Principal |
Argentina :: 20/07/2023

Jujuy: estado plurinacional o capitalista

Fatima Garcia
Hace más de un mes, el pueblo jujeño se levantó mirando la experiencia de movilización y lucha de trabajadorxs Estatales, de Educación y Salud de Salta

Corte de ruta, acampe, asamblea, coordinadoras, paro, intergremial, festivales, música, canciones, instrumentos, ollas, fuego, colonia de permanencia, talleres, debates, movilización, carteles, verdurazos, gauchos, hojas de coca, ollas, juventudes, trabajadores formales y de la economía popular, partidos, comparsas, murgas, sikuris, tinku, Sasha y cuarteto, palabra, poesía, refrán, micrófonos y consignas; guardapolvo y poncho, bandera celeste y blanca y whiphala.

Órdenes, amenazas, notificaciones, palos, limones, chapas, escudo, corridas, cuidados, alertas, heridas, sangre, dolor y bronca, mutilaciones, secuestro, miedo, detenciones, camionetas, preguntas, ausencias, el silencio de la privación de la libertad y el eterno retorno a la lucha.

Este 20 de Julio se cumplen 47 años de la Noche del Apagón, día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, en el que se siguen levantando banderas y puños por lxs trabajadores desaparecidos por la dictadura militar.

La connivencia del empresariado, en este caso el del Ingenio Ledesma del fallecido Carlos Pedro Blaquier, el 13 de marzo pasado, amparado en impunidad que le otorga el sistema a los ricos y poderosos.

Es por esxs trabajadores desaparecidos que todos los años el pueblo se reencuentra a seguir luchando e incluso, en la tradición que lo reúne en una marcha federal.

Mientras que en las marchas piqueteras todxs van a Buenos Aires; en julio la cita es en Jujuy, con el estímulo de ser la marcha número 40 que encuentra a la provincia combatiendo contra la repetición de un plan de gobierno capitalista, imperialista, hambreador, colonial y extractivista a como dé lugar; aplicando prácticas que muchxs creíamos agotadas, con dispositivos similares a los de la Noche del Apagón.

Hace más de un mes, el pueblo jujeño se levantó mirando la experiencia de movilización y lucha de trabajadorxs Estatales, de Educación y Salud de Salta.

Desde las asambleas de los sindicatos docentes se generó un plan de lucha por el aumento de salarios.

Visibilizando, de esta manera, los sueldos de miseria, las escuelas desfinanciadas, lxs trabajadorxs precarizados frente a la paradoja del negocio exportador del carbonato de litio, la producción de cannabis, y los emprendimientos mineros.

Entonces a la par de lxs docentes, salieron lxs municipales, lxs productores de la agricultura campesina, que ven peligrar sus espacios de comercialización; trabajadores de la salud; mineros; gauchos agricultores y así la historia golpea en la cara al todavía gobernador, Gerardo Morales, coronándose la unidad de todo el campo popular junto al surgimiento del 3º Malón de la Paz, integrado por las comunidades originarias, que salen en defensa de su derecho ancestral a la autodeterminación de sus territorios y su cultura, tal como lo expresa el artículo 75, inciso 17 de la Constitución nacional.

Es necesario reconocer como una lucha que podría haber sido corporativa y meramente reivindicativa las docentes como buenas conocedoras de los territorios, de las problemáticas sociales sobre todo en las zonas donde menos llega el estado no por azar, sino por decisión; que hacen de juez, cuidadoras, trabajadoras sociales y psicólogas. Las maestras y profes abren la lucha para compartirla a todos los sectores empobrecidos. Nada de esto es azaroso, sino que deviene de una tradición de lucha de la provincia de más de 47 años.

Entretanto, del otro lado, como es un gobierno provincial con proyección nacional, porque Gerardo Morales, hoy gobernador, pronto a ser sustituido por su ministro de Hacienda, integra la fórmula en la precandidatura derechista junto a Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a presidente.

Y para obtener ese lugar en el escenario de la política de elite, con total despotismo, el candidato a vicepresidente introduce una reforma constitucional provincial, en la que le adjudica el control total de los poderes al Ejecutivo, además de contradecir los tratados internacionales y la propia constitución nacional, al legitimar la apropiación de territorios sin consulta previa a Pueblos Originarios, al mismo tiempo que niega a la entrega de titularidades de las tierras comunitarias, y por ende, habilita el desalojo de barrios populares, desarma organismos de autocontrol estatal y condena y criminaliza la protesta social. El resultado no podía ser otro que la ocupación de las calles y rutas por todo el pueblo jujeño.

Quienes también mantienen el rumbo, son los Pueblos Originarios nucleados en el 3º Malón de la Paz, denunciando el avasallamiento sobre sus territorios, entendiendo un regreso al capitalismo colonial, como si la historia hubiera retrocedido 500 años; tienen que defenderlos otra vez, como lo hicieron en los malones anteriores, en el propio éxodo jujeño. Ayer por la liberación del opresor europeo, hoy por los cipayos autóctonos.

A más de un mes de corte de la ruta 9 y 52 fundamentales para el tráfico de mercancías de grandes empresas, no van a negociar su derecho ancestral, la pertenencia al territorio y al cuidado de la Pachamama. Aún con el frío azotando, la policía reprimiendo, el gobierno persiguiendo, el “no pasarán” es constitutivo a sus vidas.

Mientras tanto, el avance de Morales no fue tan repentino, su campaña fue contra los piquetes, las movilizaciones y los dirigentes sociales. El año pasado más de diez referentes de todos los espacios políticos que construyen trabajos comunitarios, fueron judicializados, multados y allanados, con acusaciones inverosímiles.

Debemos recordar que nacionalmente el ataque a las organizaciones sociales y piqueteras, fue en todo el país. De hecho, Salta, Mendoza y Chubut imitan o se comparte, eso de quién fue primero, el huevo o la gallina; reproducen la misma política de criminalización de la protesta social, en territorios donde el saqueo extractivista es una amenaza para la vida, tal como la conocemos. Amenaza que parece profundizarse frente a la movilización social.

El despliegue de herramientas para luchar, la organización inter pueblos, del ramal, de la quebrada, de la Puna, del centro, denuncias al gobierno con las particularidades del lugar que no hacen más que generar un gran consenso contra este gobierno de Juntos por el Cambio.

La creatividad de los pueblos no tiene límite, como tampoco parece tenerlo el, todavía, gobernador jujeño, a pesar de ser escrachado en las provincias donde realiza la campaña electoral y ser denunciado por la CIDH y DDHH de la Nación.

Morales es el que cuentan en Purmamarca que se hizo una casa y desvió la acequia para uso personal; que se apropió de tierras comunitarias en Perico para instalar su fábrica de cannabis para exportación; el que mintió a las comunidades con la titularidad de sus tierras. Morales es el peón del capitalismo transnacional colonial que se quiere llevar los metales, el litio y el agua.

Depredación y barbarie, debería ser el slogan de JXC y sus amigos de amplio espectro político.

¿Cómo se resuelve?

Una pulseada, pueblo contra ricos, con final abierto. Cayendo la reciente reforma constitucional y la apertura a una verdadera reforma participativa, consulta y plural. Desprocesamiento y libertad a lxs presxs por luchar. Aumento de salarios igual a la canasta básica, presupuesto para salud y educación.

tramas.ar

 

Enlace al artículo: https://www.lahaine.org/fE9w