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Estado español :: 14/02/2017

Cree el ladrón que todos son de su condición

Luis Ocampo
No sabemos cuál es la intencionalidad de ABC, mas allá de la pura criminalización, pero en cualquier caso, volvemos a ratificar nuestro compromiso en la lucha

El domingo 12 y firmado por M. J. Álvarez, aparece en el diario ABC -¿cómo le podríamos llamar?- un libelo basado según el autor en informaciones policiales, en el que se describe en esencia el propio funcionamiento del Régimen del 78, pero proyectado sobre diversos colectivos y organizaciones del movimiento popular. Se han mirado al espejo, la imagen que han visto no les ha gustado y se la achacan a los que tienen enfrente.

Según esa versión, hay una organización (de la que es representante legal el que suscribe esta editorial) que, bajo "el leit motiv" de la violencia y con la colaboración de algunas otras personas y entidades, mangonea todo lo que se mueve en Madrid en un sentido crítico con el Régimen monárquico y a favor del cambio republicano.

Si esa línea de reflexión la aplicáramos a los que están defendiendo al actual Régimen contra cualquier noción democrática y de dignidad, obviamente la descripción del informe del ABC estaría perfecta.

Efectivamente tenemos un Régimen en el que, cada vez más, la violencia estructural en cualquiera de sus variantes es el instrumento favorito para intervenir en la sociedad y conseguir la reproducción de éste, especialmente auspiciada desde los sectores más corruptos del aparato policial pero con la colaboración totalmente entregada de otros sectores completamente corruptos del aparato judicial y por descontado de la mayoría del aparato político que vive de forma absolutamente privilegiada. Desde luego muy por encima de lo que sus capacidades les permitirían en cualquier otro ámbito de la actividad. Todo lo señalado anteriormente forma un conjunto que no es sino la mafia que nos saquea cada día: las libertades, las condiciones de vida y -eso pretenden- nuestra capacidad de pensar y actuar individual y colectivamente.

Todas las organizaciones señaladas en el libelo del ABC tienen su real y auténtica soberanía, sus formas democráticas y empoderadas de tomar decisiones y así lo vienen demostrando desde hace años. En algunas de ellas están presentes l@s castellanistas, pero de la misma forma que otras personas de diversas ideologías progresistas.

 No sabemos cuál es la intencionalidad de la publicación del ABC, mas allá de la pura criminalización, pero en cualquier caso, volvemos a ratificar (por si a alguien le quedara alguna duda) nuestro compromiso en la lucha por la democracia, por la justicia social, por los derechos de las mujeres y por una Castilla comunera.

 

Frente a una mafia cada vez más fuera de control, en descrédito y deslegitimación acelerada, es necesario construir entre tod@s un proyecto de futuro basado en los valores de la razón y la civilización. Es decir, un proyecto republicano.

Luis Ocampo, representante legal de Izquierda Castellana.

Castilla a 13 de febrero de 2017

 

A continuación reproducimos el artículo referido de ABC:



Los seis grupos más violentos de la izquierda radical controlan a los Bukaneros

El deporte es la herramienta que usan para canalizar su ideología violenta, según la Policía. El último episodio, el caso Zozulia

- ABC M. J. Álvarez / Carlos Hidalgo Madrid - Actualizado: Guardado en: España Madrid 

Los grupos de la ultraizquierda madrileña más activa conforman la médula espinal de los Bukaneros. Diversos informes policiales sitúan a estos elementos organizados como los verdaderos muñidores de los radicales del Rayo Vallecano. Como en el caso de los movimientos neonazis y de derecha fascista en general, utilizan el fútbol como un canalizador de su «ideología». También en esto, los extremos se tocan: el deporte no es más que una excusa, una herramienta para el proselitismo y para dar rienda suelta a sus acciones y discursos violentos. El último episodio es el culebrón que se está viviendo en el equipo franjirrojo con el veto de los ultras a la incorporación del jugador ucraniano Roman Zozulia.

