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EE.UU. :: 13/12/2014

Contra el Estado racista

Fred Goldstein
Ferguson: En la sociedad capitalista, el Estado es un instrumento de los ricos en busca de beneficios y para reprimir a la clase obrera

El movimiento nacional desencadenado el 24 de noviembre por el asesinato de Michael Brown en Ferguson, Misuri, alcanzó más de 170 ciudades. No tiene precedentes en su alcance, que va mucho más allá de este reciente asesinato al enfrentarse a las fuerzas de primera línea del estado racista capitalista: la policía. La policía es una fuerza de ocupación racista en todas partes donde haya una comunidad de personas oprimidas – negras, latinas, asiáticas, musulmanas o nativas. La policía es el objetivo universal del nuevo movimiento.

No importa lo que suceda después, las cosas nunca volverán a ser lo mismo. Ya bastantes decenas de miles han sido integradas en actividades militantes. Mucha ira e indignación se ha despertado, no sólo por Darren Wilson sino por la policía de Cleveland que mató a Tamir Rice, el niño de 12 años de edad, por tener una pistola de juguete y la policía de Nueva York que disparó contra Akai Gurley en un pasillo oscuro.

El Fiscal de Distrito de Ferguson Robert McCullough, pro-policía y racista, descaradamente tornó el proceso del jurado al revés cuando lo utilizó para organizar un “juicio” de tres meses para exonerar al asesino Wilson sin que nadie que representara a Brown o a su familia estuviera presente.

El inevitable resultado de “No culpable”

Este resultado era inevitable. Todos los comentaristas de los grandes medios capitalistas lo sabían. Igual los políticos, desde la Casa Blanca para abajo, y las autoridades judiciales, del Departamento de Justicia para abajo. Pero no hicieron nada por detenerlo.

Los hechos eran conocidos. El padre de McCullough era un policía que fue sido asesinado por un hombre negro. El hermano, el primo y el tío de McCullough también eran policías. Su madre trabajaba para el departamento de la policía. Si alguna vez pudo darse un conflicto de intereses, este fue el momento.

Por supuesto, los grandes jurados rutinariamente dejan libre a la policía. Los fiscales de distrito trabajan muy de cerca con la policía. Sólo que esta vez, a causa de la rebelión heroica del pueblo en Ferguson, la real y sucia maniobra del fiscal salió a la luz en la forma más escandalosa.

A pesar de estos hechos, y a pesar de las 70.000 firmas recogidas por el movimiento exigiendo la eliminación de McCullough, el gobernador de Misuri Jay Nixon se negó a despedirlo. Nixon tenía la autoridad en virtud del Capítulo 27 de los Estatutos Revisados de Misuri, en concreto el párrafo 27.030, que permite al gobernador intervenir a través de la Procuraduría General del Estado.

Clase dominante repentinamente ‘impotente’ para intervenir

Peor aún, la totalidad de la clase dominante y el gobierno capitalista se encontraron repentinamente paralizados para evitar este inminente desastre que se venía desarrollando ante sus ojos durante tres meses.

Washington puede enviar tropas a Afganistán e Irak en desafío a la Constitución de EEUU, pero súbitamente se quedó atascado en las llamadas barreras jurisdiccionales. El mismo gobierno que pudo entregar miles de millones de dólares de las/os contribuyentes para rescatar a los grandes bancos no pudo encontrar el poder para eliminar a McCullough. El gobierno que ha deportado arbitrariamente a millones de trabajadoras/es indocumentados sin el debido proceso jurídico, no pudo encontrar una manera de conseguir el debido proceso jurídico para la familia de Michael Brown.

Ahora se enuncian lamentos en los medios noticieros capitalistas por columnistas, presentadoras/es y expertas/os hipócritas. Hablan de integrar a personas negras a la policía, más entrenamiento de la policía, más sensibilidad y mejora de las relaciones entre la comunidad y la policía, hasta la saciedad. Todo para tratar de hacer a un lado la rebelión que se esparce tratando de mostrar solidaridad con las/os manifestantes.

Pero cuando se dio el momento, no alzaron su voz exigiendo la eliminación de McCullough y el enjuiciamiento de Wilson. No hicieron nada para detener este desastre racista. Al contrario, pasaron su tiempo dando advertencias sobre los disturbios y haciendo eco al llamado por Nixon de la Guardia Nacional.

Naturaleza racista del estado

¿Qué hay detrás de esta hipocresía y doble discurso? ¿Por qué el establecimiento tomó el lado de la policía en un caso tan escandalosamente evidente de injusticia racista?

El resultado de este caso se basa en la profunda dependencia histórica de la clase dominante en su policía y el miedo a socavarles.

