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Andalucía :: 05/12/2014

La solución para Andalucía es la soberanía

Nación Andaluza
El Estado español y el Capital tiemblan ante la hipótesis de una Andalucía en pie, organizada y consciente hacia la recuperación de su soberanía

Hoy conmemoramos un nuevo Día Nacional de Andalucía. Un nuevo 4 de diciembre como aquel 4 de diciembre de 1977 cuando millones de andaluces/zas salieron a la calle pidiendo autogobierno para Andalucía en la calles de todo el país andaluz y también en aquellos lugares donde se concentraba la diáspora andaluza, como Cataluña. Una movilización organizada desde las clases populares andaluzas. Con un evidente carácter popular andaluz, de base y de clase que el Régimen y sus instituciones (Estado, Junta...) han intentado borrar de la memoria colectiva de los andaluces/zas sin conseguirlo. Un 4 de diciembre que se cobró la vida de Manuel José García Caparrós cuando la policía española quería disolver a tiros la manifestación por la libertad de Andalucía.
Otro 4 de diciembre, el de 1868, Fermín Salvochea se alza en Cádiz con las milicias gaditanas contra el centralismo estatal ante el intento de ser desarmadas por el ejército. Aquellos federales andaluces revolucionarios que protagonizarían la revolución cantonal en Andalucía unos años después. Por todo ello el 4 de diciembre es un día clave en la historia andaluza y lo consideramos el día nacional de Andalucía.

 Este 4 de diciembre de 2014 la Andalucía dependiente y colonizada que vivimos continúa atravesada por multitud de problemas fruto de esta situación. Sin un poder político propio, no hay unas instituciones que obedezcan a los intereses del pueblo andaluz. Murió la duquesa y continuamos esperando la Reforma Agraria mientras el desempleo estructural crece, especialmente entre la juventud, como crece la brecha salarial entre Andalucía y otros territorios del Estado y la Unión Europea. La precariedad laboral es la norma para l@s afortunad@s que trabajan mientras el capitalismo empuja a un@ de cada cuatr@ andaluces/zas a vivir en la exclusión social. La división internacional del trabajo sigue condenando a Andalucía a salarios bajos, a constituir una reserva de mano de obra preparada para emigrar, al trabajo de temporada en el turismo y a algún sector industrial que sea demasiado contaminante para que esté en Europa. Los tópicos sobre Andalucía continúan vigentes en pleno siglo XXI. Nuestra historia y nuestro patrimonio continúan siendo aplastados e ignorados. La campaña de españolización de Andalucía sigue funcionando en manos de alcaldes que arrinconan los símbolos de aquello que quieren olvidar (como ha ocurrido con el monumento a la Constitución de 1883 en Antequera) o clavan la bandera española de Franco en nuestras plazas y en todo aquello que parezca demasiado andaluz (en el castillo Sohail de Fuengirola o la Alcazaba de Vélez-Málaga) como hace todo ejército con los pueblos que conquista. Efectivamente Andalucía es una nación conquistada y colonizada por España.

 El Pueblo Trabajador Andaluz se encuentra en una situación de esclavitud. Todos los problemas de Andalucía se condensan en uno: en la falta de la soberanía política. Soberanía andaluza que nos robó el Estado en un ejercicio de conquista militar medieval y que ha conseguido perpetuar hasta el siglo XXI de múltiples formas. El Pueblo Andaluz es el usurpado y a él le corresponde recuperar lo que le es propio por naturaleza: el derecho a decidir sobre si mismo. Nosotr@s sufrimos los problemas y sólo nosotr@s podremos encontrar las soluciones. Si el Pueblo Andaluz decide recuperar su libertad debe ser arrancándosela a aquellos que nos la han robado. No podemos esperar una concesión de una España “más comprensiva”, un acuerdo o un pacto. Nada nos dará el Estado que desde hace siglos extrae riquezas y plusvalías de nuestra tierra y de nuestro pueblo trabajador. La soberanía nos fue robada por la fuerza e igualmente el Pueblo Andaluz deberá demostrar su fuerza si quiere recobrarla.  La fuerza que demostró Andalucía aquel 4 de diciembre de 1977 haciendo temblar los pilares del Estado y que le costó la vida a Manuel José García Caparrós.

