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Asia :: 05/01/2017

Corea del Sur: ¿Qué ocurre con la Sra. Park Geun Hye?

Comaguer
¿Las razones de la oposición masiva y pacífica son convincentes? Ante su acercamiento a China fue necesario un dispositivo de tipo brasileño, una crisis “interna” manipulada

Los recientes acontecimientos en Corea del Sur han destacado en los medios mundiales. El interés se justifica por la amplitud de las manifestaciones masivas de rechazo a la presidenta. Pero, ¿las razones de la oposición masiva y pacífica son convincentes?

Esta pregunta surge necesariamente cuando se constata que las fuerzas de policía de Corea del Sur, superiormente equipadas y buscando fácilmente el contacto y a menudo de manera bastante desagradable con los manifestantes, permanecieron muy discretas. Las manifestaciones serían, por tanto, una reacción a las acusaciones de corrupción de la presidenta y su entorno.

Aunque, todos los observadores imparciales, todos los diplomáticos extranjeros con puesto en Seúl saben que la corrupción es consustancial con el milagro económico de Corea del Sur que ha hecho, de un pequeño y pobre país agrícola en 1953, la 12ª economía mundial. Los Chaebols, esas grandes empresas como Hyundai, Daewo, LG, Samsung, Hanjin y otras que venden hoy en día en todo el mundo, tienen un poder e influencia considerable sobre el gobierno surcoreano, sea cual sea su orientación. Muy exactamente un capitalismo monopolista de Estado en el cual el Estado está al servicio de los monopolios capitalistas nacionales.

En este contexto, una acusación de corrupción que de repente crea una crisis política al más alto nivel, ¿es un evento inesperado, un movimiento de humor no controlado en una sociedad disciplinada? Durante la campaña electoral para las presidenciales de 2012 tanto la señora Park como su oponente de centro izquierda habían anunciado su firme voluntad de actuar contra la corrupción.

Para intentar responder a esta pregunta es necesario volver sobre la persona de la presidenta depuesta y su historia.

Ella es la hija de Park Chung Hee. Este militar, crecido en un medio modesto, comenzó su carrera en el ejército japonés en Manchuria. Fuera de la formación en 1944, fue puesto en libertad después de la rendición el 2 de septiembre de 1945 con el grado de teniente. Tenía 28 años. Trabaja en la policía y después se une al Ejército de Corea. Pero, cuando la línea del paralelo 38 Norte se pone en marcha [La frontera trazada entre las zonas de ocupación de EEUU y la Unión Soviética en la península coreana tras la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial], es expulsado del Ejército pues está entonces próximo al Partido de los Trabajadores de Corea y por lo tanto es considerado comunista. Pero es reintegrado desde el comienzo de la guerra y seguirá en el ejército estadounidense su formación un año durante la guerra. Sale con el grado de general de brigada.

Este joven general tiene ambiciones políticas. Tras el derrocamiento del presidente/dictador Syngman Rhee por las grandes protestas de los estudiantes, se elige un gobierno que al principio se mantiene pasivo. El Ejército derroca al gobierno y Park Chung Hee se atribuye pronto todos los poderes. Él gobierna el país con mano de hierro durante 18 años, desde 1961 a 1979. Pone en marcha un programa de industrialización bajo estado de emergencia, reprimiendo todo el malestar social causado por la brutalidad del proceso de desarrollo. Se trata de un programa nacional con altas barreras aduaneras y con fuertes restricciones a las libertades públicas, incluidas las sindicales. El general acabará asesinado por Kim Jae Kyu, jefe de los servicios secretos de la KIAC, la CIA coreana. No es un asesinato clandestino y encargado, no: disparos de revólver en medio de una reunión de trabajo del equipo presidencial, como un ajuste de cuentas entre mafiosos.

La muerte de Park Chung Hee conduce a un breve período de liberalización pero, algunos meses más tarde, el hombre fuerte eliminado es sustituido por otro hombre fuerte, el general Chun Doo Hwan, que sigue la misma política. La población de Corea del Sur, muy severamente controlada, no interviene en estos disturbios violentos circunscritos al seno de la dirección política de un país bajo la influencia de un ejército extranjero superpoderoso que, incluso si se concentra a lo largo del paralelo 38, sigue siendo un ejército de ocupación que efectúa cada año con la armada de Corea del Sur imponentes maniobras destinadas a impresionar a los países vecinos y sobre todo a la República Democrática Popular de Corea (RPDK), su vecino del norte.

