lahaine.org
Estado español :: 25/10/2016

PSOE O Podemos: ¿quién calcula para canalizar hacia el sistema la indignación popular? (vídeo)

Cristóbal García / Canarias Semanal
“Es prioritario hacer pedagogía política sobre el papel de la nueva socialdemocracia en el Estado español”

¿Qué interpretación se puede hacer del sainete protagonizado por las fuerzas políticas del establishment,durante los últimos meses, en el Estado español? ¿Qué posibles desenlaces se puede esperar de la guerra abierta en el PSOE y de su decisión de facilitar el gobierno del Partido Popular? ¿Cuál puede ser la evolución de los acontecimientos tras la constitución del nuevo ejecutivo de Mariano Rajoy? ¿Qué  papel desempeñarán en este contexto fuerzas como Podemos o Izquierda Unida?
De los análisis más o menos acertados acerca de estas cuestiones que logre realizar la izquierda revolucionaria dependerá, en gran medida, que esté en disposición de empezar a articular, siquiera de forma incipiente, una verdadera alternativa a la propuesta “reformista” que hoy construye el “sentido común” de los sectores de la población con aspiraciones de transformación social. Avanzar en esta dirección requiere de forma urgente, en nuestra opinión, propiciar un debate abierto que permita combatir la confusión y clarificar posturas.

“Hoy es Podemos la organización que se encuentran mejor situada para canalizar hacia el sistema la indignación popular, reproduciendo la función que ya ejerció con las aspiraciones representadas por el 15M”

El artículo de Vicente Sarasa “Cuando la indignación se calcula para canalizarla”, publicado este  25 de octubre en Canarias-semanal, aporta elementos referidos a la coyuntura política que instan a entablar dicho debate y sobre los que  merece la pena reflexionar.


EL PSOE, EN EFECTO, NO ES UN PARTIDO DE IZQUIERDAS
   Sarasa dedica la mayor parte de su texto a poner de manifiesto, con absoluta razón, la trampa implícita en presentar  las “luchas por cuotas de poder” en el interior del PSOE como un enfrentamiento entre dos supuestas alas “derechista e izquierdista”, de la formación socio-liberal.


Acertadamente, Sarasa destaca también que carece de sentido plantear que el PSOE haya cometido una“traición” por su decisión de abstenerse para permitir el gobierno del PP.  Como apuntara en su díaManuel Sacristán, al ser interrogado en 1980 sobre otra presunta traición de esa organización: “El partido socialdemócrata está para eso, para impedir el ascenso de los trabajadores y quien se asombre de esto es que no ha leído nunca Historia”.


En efecto, presentar como traiciones lo que no son más que decisiones coherentes con la verdadera naturaleza de un partido que responde a los intereses del gran capital, forma parte de una “ceremonia de la confusión” que en muchísimos casos no resulta inocente.
En realidad – apunta  Sarasa en este sentido- lo que hace el PSOE es “engañar”, y “hablando de engaños, a ver si ahora estamos asistiendo a una reedición de los mismos”.

“Pablo Iglesias ya ha puesto en marcha su propio plan, la iniciativa ‘Vamos’, para tratar de“acumular fuerzas” en la calle, con el objetivo de seguir domesticando la indignación”

Coincidimos con Vicente Sarasa en su apreciación de que hoy “lo esencial es  si vamos a poner en marcha una estrategia de acumulación de fuerzas para enfrentarnos a la verdadera causa de los recortes”.
En este punto de su artículo, no obstante, Sarasa realiza una alusión a Podemos e IU -sin nombrarlos explícitamente- con un planteamiento impreciso que, a falta de mayor concreción,  podría dar lugar a interpretaciones diversas:
“A ver si a algunos,  para no centrarse en eso  (en la necesidad de acumular fuerzas en el campo popular) y después de tanta centralidad de tablero, prefieren colocarse/posturearse… en el centro de la oposición un tiempecito: el suficiente – afirma el articulista – para vendernos como izquierda lo que nunca fue para no tener que serlo si finalmente tuvieran que traducir las órdenes de gobierno dictadas en alemán”.
Una plausible lectura de este párrafo podría llevar a inferir, en efecto, una suerte de llamada a las formaciones que aspiran a sustituir al PSOE como la nueva socialdemocracia del Estado español,a sumarse a este trabajo de “acumulación”.
Vicente Sarasa concluye su artículo, ciertamente, con otra alusión crítica que incluye una referencia irónica a la “última rectificación espartaquista de Pablo Iglesias”  Pese a todo, esta única cita, relegada al pie de la página, y la indeterminación del párrafo anterior impiden, en nuestra opinión, que el artículo del miembro de Red Roja explicite con precisión de dónde proceden hoy, principalmente, los engaños que amenazan con hacernos repetir, como terrible farsa, la estafa de la Transición.
PODEMOS YA TIENE SU PROPIA  “ESTRATEGIA DE ACUMULACIÓN” E INSTRUMENTALIZACIÓN DE LAS LUCHAS POPULARES
Una falencia del texto que nos parece preciso señalar, en la medida en que afecta a un aspecto en absoluto secundario en el análisis de la realidad política actual. La necesidad de aclarar, sin ningún género de dudas, la posición de la izquierda  revolucionaria con respecto a los llamados partidos “reformistas”resulta hoy más inexcusable que nunca.  Ello es así porque, de hecho, Podemos ya ha puesto en marcha su propio plan para tratar de “acumular fuerzas”, con el objetivo de seguir domesticando la indignación.
Se trata de la iniciativa “Vamos”, que presentaba el propio Pablo Iglesias en Madrid, la pasada semana, con motivo de un acto organizado para denunciar  la pobreza energética. Dicha iniciativa -según sus promotores – “se propone desplegar a pie de calle, en cada barrio y en cada pueblo, espacios de participación y acción colectiva que respondan a las necesidades de la gente y de los territorios” y “convencer de que tanto en las instituciones como en los barrios, somos la herramienta más útil para la mayoría social”.
Hace apenas tres meses, el secretario general de Podemos no tenía reparos en afirmar, en laclausura de unos cursos de verano de la UCM, que “eso que decíamos cuando éramos de izquierda radical, que las cosas se cambiaban en la calle, es una estupidez, ya que las cosas donde se cambian es en las instituciones”.
Ahora, tras calcular las oportunidades que el descalabro del PSOE ofrece al medro de su organización, y al suyo propio, Iglesias ha decidido escenificar un “nuevo giro a la izquierda”, posibilitado también por el hecho de que -al contrario que lo que ha sucedido con su homólogo griego Syriza – su permanencia en la oposición le permitirá ocultar las consecuencias que en el Gobierno se derivarían de su absoluta sumisión a los dictados de la Unión Europea.
Así, el pasado 17 de octubre Pablo Iglesias volvía a modificar su discurso para adaptarse a la ocasión, afirmando, ante un público enfervorecido -y carente de memoria- que “es mentira que la política se haga en los parlamentos, ya que realmente se hace en las calles, en los lugares de trabajo y los barrios”.
A partir de ahora, “Podemos se propone dar formación a sus cuadros para mejorar sus capacidades de “intervenir socialmente”. Huelga decir, suponemos, que la trayectoria del partido morado y de sus líderes constituyen evidencia empírica suficiente para sostener que esta estrategia no persigue crear un poder popular que, llegado el caso, sirviese como sustento para tratar de aplicar políticas verdaderamente progresistas en contra de las marcadas por la UE en nombre de los capitalistas europeos.  Toda la experiencia histórica acumulada indica, por el contrario, que nos encontramos ante el enésimo intento deinstrumentalizar la movilización popular, tal y como hiciera en su día el propio PSOE.
LA NECESIDAD DE HACER PEDAGOGÍA POLÍTICA SOBRE EL SIGNIFICADO DE LA NUEVA SOCIALDEMOCRACIA 
Y es que – con independencia de cuál pueda ser el futuro mediato del Partido Socialista Obrero Español – hoy es Podemos la organización que se encuentran mejor situada para canalizar hacia el sistema la indignación popular, reproduciendo la función que ya ejerció con las aspiraciones representadas por el 15M.
Por otro lado – y yendo más allá de lo expresado por Vicente Sarasa en su artículo – resulta preciso señalar que la abrumadora hegemonía de las organizaciones “reformistas”, y la evidente debilidad actual de las revolucionarias, convertiría en una táctica suicida, y destinada al más absoluto fracaso, cualquier planteamiento orientado a sumarse a las movilizaciones e iniciativas podemitas con la esperanza de“desbordarlas” posteriormente por la izquierda.

“Hoy es prioritario librar una batalla teórica y práctica para clarificar cuál es  el papel reaccionario que pretende desempeñar la nueva socialdemocracia, presentándose como la “alternativa del cambio social

Obviamente, al tiempo que se esfuerzan por crear su propia base social, los revolucionarios deben estar allí donde se encuentran las clases trabajadoras y populares. Sin embargo, incluso este trabajo esencial podría acabar siendo inútil si, simultáneamente, no desarrollan un esfuerzo sistemático por clarificar, con la oportuna pedagogía política, cuál es el papel reaccionario que hoy pretende desempeñar la nueva socialdemocracia, presentándose como la “alternativa del cambio social”.
Si esta batalla teórica y práctica -que permitirá ubicar  en los próximos tiempos a todos los actores políticos del Estado español- no se llega a librar en este momento, y con la necesaria tenacidad, sin duda el conjunto de los pueblos del Estado lo tendrán que lamentar.
(*) Cristóbal García Vera es miembro de la Redacción de Canarias-semanal.org.
VÍDEO RELACIONADO: Pablo Iglesias, tras su último “giro a la izquierda”,desmintiéndose a sí mismo tres meses después

 

http://canarias-semanal.org/not/19228/psoe-o-podemos-quien-calcula-para-canalizar-hacia-el-sistema-la-indignacion-popular-/

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal