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Mundo :: 30/03/2011

Perú: Crónica de un encuentro indígena, o los Shitaracuys y la Víbora

La Yacumama

Los días 10, 11 y 12 de febrero se llevó a cabo en Loreto, departamento al norte de la Amazonía peruana, el encuentro de comunidades indígenas Proceso histórico del circuito contaminante del petróleo en la Amazonía, organizado por la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca (ACODECOSPAT).

El encuentro comenzó el día jueves 10 con una rueda de prensa explicando los objetivos del encuentro, siendo el principal de estos el crear una plataforma sólida entre las diferentes organizaciones indígenas; con la intención de luchar por el respeto de la biodiversidad en la Amazonía, así como exigir la responsabilidad civil y penal por parte de las industrias extractivas que han venido contaminando, afectando la salud de los pobladores y degradando los ecosistemas en Loreto desde hace más de cuarenta años. Entre los responsables se señala a la empresa argentina PLUSPETROL S.A. como el último e identificable agresor medioambiental desde hace 10 años por la larga lista de “accidentes” a su cuenta: derrames de petróleo; vertido de aguas de formación1 a los mismos ríos; el mal manejo de algunas sustancias químicas (disolventes y absorventes vertidos para atenuar los efectos del crudo derramado) en los ríos Marañón, Tigres, Pastaza, Corrientes y hace poco más de un mes, el Chambira, uno de los afluentes del río Marañón.

Además de esta transnacional, figurarían también las empresas que anteriormente han operado en la zona como la estatal PETROPERU, y el mismo Estado peruano por su actitud complaciente y tolerante hacia estas agresiones.

En este encuentro se han dado cita representantes de diferentes organizaciones indígenas que habitan las cuencas de los ríos afectados: ACODECOSPAT, FEDIQUEP (Federación Indígena Quechua del Pastaza), AIDECOS (Asociación Indígena de Desarrollo y Conservación del Samiria), AKUBANA (Asociación Kukama del Bajo Nauta), AENIAP (Asociación de Estudiantes de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Peruana); el abogado Jorge Tacuri, el párroco Miguel Ángel Cadenas, así como personas de organizaciones solidarizadas con la problemática amazónica - tanto peruanas como de otras partes del planeta-. El mensaje transmitido en la rueda de prensa llamó a la unidad de los pueblos indígenas para enfrentar la amenaza biológica y cultural que supone la llegada y mantenimiento de corporaciones y empresas extractivas en los territorios que habitan ancestralmente, así como la necesidad de no aceptar el chantaje monetario que ofrecen las empresas, fácilmente interpretable como una ofensa a la pobreza de l@s indígenas de la Amazonía.

A la tarde se surcó el Marañón rumbo a la Comunidad Nativa de Solteritos, lugar del encuentro de las distintas comunidades que agrupa Acodecospat; en donde se recibió a los llegados de diferentes ríos de la zona con masato y alimento. Caída la noche se encendió el generador de corriente para proyectar el documental Crude (Berlinger, 2009), acerca del proceso penal de más de tres décadas contra la corporación CHEVRON-TEXACO por los daños causados contra el medioambiente y la población en la Amazonía ecuatoriana.

Durante toda la mañana siguiente continuaron llegando moradores de diferentes comunidades, algún@s en peque, otros en canoa y otros en lancha. En total asistieron las autoridades (Apus) de 25 comunidades integrantes de ACODECOSPAT, para debatir sobre futuras acciones, las problemáticas que enfrentan, etc.

En líneas generales la reunión se centró en la necesidad de cohesión de las comunidades nativas para poder luchar por el respeto del espacio donde habitan: la Amazonía. Este respeto no se traduce en una simple compensación monetaria, sino pasaría por valorar el entorno natural, la tierra de sus ancestros y la cultura y cosmovisión de los pueblos vinculadas a éstas.

La cohesión se vio como por un lado como necesidad básica para realizar las denuncias por vía penal y civil a la empresa petrolera Pluspetrol, responsable de los derrames de crudo en diversos ríos; y por otro lado, como respuesta contundente a las diversas estrategias de división que ha llevado a cabo la empresa para desprestigiar a dirigentes que no están de acuerdo con las formas irriosorias de compensación, que únicamente terminan por fragmentar a las comunidades y sus formas tradicionales de organización y autoridad.

Dentro de estas estrategias podemos señalar: difamaciones y campañas de desprestigio contra los Apus; establecimiento de redes de clientelaje y dependencia con regalos irrelevantes- frente a las verdaderas necesidades - para las comunidades o trabajos eventuales para miembros de la comunidad como macheteros en el proceso de “limpieza” de las zonas adyacentes a los puntos de derrame.

Otro de los temas abordados fue el referido al discurso estatal sobre el desarrollo y la modernidad, y la agresión que esto significa para la conservación de la cultura de los pueblos indígenas. La imposición de este modelo habría comenzado décadas atrás con la llegada de las industrias extractivas a esta zona de la Amazonía, y ahora estaría avanzando – tal y como lo publicita el eslogan oficial del Estado: “El Perú Avanza” - agresivamente a través de, por ejemplo, las nuevas concesiones de tierras para exploración y explotación; así como de la puesta en vigencia de la Ley Forestal y el fomento de la creación de Comunidades Campesinas frente a la figura jurídica de Comunidad Nativa, lo cual promueve la fragmentación de la propiedad comunal y ancestral quedando privatizada la tierra para poder ser comprada, vendida y explotada por grandes corporaciones transnacionales y grupos económicos nacionales.

Surgió como propuesta la necesidad de establecer un sistema de monitoreo propio que permita a las mismas comunidades indígenas afectadas el registrar con la mayor inmediatez cada nuevo derrame o incidente vinculado a las actividades extractivas. Este sistema de monitoreo requiere de unos mínimos equipos tecnológicos (cámaras filmadoras, fotográficas, gps,...) de los que por el momento carecen pero que esperan conseguir mediante gestiones, ayudas solidarias, personas u organizaciones sensibilizadas con esta lucha.

En la tarde l@s asistentes se despidieron de nuevo con masato, y con buen sabor de boca; pues se logró un ambiente combativo y cohesionador que era el principal deseo en este encuentro. Algun@s regresaron a sus comunidades y otr@s marchamos a Nauta, donde a la mañana siguiente se convocó una nueva rueda de prensa en la que se reafirmó la voluntad de ACODECOSPAT en mantenerse firmes en la denuncia al circuito histórico de contaminación, así como en realizar esta denuncia de forma conjunta con las diferentes organizaciones indígenas afectadas; de la misma manera se instó a los dirigentes que han aceptado el juego de las petroleras a que se rectifiquen y unan para todos juntos poder hacer frente a esta gran amenaza; de la misma forma que en la cosmovisión kumama los shitaracuy –un tipo de hormigas – se enfrentan a la víbora sin mostrar ningún miedo, amontonándose en su cuerpo uno sobre otro hasta hacerla huir.

La Yacumama, Red por la Liberación de la Amazonía
Lima, Marzo 2011.


1. El agua de formación o agua de producción está asociada con el petróleo existente en los yacimientos y sale a la superficie junto con el gas y el petróleo. Son aguas que contienen metales pesados y que debieran ser reinyectados a los pozos de donde se extraen como una medida mínima a cumplir, medida que se exige y cumple en los países del llamado “Primer Mundo”, mientras que en estas regiones se deja a la conciencia ecológica de las empresas.

 

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