lahaine.org
Estado español, Carlo Frabetti :: 20/06/2014

Carta abierta a Jacinta, viuda de Vicente Romano

Carlo Frabetti - La Haine
Vicente era uno de los pocos con los que se podría contar hasta el final (y no solo mientras el “No a la guerra” fuera rentable para los oportunistas del PSOE y de PRISA)

Vicente el transparente

Querida Jacinta:

Puede que sepas (porque él te lo contaba todo) que conocí a Vicente en 2002, en una de las primeras reuniones de la Alianza de Intelectuales Antiimperialistas. Lo que seguro que no sabes, porque es la primera vez que lo cuento, es que comprendí desde el principio que Vicente sería uno de los pocos con los que se podría contar hasta el final (y no solo mientras el “No a la guerra” fuera rentable para los oportunistas del PSOE y de PRISA). Y lo supe desde el principio no porque yo fuera muy perspicaz, sino porque él era transparente, una cualidad tan escasa entre los intelectuales como entre los políticos. Vicente el transparente: suena casi a chiste, a personaje de tebeo; pero creo que a él le habría hecho gracia. Ahora lamento no habérselo dicho nunca; a su parte infantil, que mantenía muy viva (y ese era uno de sus mayores encantos), le habría hecho gracia, seguro.

Pronto nos hicimos amigos más allá y más acá de la política. Descubrimos que compartíamos amistades y admiraciones, héroes y heroínas: Eva Forest, Alfonso Sastre, Ulrike Meinhof (a quien Vicente tuvo el privilegio de conocer personalmente), Faustino Cordón (con quien ambos mantuvimos largas conversaciones), Manuel Sacristán, Bertolt Brecht... Y gracias a esa amistad extrapolítica te conocí también a ti, y una vez más comprobé que las grandes mujeres no están detrás de los grandes hombres, como reza el tópico, sino a su lado, y a menudo delante, tirando de ellos. Me acogisteis en vuestra casa de Alamillo y en vuestro piso de Madrid, y soy un poco mejor porque disfruté a menudo de vuestra hospitalidad y de vuestra compañía, y de la serenidad que emanaba de vuestra larga, larguísima relación, vuestra entrañable camaradería.

No puedo dirigirte palabras de consuelo, querida Jacinta, porque no hay consuelo para la pérdida que has sufrido, como tampoco hay consuelo para quienes, en la batalla de las ideas que libramos contra la barbarie capitalista, hemos perdido a un gran general. Solo puedo decirte que el mundo es un lugar menos inhóspito porque por él pasa gente como vosotros, como Vicente y tú, y que algún día llegará a ser un lugar habitable porque la gente como vosotros no pasa en vano; la gente como vosotros, como Vicente y tú, deja una huella indeleble, abre un camino certero con su valor y su dignidad, con su lucha y con su ejemplo. Solo puedo decirte, querida Jacinta, que no estás sola en tu dolor. Y que Vicente sigue vivo en quienes tuvimos el privilegio de luchar a su lado y tenemos la misión de continuar su lucha. Y que esa era la clase de inmortalidad en la que él creía.

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal