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Contra jóvenes valiosos como Eduardo García se hizo la ley antiterrorista
Inés Arcia

Eduardo García, el joven anarquista de 21 años salió en libertad el lunes 22 de octubre después de haber pasado casi un año entre rejas. De los 12 cargos que se le imputaban, no quedó ninguno por falta de pruebas. A Eduardo Garcia se lo acuso de haber formado parte de una "célula anarquista" supuestamente dirigida por un anarquista violentísimo y encima italiano, que a pesar de estar encerrado a cal y canto bajo el regimen carcelario especial FIES, convenció a Eduardo para enviar cartas-bomba a unos periodistas. Este fue el insostenible discurso de las fuerzas de seguridad y los tres jueces que llevaron las causas, y que basaron las imputaciones en el hecho evidente de que Eduardo se considera anarquista y visitaba a presos en las cárceles. Y es que como sabemos, Eduardo, al igual que muchos anarquistas y no anarquistas, considera que las carceles del Estado estan llenas de desgraciados, los presos políticos de la democracia representativa, capitalista y globalizada; los daños colaterales de nuestra gloriosa sociedad de consumo.

Como dijo el diario El País el 21 de octubre, "la crisis ideológica del marxismo creó entre los colectivos de jovenes un nuevo campo ideologico definido como 'neolibertarismo': okupas, independentistas radicales, anarquistas y revolucionarios de izquierdas". Un lector común y corriente de El Pais, que además mira TVE, compra el cupon de la Once y vota a veces al PP y otras al PSOE según sea la cara del candidato, no sabe muy bien que quieren decir estas etiquetas, pero si de algo esta seguro es que indican algo malo, muy malo. Si a esto le agregamos que nuestra juventud descarriada cada vez que participa en una movilización antiglobalización causa daños en "el mobiliario urbano" por valor de ¡¡¡¡100 millones de pesetas!!!, definitivamente se siente aterrorizado y dice a nuestras fuerzas del orden "Basta ya", viva Bush, abajo Bin Laden (o como se llame), y aunque no haya dinero para financiar la seguridad social y las pensiones, esté en el paro o tenga un digno trabajo basura, aprobaría gustoso (si le preguntaran) que "nuestros impuestos" se dediquen a "la lucha antiterrorista". Vamos, que el solo hecho de votar cada cuatro años por el PP o el PSOE, legitima a nuestros "representantes", a los medios y a la "comunidad internacional" a organizarnos la vida, y decidir qué es lo que nos conviene.

Hace ya tiempo que la mal llamada prensa independiente viene identificando a los okupas, anarkistas o antiglobalizadores, con punkies con el pelo de colores, tatuajes y piercing, lo se supone significa que nuestros jóvenes, además de rojos, son feos. En sus análisis pseudosociológicos, dicen que "pertenecen a clases sociales bajas" (pobres, vaya), pero últimamente y en concreto en referencia a Eduardo García, indican, confundidos, que hasta "los nenes de papa", "los hijos de familia acomodada", se están poniendo protestones. Parece ser que si los pobres, los immigrantes ilegales, algún afgano o algún palestino quemaran "moviliario urbano" podría llegar a justificarse (esta gente esta cabreada), pero si encima lo hacen los hijos de algún consejal, un empresario o un profesional liberal, es decididamente incomprensible y definitivamente no se puede permitir.

Y como no se puede permitir, nuestros "representantes democráticamente elegidos" van a poner orden. Estos "neolibertarios" se van a enterar de cuantos pares son tres botas. ¿Asi que esta sociedad no les gusta? ¿Asi que no quieren vivir para producir, consumir y tirar? ¿No se conforman con su presente y futuro de personas descartables? Ley antiterrorista. Para todo el que se mueva, ley antiterrorista. Que en el caso de Eduardo significó un año de prisión, sin causa y sin pruebas, por listo. Para que aprendan a comportarse.

Pero esto no es sólo un problema español. Este es un problema del mundo global, que lo ha dicho el jefe yanky. El principal problema que tenemos los habitantes del planeta es el terrorismo. Los afganos tienen la equivocada idea de que su principal problema son las bombas de la Otan, los campesinos centroamericanos la hambruna, los colombianos el Plan Colombia, los africanos la miseria y el sida, los palestinos la expulsion de su tierra, los españoles el paro, la violencia domestica, la comida contaminada. ¿Y porque será que los habitantes del mundo tienen problemas muy distintos al terrorismo? Porque la realidad les golpea cada día directamente en la cara, los problemas que tienen son más inmediatos y reales, fruto justamente de las decisiones que a diario toman los dueños del poder y sus acolitos, los burócratas sindicales y los politicos "legalmente reconocidos", después de cada elección "democrática", con su neoliberalismo, con su Fondo Monetario Internacional y su Banco Mundial, sus bombas inteligentes y sus virus de antrax, viruela, évola, sida que llevan años almacenando para guerras presentes y futuras.

Pero sucede que los sectores más lúcidos de las instituciones se empeñan en decir que no es así. Pero es que en España, cada vez más jóvenes anarquistas, independentistas, antiglobalizadores e izquierdistas, con o sin tatuaje, con o sin piercing, con o sin carrera universitaria, con padre obrero o con padre empresario, dicen que este paquete no lo compran. Les importa poco lo que digan Bush, Aznar o Zapatero, en El Pais, el ABC o El Mundo. En España, los jóvenes más valiosos como Eduardo García y como tantos otros, seguirán protestando, manifestándose, organizándose, luchando, creando, debatiendo por su derecho a vivir en una sociedad más justa.

Contra estos jóvenes se hizo la ley antiterrorista y para luchar contra ellos convoca a los monos el dueño del circo. Por tanto, la consigna hoy es denunciar, prepararse y defenderse de tanta Justicia Infinita y tanta Libetad Duradera, una tarea muy difícil y arriesgada.

(Enviado especial para La Haine)

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