La hija del general Park estaba presente en el lugar del asesinato de su padre, como lo estaba cuatro años antes, el día del asesinato de su madre Yuk Soo Young, por un “simpatizante” de Corea del Norte rápidamente juzgado y ejecutado. Desde la muerte de su madre ella juega junto a su padre el papel de “primera dama”. El acceso de la señora Park Geun Hye a la Presidencia de la República de Corea en el año 2012 es la de un personaje de serrallo, acostumbrado a sus violencias internas y externas, y perfectamente informado del equilibrio de poder internacional en el que se inserta su país, de buen o mal grado.

Ella tiene inevitablemente una idea acerca de las razones de la liquidación de su padre y ella sabe que la partición de Corea es el principal determinante de la posición colonialista del guardián EEUU. Ahora bien, sucede que cuando muere su padre acababa de llegar a la Casa Blanca un nuevo ocupante, Jimmy Carter, cuya misión principal, tal como le confiara la oligarquía capitalista dominante que se expresa en el Consejo de Relaciones Exteriores, era la de girar la página tras la derrota en Vietnam, es decir, dar a la política imperial una cara menos marcial. La Corea del Sur del general Park, que envió a Vietnam más de 300 000 soldados a combatir al lado del ejército de EEUU, ha sido el aliado más fiel y el más comprometido con Washington. Esa imagen debía pues ser borrada…

Los hechos y gestas de la Sra Park Geun Hye como los de cualquier presidente de Corea del Sur fueron seguidos con la máxima atención por el Embajador de los EEUU en Seúl y por el Departamento de Estado. Pero ella también da, desde su punto de vista, un primer paso "en falso": una visita oficial a Pekín en 2013 donde es recibida por el presidente Xi Jinping, que hace así progresar la política china a los ojos de Corea. Se trata de una política que podría describirse como equidistante. China se ha dado cuenta de que solo puede avanzar en la reunificación de Corea en el ámbito internacional si no se basa solo en la República Democrática Popular de Corea. Sus vínculos con esta, por supuesto, siguen siendo evidentemente muy cercanos, pero toda solución diplomática a la partición implica el establecimiento de vínculos de confianza con Corea del Sur. Ellos ya están con los Chaebols, que han invertido mucho en China, esa cercanía debe ser extendidos a la esfera política.

Es todo el significado de la visita de la Sra Park Geun Hye a Beijing. Mensaje bien recibido en Washington cuyas inquietudes van a ser confirmadas y reforzadas por la participación de la presidenta de Corea del Sur en septiembre de 2015, ante las cámaras del mundo entero, en la inmensa manifestación pequinesa para conmemorar la victoria de los aliados en 1945 contra las potencias del Eje: Alemania, Italia y Japón. En esta ocasión la señora Park expresó el profundo sentimiento del pueblo coreano, ya sea el del sur o el del norte, frente al colonizador japonés, que es el factor más decisivo para una futura reunificación.

Ese día, la presidenta ha pasado sin duda una línea roja diplomática claramente dibujada en Washington. No siendo ya tiempo de asesinatos directos de los líderes políticos en proceso de disidencia, la Sra Park Geun Hye no iba como su padre a ser abatida por uno de sus colaboradores. Era necesario establecer un dispositivo de rechazo de tipo brasileño, una crisis “interna” manipulada con ingredientes específicos: en primer lugar, la corrupción que, bien que endémica e incluso constitutiva del sistema de Corea del Sur, puede siempre servir. A continuación, la aparición del elemento maléfico, y al mismo tiempo muy “people”: la amiga, la influyente consejera, la mujer de la sombra, corruptora y corrupta ella misma, que puede ser real, pero que no es conocida más que por un círculo muy estrecho y es puesta a merced de la opinión pública por medios de comunicación muy sumisos y por una decisión tomada al más alto nivel.

Argumentos destinados a enmascarar la otra razón profunda de su eliminación: la rueda de prensa del 12 de enero de 2015 durante la cual la presidenta afirma que ella está dispuesta a reunirse con Kim Jong Un sin condiciones para hablar del futuro común, lo que se encuentra en línea con la política de China y exactamente en la opuesta a la de Obama. La prensa occidental recordó entonces que la señora Park Geun Hye había visitado Pyongyang en 2002 para encontrarse con Kim Jong Il cuando ella no era más que una simple diputada. Ya se olía el azufre…

La cobertura mediática global de las manifestaciones hostiles a la Sra Park Geun Hye que conducirán a su destitución está ahí para confirmar el desarrollo de una operación de reemplazo de dirigente “impuesta por la calle”, calle surcoreana a la que de repente se ha dado una gran la libertad de expresión y de manifestación [al estilo de las "revoluciones de colores"]. La que obviamente, se habrá comprendido, no se le permitirá extenderse a la cuestión de la reunificación del país, tema tabú.

Comaguer. Traducido por Carles Acózar para Investig’Action. Revisado por La Haine

 

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