Cádiz, donde la “otra” manifestación fue en realidad la manifestación

Fueron decenas las manifestaciones del 1 de mayo que se realizaron a lo largo y ancho del país al margen de CC.OO y UGT. En el caso de Cádiz, fue una fiesta reivindicativa de compañeros y compañeras. Se hizo atravesando barrios obreros hasta un final lleno de emoción en una de las plazas del “Cerro del Moro” (barrio de mil luchas y mil luchadores, lleno de necesidades y dignidades). Y decimos fiesta porque el contento se irradiaba, el trabajo de los compas tejiendo en las semanas previas la necesaria unidad dio un resultado excelente.

Colectivos, organizaciones y sindicatos, gentes con sus banderas y colorido. Hubo abrazos y besos entre gente que se reencontraba, muchos tras largo tiempo sin militancia ni participación social pero atraídos por esa unidad. Una energía muy positiva iba y venía del principio al final de la manifestación diciendo que se estaba dando un paso importante en ese camino difícil pero enriquecedor de trabajar juntos.

Era mucha gente pero el sentimiento, además, era multiplicador, sabedores que la unidad de acción va a construir una herramienta demoledora. En medio, Willy Toledo, que repartía alegría con la gente que lo descubría en la manifestación y que buscaba hacerse una foto. Willy alabó con gran interés la unidad de acción que también en el terreno mediático se está tejiendo entre La Haine, Kaos e Insurgente y se ofreció a dar su apoyo.

Al pasar junto a la Corrala, frente al Bar Stop, se pidió luz para las familias okupantes mientras un militante de “Autonomía Obrera”, bandera en mano, comentaba lo difícil que debería ser estar en la otra manifestación, compartiendo calle con organizaciones corruptas como UGT y PSOE. Un manifestante hizo hincapié en ello, dijo que la otra no era exactamente una manifestación, y se quedó pensando cómo adjetivarla.