 Las posturas intermedias o centristas han sido una trampa del nacionalismo expansionista español para camuflar la esclavitud del Pueblo Andaluz. Ya no hay espacio para soñar con una España mejor porque todo proyecto de España necesitará de su “patio trasero” y eso es Andalucía. Todo proyecto imperialista parte de la negación de la libertad de los pueblos trabajadores que oprime.  Aquell@s que siguen sosteniendo posturas conciliadoras con el Estado español sólo pueden tener dos razones: la ignorancia o el interés personal por medrar. La decisión está entre una Andalucía libre y socialista o una España (barnizada del color político que sea) en la que Andalucía siga siendo una colonia interna. La decisión es Andalucía o el Estado español.
Manuel José García Caparrós decidió una Andalucía soberana. Le costó la vida aquel 4 de diciembre. Blas Infante decidió una Andalucía libre. Lo asesinaron por ello en una cuneta un 11 de agosto. Gabriel Lima Tirado “Gabi” decidió una República Andaluza de Trabajadores. Por eso sus asesinato quedó impune.

 Hoy 4 de diciembre algunas fuerzas del Régimen se envuelven en la bandera verdiblanca o hablan de los problemas de Andalucía. Pero ocultan cual es el problema principal que abrirá la llave para afrontar el resto de problemas del Pueblo Andaluz: la falta de soberanía política andaluza. Hablar de soberanía económica, de soberanía alimentaria, de la “soberanía de Andalucía” sin mencionar la necesidad de soberanía política y quien nos ha usurpado nuestro derecho a decidir, España, o dando pasos no para avanzar hacía la libertad del país andaluz sino para afianzar aún más la dependencia de Andalucía no es luchar por Andalucía. Todo lo contrario: es perpetuar nuestra esclavitud como pueblo.

 Desde Nación Andaluza afirmamos que la lucha por la soberanía política es la vía necesaria para afrontar todos los problemas de Andalucía. Una lucha que se tiene que plasmar en la construcción de espacios de contrapoder popular que impulsen e inciten un proceso revolucionario andaluz que nos encamine hacia una República Andaluza de Trabajadores. Declaramos que el 4 de diciembre es el día nacional de Andalucía. Un día que el Estado y sus instituciones cómplices como la Junta han querido enterrar sin conseguirlo. Pero también afirmamos que Andalucía no cambiará si el 4 de diciembre lo convertimos en un día más en el calendario de movilizaciones al uso. Para tod@s aquell@s que aspiramos a una Andalucía libre todos los días han de ser 4 de diciembre. Abandonar el 5 de diciembre la cuestión de la usurpación y la falta de soberanía de Andalucía hasta el 4D siguiente no hará que la lucha por la libertad de Andalucía avance. La opresión nacional de Andalucía y su pueblo trabajador debe estar en el primer lugar de la agenda política todos los días. Afrontar nuestra opresión como “un día más en el calendario” alimenta la visión folclórica de Andalucía y supone abdicar de la obligación de todo aquel que esta esclavizado, como el Pueblo Andaluz, que es liberarse.

 El Estado español y el Capital tiemblan ante la hipótesis de una Andalucía en pie, organizada y consciente hacia la recuperación de su soberanía perdida. En esta lucha el pueblo trabajador andaluz no tiene nada que perder más que sus cadenas. Tiene en cambio, una Andalucía nueva que ganar de todos y para todos y no sólo para beneficio de condes y duques y banqueros.

 ¡Viva el 4 de diciembre!

¡Viva Manuel José García Caparrós!

¡Viva Andalucía independiente y socialista!

Permanente de la Comisión Nacional de Nación Andaluza.

 

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