Inmigración y crisis económica son ya peligros oficiales para la seguridad española

Foto: El criminal de guerra Javier Solana, presenta al Rey y a la cúpula militar el plan antiterrorista

La Estrategia Española de Seguridad creará un máximo órgano que tendrá como una de sus prioridades derrotar "a todo tipo de terrorismo", señala la nota de prensa oficial donde se expresa que ante un posible final de ETA es necesario continuar y reubicar toda la estructura que actualmente se destina a la lucha contra la organización armada vasca.

El Consejo Nacional de Defensa, que se reunió él bajo la presidencia del Rey, ha avalado la Estrategia Española de Seguridad propuesta por Javier Solana en un documento que identifica el terrorismo como objetivo prioritario contra el que luchar con todos los efectivos civiles y militares.

El documento, del que el Gobierno ya manejaba un borrador previo, introduce cambios significativos en la política oficial antiterrorista, cambios que se introducen ante el casi dado por hecho fin de la actividad armada de ETA. Los más inquietantes no son solamente los que hacen referencia al llamado yihadismo.

Inmigración y crisis económica, bajo supervisión antiterrorista

Es significativo el lenguaje utilizado en el texto para identificar las presuntas amenazas terroristas, entre las que incluye la inseguridad económica y financiera, así como los flujos migratorios, que necesitarían por tanto una mayor implicación de las Fuerzas Armadas y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

El documento además identifica siete amenazas contra la seguridad: conflictos armados, terrorismo, crimen organizado, vulnerabilidad energética, proliferación de armas de destrucción masiva, ciberamenazas y emergencias y catástrofes. En sus conclusiones, la Estrategia plantea crear un Consejo Español de Seguridad que incorpore a los ministros y altos cargos relevantes, que cuente con comisiones interministeriales que desarrollen áreas concretas y una unidad de apoyo en Presidencia del Gobierno, que periódicamente supervisará las necesidades de la defensa interior y exterior española frente a estas "amenazas".

La Estrategia plantea una política de seguridad basada en un enfoque integral, coordinación entre administraciones públicas y la sociedad, eficiencia en el uso de los recursos, prevención de amenazas y riesgos, recuperación de sistemas e instrumentos, e interdependencia con los socios y aliados de España. Para hacer frente a los conflictos armados propone un enfoque integral con elementos diplomáticos, militares y policiales, así como la creación de una Unidad de Respuesta Integrada Exterior.

Este documento, que pone fin a un trabajo iniciado en 2003 bajo la supervisión del entonces Ministro de Defensa del Partido Popular, Federico Trillo, es un salto cualitativo en las definiciones hasta ahora manejadas sobre lo que pueden ser "peligros" para la seguridad nacional, y reintroduce las funciones de las Fuerzas Armadas en cuanto a su intervención en los conflictos sociales internos.

Por otra parte ante la inseguridad económica y financiera planea crear un Sistema de Inteligencia Económica. El Consejo de Defensa Nacional ha avalado este documento tras dos horas de reunión, que ha contado con la asistencia del Príncipe de Asturias, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los vicepresidentes Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Salgado y Manuel Chaves, y los titulares de Exteriores, Trinidad Jiménez, y Defensa, Carme Chacón.

También han asistido el director del CNI, Félix Sanz Roldán, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, general José Julio Rodríguez, y los jefes de los tres Ejércitos: Fulgencio Coll (Ejército de Tierra), José Jiménez Ruiz (Ejército del Aire) y Manuel Rebollo (Armada). Por parte de presidencia han asistido también Jose Enrique Serrano, director del Gabinete de Zapatero, y el secretario general de Política de Defensa, Luis Cuesta.