pueblo y más derechos de explotación laboral a las empresas; El capitalismo internacional y los usureros de las finanzas y la banca, que quieren meternos el TTIP para quitarnos la soberanía de los estados y que ya, de facto, influyen en las decisiones políticas mientras apenas pagan impuestos de los miles de millones que nos roban mediante el acoso económico y la especulación; El imperialismo económico-militar de la OTAN que nos utiliza, especialmente a los andaluces, como escudo humano y como plataforma de invasión y ataque militar a África, Asia y el Mediterráneo mediante las bases militares de Morón, Rota y Gibraltar, además de las bases españolas.

Por otra parte, el pueblo, no lo tiene tan claro: Les han vendido muy bien y durante años que la independencia es apoyar a Mas, a la burguesía catalana. Incluso en el discurso de los marxistas hay debates a favor y en contra de tal independencia. Pero estos debates, condicionados por años de anticatalanismo y de asimilación de la españa “unida” que se ha ido forjando en el post-franquismo dentro de los demócratas de todo el estado, se olvidan del plano esencial y, mientras acusan al soberanismo catalán de ser una cuestión burguesa, se olvidan de que Mas está acorralado entre la izquierda y el ostracismo político; pero más importante aún: Se olvidan de que los grandes burgueses, el verdadero enemigo del pueblo, están todos firmemente posicionados, sin fisuras, en contra de la independencia catalana.

No valen las posiciones ambiguas

Las medias tintas, las posiciones ambiguas, favorecen el discurso del NO que tanto poder mediático tienen.
La opción democrática, la opción popular debe ser de apoyo firme a la autodeterminación e independencia de Catalunya. No sólo porque será positivo para los catalanes y catalanas, sino porque la ruptura de España por Catalunya también creará un nuevo escenario en el estado español que necesitará de una nueva reestructuración del estado. Esto, si tenemos una organización fuerte del pueblo andaluz, facilitará que podamos luchar por una nueva estructuración económica, social y política para nuestro pueblo. Para empezar, el estado español necesitará re-localizar su industria basada en Catalunya y Andalucía tiene todos los factores para, como ocurrió en el siglo XIX, asentarla en nuestro territorio pero que la oligarquía terrateniente andaluza no permitió.

Esto es también parte de la lucha por la soberanía nacional andaluza: La conformación de una economía nacional no dependiente y no colonial. Hablamos de lo mismo: El escenario de la soberanía de los pueblos no es neutral, o soberanía de los pueblos, o soberanía del gran capitalismo internacional.

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal