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Estado español :: 26/03/2013

Crónica de la Charla en Salamanca “Contra la criminalización de los movimientos sociales”

Acción Antifascista Salamanca
La charla fue un éxito. Finalmente y a pesar del boicot de la derecha de Salamanca, se pudo transmitir la realidad sobre la situación de represión.

En torno a las 18:30 empezaban a llegar personas al salón de actos de la CGT de Salamanca. Se tuvo que recurrir a vaciar la sala debido a que la asistencia triplicó el aforo y una cadena humana de organizadores y asistentes sacaron todas las sillas del salón de actos. Aún así, prácticamente la mitad de los asistentes no cabían por lo que se recurrió a habilitar un altavoz en el exterior. Comenzó a llover y la gente continuaba escuchando.

Afuera, en la puerta, los mismos periodistas que durante días denigraron a uno de los ponentes de la charla Alfonso Fernández “Alfon” para provocar la prohibición del acto en la universidad, intentaron entrar en el acto con provocaciones y buscando el conflicto en todo momento. Destacó, el fotógrafo provocador del periódico Tribuna, que curiosamente esta mañana publicaba una noticia denigrando también a los asistentes de la charla. “Lo que resulta intolerable es el impedimiento al trabajo de los periodistas” han escrito. Un trabajo basado en el acoso, la mentira y la manipulación a otras personas que no poseen medios para difundir la verdad. Eso no es un trabajo.

Sin retrasarse demasiado, en torno a las 19:15h el acto comenzó con la bienvenida y la presentación de los ponentes. Se explicaron las causas de la polémica y prohibición del acto, impedir la difusión de la represión que sufren los movimientos sociales y organizaciones de izquierda en el estado español y por supuesto, impedir la difusión de la verdad sobre el caso de Alfonso Fernández “Alfon”. No es mera coincidencia, que un acto contra la represión se convierta en un acto represaliado.

Los movimientos de izquierda están viendo como son objetivo de toda forma de represión, incluida la censura de este acto, por parte del estado y las instituciones. Más concretamente, Alfon, fue detenido en la última huelga general y permaneció casi dos meses en régimen de aislamiento acusado de tenencia de explosivos sin ninguna prueba consistente. Tras las innumerables muestras de apoyo y solidaridad de personas y organizaciones de todo el mundo, y la evidencia cada vez mayor del montaje policial, fue puesto en libertad.

Alfon habló de su experiencia y de la creciente represión que sufre el barrio obrero de Vallecas, al ser un foco de conciencia social y por tanto, objetivo de represión. El reciente caso de la detención de 13 miembros del grupo Bukaneros es una muestra de ello. A continuación, Elena Ortega habló en nombre de “Madres contra la represión”, asociación que surgió ante la oleada de detenciones en el barrio de Vallekas destacando la importancia de la organización y la solidaridad entre la clase trabajadora ante los abusos que estamos sufriendo. Para terminar, se proyectó un reportaje fotográfico donde se mostraron fotos de de personas, organizaciones y movimientos sociales de izquierda que han sido duramente reprimidos por el estado en los últimos años: Resaca Castellana (peña de fútbol de Burgos), Coordinadora Antifascista de Málaga, Sindicato Andaluz de Trabajadores, grupo Bukaneros, Alfon, Rodrigo Lanza, el sector minero, los 35 de Asturias, los militantes de izquierda vascos y gallegos, los compañeros antifascistas Sergio y Omar, los detenidos en las pasadas huelgas generales y manifestaciones.

Os dejamos algunas reflexiones que se expusieron en la charla:

"A grande rasgos, la criminalización es una estrategia de estado, producto de la combinación de poderes en su interior: político, judicial, policial y de los medios de comunicación. Fundamentalmente en la criminalización se utilizan dos armas: la represión y la manipulación, en torno a un contexto político y social determinado.

En el plano de la represión se mueven todas las medidas coercitivas, jurídicas y policiales, al servicio del estado. El acercamiento a este concepto nos dará pautas fundamentales para entender la estrategia, QUIÉN la sufre y sobre todo, PORQUÉ la sufre. En el plano de la manipulación se mueven las medidas políticas y culturales al servicio del estado.

Por ejemplo, la sobredifusión de la crisis a través del poder político y de los medios de comunicación ha creado una especie de “estado de excepción no declarado” (aquí se aplica la manipulación) legitimando la suspensión de derechos fundamentales como la presunción de inocencia, la libertad de expresión, el derecho a comunicar o recibir información veraz, el derecho de reunión, el derecho a huelga (aquí aparece la represión)… Es decir, la escandalosa crisis (manipulación) ha justificado que el estado arranque al trabajador el derecho a adoptar cualquier medida ante un conflicto colectivo (represión). Y esto, sin lugar a dudas, abre las puertas de par en par a todos los abusos que estamos sufriendo: recortes en educación y sanidad, privatizaciones, reformas anti-laborales, desahucios…
Ambas armas, represión y manipulación, y por tanto, la criminalización, tiene un objetivo: impedir o disuadir un determinado comportamiento e idea. Por ello, una vez que este se ha producido se castiga duramente. Todo hay que entenderlo como un conjunto, en el que la represión y manipulación juegan un papel de aniquilación de la respuesta social para que el poder haga y deshaga a su antojo. En este sentido el estado, es el instrumento que garantiza la perpetuidad del orden establecido, un orden basado en un sistema de dominación, de una clase social sobre otra. En esta línea, cualquier grupo u organización que lleve a cabo una respuesta social es objetivo de represión. De ahí, el nombre de esta charla Contra la criminalización de los movimientos sociales.

