El movimiento popular puede derrotar al Régimen del 78

En los próximos meses asistiremos a una confrontación, quizás definitiva en este ciclo histórico-político, entre las fuerzas que de una u otra forma estamos por un proceso de ruptura con el Régimen del 78 -y por tanto, por un proceso Destituyente de éste y por procesos Constituyentes de los diversos Pueblos bajo jurisdicción del Estado español- y aquellas fuerzas que con diferentes tácticas están por hacer una "reforma de la Reforma".

Las posibilidades de ganar en esa confrontación, las posibilidades de una victoria de los Pueblos y de una derrota del Sistema son reales, pero para conseguirlo hay que trabajar más tenaz y eficazmente. Más y mejor de lo que venimos haciendo en los últimos tiempos -que no ha estado nada mal-, mejorando nuestras capacidades.

Hay que hacer un esfuerzo aún mayor en todos los ámbitos, porque ahora realmente la victoria está a nuestro alcance; pero la derrota si no lo hacemos bien, también es una posibilidad muy real.

Pero, ¿qué significa ganar en la actual fase de confrontación en la que hemos entrado y que se agudizará de forma muy intensa en los próximos meses, especialmente después del resultado en las elecciones del 27S en Cataluña?

Ganar significa que el Régimen del 78 quede muy debilitado a lo largo de este ciclo desde el punto de vista político y social, que sea incapaz de recomponer en Castilla y especialmente en Madrid un movimiento social de apoyo, basado especialmente en el anticatalanismo y por tanto en el españolismo más rancio. Por supuesto que algo así conseguirán, pero hay que minimizarlo al máximo.

 Ganar significa que en los próximos meses el movimiento social Constituyente-Destituyente en Castilla dé pasos cualitativos y cuantitativos de gran importancia. Eso significa que tenemos que hacer un esfuerzo de explicación (cosa que no será difícil) y de suma de apoyos a nuestra propuesta de organización territorial de Castilla.

Ganar significa que toda la actividad represiva del Regimen que ahí estará, contra l@s activistas en Castilla, pero también en contra del proceso soberanista catalán y otros movimientos democráticos en el Estado Español, les tenga un alto coste político.

Ganar significa que los apoyos electorales al PP en las próximas elecciones generales mantengan su evolución a la baja y que los apoyos al PSOE y a los nuevos partidos del Sistema no supongan una neutralización política del movimiento popular, ni su desarme ideológico. Para ello es muy necesario que en la medida de nuestras posibilidades y de la forma más ajustada y adecuada posible estemos presentes también en la batalla de las elecciones generales.

Ganar significa que el movimiento popular comunero, y especialmente la organización comunera, salgan reforzadas de este ciclo, con la capacidad y potencia suficiente como para que a partir de ahí se pueda impulsar definitivamente el proceso Destituyente-Constituyente en Castilla.

Diversos factores objetivos y subjetivos influyen favorablemente a favor de la lucha popular. Los que tenemos en contra son los de siempre, el Poder constituído en todos sus frentes.

Ese Poder sin embargo tiene un desgaste y una deslegitimación muy importante, como no había ocurrido desde los años 20 del pasado siglo, con respecto al Régimen de la Iª Restauración Borbónica.

A diferencia de los años pasados, está cada vez más presente un factor subjetivo, pero que finalmente, cuando las condiciones objetivas están dadas, es el condicionante. Nos referimos al estado de ánimo colectivo. Cada vez hay mas gente que se cree que el CAMBIO es posible, que la victoria del Pueblo es posible; y eso finalmente es lo que la hace materializable.

En numerosos artículos hemos hablado de los nuevos instrumentos político-electorales creados por el Sistema para conservar su Régimen o al menos para que éste sufra variaciones mínimas, en un proceso similar al que pusieron en marcha con la "Operación Transición", pero las cosas en ese terreno no están resultando tan sencillas como en aquella ocasión. Y en las elecciones del 27S en Cataluña ha quedado demostrado que la capacidad de intervención a través de esos "nuevos" instrumentos es bastante limitada. Esto no quiere decir que no lo sigan intentando, cosa que por supuesto siguen haciendo.

A estas alturas podemos constatar que en Castilla hay una masa crítica, no mayoritaria pero suficiente, que no se deja engañar fácilmente por operaciones cosméticas.

Desgraciadamente la represión seguirá actuando en contra de l@s activistas, en un intento de neutralizar a los movimientos sociales y políticos por el cambio; ello tiene que ser un frente de lucha más en contra del actual Régimen.

Nuestra concepción de las candidaturas de unidad popular es que en ellas quepan todas las organizaciones que quieran participar, pero lo que les debe caracterizar fundamentalmente es el aspecto de confluencia de activistas sociales y políticos. Es decir, plataformas suprapartidarias.

El proceso de  confluencia comunera es  imprescindible. Avanzar en  el proceso de articulación de un polo de referencia comunera en Castilla es algo imprescindible para conseguir finalmente la materialización de un Proceso Constituyente que tenga en cuenta los intereses objetivos y subjetivos del Pueblo Trabajador Castellano.

Los procesos constituyentes de los Pueblos y la coordinación de las luchas en los diversos Procesos Destituyentes del Régimen del 78 son absolutamente necesarios para que éstos puedan llegar a buen fin.

La experiencia de la II República, entre otras muchas cosas, nos ha enseñado que el capitalismo occidental está dispuesto a combatir por todos los medios cualquier proyecto que se salga de sus esquemas en la Península Ibérica. Es pues, una cuestión fundamental de supervivencia tener una masa crítica mínima, como concepto físico-político, capaz de resistir ese embate.V