Los expertos en la lucha contra la violencia en el deporte sitúan en la horquilla de 300 a 350 los miembros activos de losBukaneros, liderados por Pablo Gómez Colmenar, alias «Zafra». Ayer mismo, seis de sus integrantes fueron detenidos en Mallorca, donde juega hoy el Rayo, tras una pelea en un bar del paseo marítimo de Palma.

La creciente actividad de esta hinchada, sobre todo en el barrio de Vallecas, se debe en buena parte a que quienes mueven sus hilos son grupos organizados como el partido Izquierda Castellana y sus juventudes, Yesca; los cabezas rapadas de los movimientos «Sharp» (acrónimo de «Skin Heads Against Racial Prejudice») y «Rash» («Red and Anarchism Skin Heads»); las Brigadas Antifascistas y la denominada Plataforma de Apoyo a Alfon, el delincuente encarcelado por llevar explosivos durante la huelga general de noviembre de 2012.

Una presidencia débil

El pulso que mantienen contra la directiva de Raúl Martín Presa alcanzó hace tiempo cotas inasumibles para una presidencia que, ya con el «affaire» Zozulia, da una muestras de debilidad extraordinarias. «El club viene recibiendo numerosas sanciones por el comportamiento de esta parte de los hinchas... Les han cerrado el local que los Bukaneros tenían en el estadio; pero siguen metiendo bengalas, pancartas, amenazando... La presidencia del Rayo les ha dado tanto cuartelillo, que consiguen incluso hablar directamente con su máximo representante», indican fuentes policiales.

El desembarco desde el Betis del jugador ucraniano ha sido la excusa que le faltaba a los radicales. Todo se originó con una camiseta, la que Zozulia llevaba puesta el día que llegó a Sevilla. El dibujo fue interpretado erróneamente por los Bukaneros como el anagrama de un grupo paramilitar. Y enseguida corrió como la pólvora por las redes sociales que tan bien utiliza la ultraizquierda: «Zozulia es un neonazi y no permitiremos que juegue en el Rayo», era el mantra utilizado. Los radicales ya tenían nuevo tema de confrontación. Hasta la Fiscalía ha puesto en marcha una investigación en la que ha identificado a 17 ultras por las amenazas vertidas verbalmente y en pancartas.

Agitación callejera

La mayor fuerza es la que ejerce Izquierda Castellana. Se trata de un partido político pero que hace de la violencia su «leit motiv». Tan solo hay que ver tres ejemplos recientes en los que ha entrado inmerso: el escrache a Felipe González en la Universidad Autónoma; la campaña con protestas callejeras contra el alcalde de Alcorcón, David Pérez, tras sus palabras contra las feministas, y los diversos Rodea el Congreso, a través de la Coordinadora 25-S, de la que es brazo político y ejecutor.

Para todo ello, realizan una labor de captación entre chavales, desde los 14 años. Lo hacen en sus barrios, también en los institutos y en la Universidad... Y luego se financian con el «merchandising» que los propios Bukaneros venden en su página web e incluso en una tienda física de Puente de Vallecas.

Además de todo ello, los últimos años, los hechos más llamativos son las manifestaciones en favor del delincuente «Alfon»: ha tomado el relevo de «mártir» para la autodenominada causa antifascista a Carlos Palomino, el menor asesinado en el Metro por un militar neonazi en 2009.

A esta «agit prop» contribuyen concejales de Gobierno de Madrid, como el presidente de las dos Vallecas, Paco Pérez, y la de usara y Arganzuela, Rommy Arce, ambos de Podemos. Son dos ediles considerados «marginales» por el entorno de la propia alcaldesa, Manuela Carmena, debido a su «inoperancia y radicalidad». Otro de los que ha llegado a hacer una defensa cerrada del tenedor de explosivos en el Pleno de Cibeles es Jorge García Castaño (Centro y Chamberí).

 

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