En esta sociedad mediatizada, tiene vital importancia el papel de la manipulación. Con esta charla lo hemos visto. Y el instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que utiliza esas palabras”.

También se adaptó y se invitó a reflexionar sobre unas palabras de Jose Mari Esparza en un discurso reciente:

Parece que hemos llegado a un punto en el que nos han robado hasta el lenguaje, cómo expresarnos o cómo llevar a cabo nuestra lucha, nuestra política, si con sólo aparecer el nombre de Alfon, o determinadas palabras como “preso político”, “lucha anticapitalista”, suponen prohibición y criminalización. Parece que cualquier cosa que digamos será anotada, empapelada, y procesada. Y cómo llamarnos también a nosotros mismos si oficialmente somos los antisistema, los radicales, los violentos, incluso los terroristas. Nos bautizan como violentos en una sociedad donde los más ricos nos hablan de austeridad, los bancos de honradez, la monarquía de democracia, la iglesia de sexualidad y el ejército de pacificación. Es el lenguaje perverso del dominador, el lenguaje del sistema de dominación. Y da igual lo que hagamos, si hemos sido condenados o no, si hemos cumplido ya la condena, si hemos sido absueltos, porque oficialmente seguiremos siendo los antisistema, los radicales, los violentos. Es la falsa ilusión de no poder cambiar de situación lo que nos hace permanecer en una condición de explotados, pobres y oprimidos. Entonces, quizás, no tengamos que dar la vuelta al lenguaje, ni al mensaje, deberíamos aceptar el nombre que nos pongan, como anteriormente durante la dictadura se sentían orgullosos de llamarse rojos. Quizás nos llamen antisistemas, o terroristas, porque nos tienen auténtico terror. Porque saben que hay unas clases oprimidas que están dispuestos a hacer lo que más les aterroriza: quitarles sus privilegios, echarles de las instituciones, quitarles los bancos, amordazar a sus perros, proclamar la república, unir y organizar a la clase trabajadora, autodeterminar los pueblos, abrir las fronteras, imponer lo público. A eso le tienen terror y por eso somos terroristas, por eso somos antisistema. Esa es la violencia que temen. Nos llaman radicales los mismos que llevan décadas haciendo guerras y bombardeando pueblos, los que nos quitan en educación, cultura y sanidad, los que solo invierten en material antidisturbios para machacar obreros en las calles, los que tienen más de 70000 presos en las cárceles, mientras los verdaderos delincuentes están en el gobierno, en los bancos, en la casa real, en la diócesis y en los consejos de administración. Nos llaman violentos los del GAL, los torturadores impunes, los jueces prevaricadores, los que meten a los inmigrantes sin papeles en campos de concentración antes de expulsarlos, los que embargan a los parados, los que nos están robando todo lo que hemos conseguido con generaciones de lucha y trabajo. Nos llaman violentos, ¡qué honor entonces!, Rajoy, Rubalcaba, Cifuentes, Bárcenas, Camps, mientras se abanican con sus sobres de corrupción. Esta gente persigue con saña nuestro lenguaje, nuestros símbolos, nuestra cultura y nuestra identidad, para que seamos una masa idiotizada, uniforme y mediatizada, a su gusto, sin raíces en las que sustentarnos y sin memoria histórica con las que alimentar nuestra lucha y nuestras utopías futuras. Porque ellos quieren un rebaño globalizado de esclavos, y nosotros queremos una clase trabajadora libre. Bien, pues si nos llaman terroristas porque nos tienen terror, y vamos hacer que cada día estén más aterrorizados. Para ello, disponemos de varias bombas atómicas, tenemos la resistencia y oposición a todas las leyes injustas (contra su poder judicial), la desobediencia civil activa (contra su poder policial), la solidaridad internacionalista (contra el poder de los medios de comunicación) y tenemos la lucha obrera popular y la organización (como medio para emprender una lucha contra su poder político). Vamos a utilizar todo lo que nos han robado, incluso la censura de este acto, para construir puentes entre nosotros y construirlos bien, porque la solidaridad contra las injusticias, tiene una relevancia y una productividad social y política mucho mayor de lo que a simple vista pueda parecer.

Noticia relacionada: Neonazis intentan boicotear un acto de “Alfon” en la Universidad de Salamanca

 

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