Cuatro años después las demandas han CAMBIADO.

Han pasado ya cuatro años desde que los gendarmes represores entraron por nueva cuenta a la UNAM. Cuatro años en los que se ha hecho todo por tratar de regresar a la vida cotidiana a las cientos de personas que mantuvimos y participamos en el último movimiento estudiantil (1999-2000). La burguesía en conjunto con los emeritos gobernantes de la institución universitaria prosiguen con sus planes de privatización de la educación universitaria. La situación imperante en la universidad goza de mayor impunidad que antes pues ahora tal vez no quieran aprobar el cobro de cuotas, pero si siguen cobrando cuotas ilegales en carreras de por sí costosas como odontología, medicina, ingeniería, etc.; ahora tal vez no quieran imponer un examen único de ingreso a licenciatura como lo hicieron con las preparatorias y cch"s, pero sí siguen reduciendo la matricula de licenciaturas en las que esencialmente se reflexiona sobre la posible, necesaria y urgente construcción de sociedades justas y libertarias, como es el caso de la filosofía, la historia, la geografía, la sociología, las ciencias políticas, etc. Sin embargo en armonía con la política represiva federal en la UNAM se sigue persiguiendo la rebeldía, la inconformidad, la participación social., las islas siguen atestadas de judas y chivas que te llevan hasta el MP al primer cigarrillo prendido. Nuestro compañero Roberto Espinoza Rocco sigue preso desde hace CUATRO AÑOS en el reclusorio norte sin derecho a salir bajo fianza y a que su caso sea revisado, hay que decirlo, nuestro compañero Roberto pago la disputa cegeachera entre los perredistas y los ultras; quienes lo encarcelaron cobraron de esta manera "la ofensa" de haber sido expulsados por cargos de traidores y vendehuelgas.
¡Exigimos su inmediata libertad! ¡Exigimos alto a la represión y vigilancia policíaca!
Es así como decenas de funcionarios corruptos continúan con el mantenimiento de un sistema educativo caduco y una infraestructura ad hoc para los hijos de los burgueses. En esta UNAM cuatro años después ya no cabe pedir gratuidad y calidad educativa al estado mexicano, como tampoco le pedimos el reconocimiento de la autonomía universitaria pues es sabido que para el estado mexicano lo gratuito es para aquellos que pueden pagar, la calidad es cuan enajenado se es educado y la autonomía, la imposición del derecho de estado a hacer uso de la violencia contra la rebeldía, la inconformidad, la crítica y la libertad.
Hoy, cuatro años después, nuestra lucha fuera de la academia es ir a trabajar en conjunto con las comunidades indígenas y campesinas de nuestro país para satisfacer las necesidades que nos apremian. Individual o colectivamente este trabajo necesita de mucho tiempo, esfuerzo, humildad y ganas de aprender la verdadera esencia libertaria de la humanidad -y no ir a enseñar ideologías explotadoras "aprendidas" en la academia. Sin embargo, para ello es necesario cortar las ataduras de la apatía, el conformismo, el oportunismo, el sectarismo y demás vicios que nos han inculcado al vivir en el capitalismo. Pero no sólo esas ataduras mentales hay que romper, también tenemos que trascender carencias, circunstancias, esquemas de realización de trabajo, problemas personales, y además, tratar de responder con fuerza a los intentos de los agentes represores del estado mexicano que buscan la mínima oportunidad de callar cualquier intento de organización autónoma y rebelde en el campo mexicano. Por otro lado, dentro de la universidad nuestra tarea más importante es precisamente seguir mermando la estructura que sostiene funcionarios parásitos y corruptos. Esta estructura no es otra que la misma institución universitaria; pugnar por que dentro de los campus universitarios se practique una educación libertaria es condición para ir destruyendo la actual institución e ir generando autonomía alrededor de espacios ocupados, semillas de una nueva universidad, sin estructuras represivas, con posibilidad de educarse para todos, y lo mejor, creando y recreando una universidad revolucionaria, una universidad que ayude a satisfacer las carencias de la población mexicana, que ayude a destruir la dictadura de la democracia, que ayude a quitarnos la bota imperialista.
Hoy después de cuatro años, no olvidamos la represión y seguimos preparándonos para responder oportunamente a sus agresiones. No olvidamos a nuestros presos y exigimos la pronta liberación de todos los presos políticos. No olvidamos ni despreciamos nuestras experiencias vividas, como tampoco nos olvidamos de reconocer los errores propios o ajenos. No olvidamos a nuestros muertos, todos nos han dejado una enseñanza...