lahaine.org
Pensamiento :: 11/09/2005

Cangas de Onís: Los medios de comunicación esconden la voluntad del gobierno de respaldar el rearme de la ultraderecha

Roberto Delgado - La Haine
El periódico La Razón sentencia hoy que "la Guardia Civil detuvo a doce personas en Cangas de Onís (Asturias) por provocar incidentes de orden público al paso de un autobús que transportaba a efectivos del Cuerpo". Esta no fue otra que la versión de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón.

"Atacan un autobús de la Guardia Civil", apunta el titular de hoy de El Correo Digital, con relación a la concentración antifascista realizada ayer sábado 10 de septiembre en la localidad asturiana de Cangas de Onís, para protestar por la autorización de un acto político que llevaría a cabo en el mismo lugar el partido fascista Democracia Nacional.

Esta coartada también es sostenida por La Nueva España, Terra España y La Voz de Asturias, es decir, por absolutamente todos los medios de comunicación empresariales que se han referido a los hechos de este fin de semana.

La versión de la Guardia Civil y la versión de los antifascistas

El periódico digital Terra España apuntó que "según una nota de la Comandancia de la Guardia Civil de Gijón, las detenciones se produjeron una vez que 'miembros de la izquierda radical’, lanzaron botellas y otros objetos al paso de un autobús de la Guardia Civil con personal que había trabajado en la seguridad vial de la Vuelta Ciclista a España".

Sin embargo, la realidad no fue exactamente esa y conviene investigarla.

Los antifascistas se habían concentrado a las 17 horas en la Plaza de Pelayo, lugar donde una hora después, los militantes de Democracia Nacional desarrollarían su acto fascista. Un cuarto de hora después de llegar los antifascistas, un primer dispositivo de antidisturbios comienza a rodear la plaza. A las 17.35, un portavoz de la Asociación de Inmigrantes Residentes en Asturias, grupo presente en la concentración, declaró a La Haine que "nos ha sorprendido que la policia acaba de venir a decirnos que nos tenemos que marchar porque las seis hay una concentración autorizada por la Delegacion de Gobierno y que la nuestra no lo está". A las 18.15, ya en la hora en que supuestamente daría comienzo el acto fascista, un nuevo dispositivo de antidisturbios se preparaba en las calles adyacentes a la plaza, con los cascos puestos y las porras en la mano. El ambiente empezó a tensarse seriamente. Minutos después apareció en medio de la plaza un autobús repleto de guardias civiles, al que los manifestantes insultaron y tiraron una botella (al menos la botella salió desde el lugar de los concentrados). Instantes después los antidisturbios comienzan una salvaje carga contra los antifascistas, construyendo un cerco represivo alrededor de la Plaza Pelayo.

Lo que no dicen los medios empresariales, es que en el mismo momento de pasar el autobús de la Guardia Civil, estaban llegando a la plaza el grupo de fascistas de Democracia Nacional y los antidisturbios necesitaban "despejar" la zona. ¿Cómo es posible que esa primera carga fuera "provocada"?

Podría ser más o menos creíble esa versión si los antidisturbios hubieran actuado de otra forma en las horas siguientes. Pero lo que ocurrió es que dispararon pelotas de goma a la multitud cual ametralladora de repetición, golpearon a los manifestantes con saña y los persiguieron sin descanso con permanentes cargas. Incluso cuando varios grupos de antifascistas no tuvieron más remedio que refugiarse en un monte cercano, los antidisturbios continuaron la persecución monte arriba y algunos activistas fueron allí detenidos.

Mientras tanto, un impresionante cerco policial protegía el acto de Democracia Nacional, que por la presión antifascista apenas duró 20 minutos.

La coartada de la Guardia Civil pretende desvincular la represión con la defensa violenta de la movilización fascista

Los medios de comunicación mantuvieron, desde varios días antes, un silencio total sobre la convocatoria del sábado. Sólo El Comercio Digital (de Asturias) publicó, aunque no más tarde del 6 de septiembre, una nota relacionada. Lo que se pretendía es que la población no prestara atención a lo que después ocurriría en Cangas de Onís.

La versión de la Guardia Civil intenta ignorar que los enfrentamientos estaban directamente relacionados con la defensa violenta institucional del acto fascista. Pareciera que si no hubiera pasado el autobús policial por la Plaza Pelayo, nada de lo que pasó hubiera tenido lugar. Los antifascistas "atacaron" el autobús y ahí comenzó todo...

Sin embargo vemos que en las contramanifestaciones antifascistas que en los últimos meses están teniendo lugar en el estado español, desde el pasado 24 de octubre en Madrid hasta la concentración de este 10 de septiembre en Asturies, el poder no ahorra en recursos a la hora de reprimir el antifascismo para velar por la seguridad de los "actos autorizados" del fascismo.

La ultraderecha se rearma y los antifascistas responden en la calle. La única forma que tiene el gobierno de ayudar la reconstrucción del fascismo organizado es enviar a los cuerpos de seguridad del estado a que sirvan de garante.

No podemos entender de otra manera la represión del pasado sábado, que como una operación política destinada a amedrentar a los que plantan cara en la calle al neo-franquismo.

robe_delgado@yahoo.com

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal