Como en tantas ocasiones anteriores el gobierno de EEUU ha construido un burdo montaje para encubrir un ataque militar a una nación soberana. El lanzamiento de la acusación al gobierno de Siria del uso de armas químicas por parte del país que más personas ha asesinado en el mundo, que ha depuesto más gobiernos legítimos y que ha saqueado más países, sólo puede ser creíble para quienes son cómplices directos del crimen: las grandes corporaciones mediáticas, quienes desde otros medios reproducen las mentiras encubridoras y los gobiernos de la Unión Europea.
Está, o debería estar, aún fresco el recuerdo de tantas mentiras y tanta obscena manipulación informativa destinadas a confundir a los pueblos y a justificar la destrucción y el asesinato: el cormorán cubierto de petróleo de Iraq, el robo de las incubadoras de Kuwait, los bombardeos atribuidos al gobierno libio, la supuesta identidad de los rebeldes sirios, las decenas de imputaciones falsas de ataques contra civiles al gobierno de Al Asad, etc.
Y esta última acusación aparece precisamente cuando los grupos “rebeldes” - armados, entrenados y financiados desde hace años por Israel y el imperialismo euro-estadounidense - se estaban batiendo en retirada y cosechando una derrota tras otra por parte del ejército sirio y la Resistencia árabe hegemonizada por Hezbollah, con el apoyo de Rusia. Surge exactamente cuando se iba imponiendo la evidencia a nivel internacional de la legitimidad del gobierno sirio y del derecho inalienable de su pueblo a decidir su propio destino. El más elemental análisis fuerza a no conceder el menor crédito a la imputación al ejecutivo de Al Asad por ese ataque contra su propio pueblo, en el momento más inoportuno para sus intereses y del que a todas luces salen beneficiados los grupos terroristas sirios patrocinados por “occidente”.
Es preciso recordar además que la acusación de parecidos ataques se ha producido ya en numerosas ocasiones sin que nunca se haya podido probar la menor implicación del gobierno sirio.
El ataque criminal de EEUU se produce además en el marco de una escalada militar gigantesca de la OTAN contra Rusia y China, en la que participan profusamente tropas españolas. De hecho, los ataques a Siria, antes encubiertos y ahora manifiestos, van dirigidos directamente contra Rusia y constituyen una peligrosísima provocación al ejecutivo de Moscú, en el marco de preparativos de conflagraciones a mayor escala que parecen estar cada día más cerca.
Ante estos hechos Red Roja:
7 de abril de 2017