La definición científica del propio Estado, formulada por Carlos Marx y Federico Engels hace mucho tiempo y citado por VI Lenin en su obra “El Estado y la revolución”, es la siguiente: “El Estado es un órgano de dominación de clase, un órgano de opresión de una clase por otra; es la creación del “orden” que legaliza y perpetúa la opresión. … [Este] no consiste simplemente de hombres armados, sino también de materiales adjuntos, cárceles e instituciones coercitivas de todo tipo”.

En la sociedad capitalista, el Estado es un instrumento de los capitalistas en busca de beneficios y para reprimir a la clase obrera.

En EEUU, el estado es también racista. El aumento de la encarcelación masiva de jóvenes negras/os y latinas/os demuestra esto claramente. Pero si hay alguna duda acerca de esto, no hay más que mirar a la Constitución de Estados Unidos, la que define a un esclavo afroamericano como tres quintas partes de una persona. O mirar a las leyes de Esclavos Fugitivos, que declaraban que un esclavo no tenía legalidad o derecho alguno en Estados Unidos y por lo tanto, los esclavos fugitivos debían ser devueltos a sus amos. O la decisión Dred Scott de 1857, relativa a un esclavo fugitivo en Misuri, que fue devuelto a su “amo” a través de una decisión del Tribunal Supremo.

Los “códigos de esclavos” fueron dirigidos contra el esclavizado y cualquiera de sus simpatizantes. Más tarde se convirtieron en los “códigos de los negros” contra la población negra libre. Todavía en 1896, en el caso Plessy vs Ferguson, la Corte Suprema declaró que la segregación era legal. Mientras tanto, la segregación había sido forzada abiertamente por el Ku Klux Klan después del abandono de la  Reconstrucción Negra en 1877.

Así que el estado capitalista estadounidense fue concebido mientras estaba saturado por el racismo. La misma institución de la policía surgió de “patrullas contra los esclavos” en el Sur y las patrullas de “vigilancia nocturna” en el Norte, así como los “alguaciles indios” especiales cuya función consistía en suprimir a los pueblos indígenas, primero en Nueva Inglaterra y más tarde en el Medio Oeste, incluyendo a San Louis.

Las “patrullas de esclavos” fueron utilizadas para hacer cumplir la regla de los dueños de esclavos en las plantaciones y para perseguir a los esclavos fugitivos. Estas patrullas fueron el anticipo de los departamentos de policía formales, que conservaron su carácter racista.

Según un estudio: “[La] literatura establece claramente que existía un sistema de aplicación de la ley sancionada legalmente en los Estados Unidos antes de la Guerra Civil con el expreso propósito de controlar la población de esclavos y para la protección de los intereses de los dueños de esclavos. Las similitudes entre las patrullas de esclavos y la policía estadounidense moderna son demasiado manifiestas para desestimarlas o ignorarlas. Por lo tanto, la patrulla contra los esclavos debe ser considerada como un precursor de la moderna aplicación de la ley estadounidense. “(” Una breve historia de la esclavitud y los orígenes de American Policing”, por el Dr. Victor E. Kappeler, Eastern Kentucky University, 2014)

Policía es herramienta capitalista contra trabajadoras/es

Una vez que la clase obrera norteamericana maduró con la Revolución Industrial, se utilizaron estas fuerzas policiales racistas y policías privados de las corporaciones para romper huelgas y combatir a los trabajadores que trataban de organizar sindicatos.

Sólo hay que recordar la represión de la huelga del ferrocarril de 1877 en la que se distinguieron los trabajadores de San Louis; la masacre de Homestead de 1882 por Carnegie Steel; la supresión de la manifestación del 1º de mayo en 1886 en Chicago por la jornada de ocho horas; la masacre de Ludlow de 1914; la batalla de Bull Run en 1937 durante la huelga de brazos caídos en Flint; o la masacre en 1937 del Memorial Day de Chicago y la violenta represión de las huelgas de acero en otros estados. El Estado capitalista se reveló no sólo como racista, sino también salvajemente anti obrero.

Durante la era ofensiva anti obrera de Reagan, los sindicatos de todo el país fueron atacados por la policía, los rompehuelgas fueron escoltados a través de los piquetes por la policía y las/os trabajadores fueron encarcelados y detenidos.

Esto demuestra lo peligroso que es la posición que el movimiento sindical está tomando con su posición de no apoyar la lucha de Ferguson. Es una traición a la solidaridad con la población oprimida que sufre de homicidios y brutalidad policial. Es también una traición a los intereses de los sindicatos y las/os trabajadores no sindicalizados, que tienen que saber que la clase capitalista mantiene este estado racista y que esta misma policía asesina será utilizada contra las/os trabajadores de bajos salarios y todas/os los trabajadores en su lucha contra la austeridad y las políticas antisindicales.

www.workers.org

 

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