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Estado español :: 26/02/2015

"Dicen que no hay dinero, pero lo hay para despilfarrar y construir aeropuertos sin uso"

Periódico cnt
Entrevista a Carmen Lara, activista de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C.

Nunca como hasta ahora habíamos oído hablar tanto de la hepatitis C. Miles de españoles están afectados por una enfermedad que atenaza sus vidas a cualquier hora y en cualquier momento. Porque ellos, los enfermos, nunca saben si llegará antes el remedio o la muerte. En conversación telefónica Carmen Lara nos ha contado su pelea por la vida.

Desconocen al acudir al médico si éste les dirá que no hay medicación para todos; les dirá también que el Estado ha decido suministrar Sovaldi a los que están muy enfermos, pero no tanto como para malgastar el dinero. La empresa que ha patentado el producto milagroso, Gilead, ha visto como su cotización se disparaba en la bolsa de los mercados mundiales. Las ventas del fármaco suponen casi mil trescientos millones de euros en un año. El médico les dirá que si disponen de 55.000 euros podrán llevar a cabo un tratamiento durante tres meses y ellos, muchos de ellos, responderán que su bolsillo no puede con tamaño presupuesto. De nuevo, como ocurre con infinita frecuencia, el rico salvará su vida; el que no lo es, no. Rotunda en sus expresiones, Carmen no duda en pedir la expropiación de la patente para que esté al alcance de todos los bolsillos.

Pregunta.- ¿Cómo se encuentra de ánimo?

Respuesta.- Algo agotada porque son muchos años con la enfermedad. Me doy cuenta que me canso más que cualquier otra persona; pero, pese a todo, mantengo mi actividad cotidiana.

P.- Qué sensación tiene cuando interioriza que lo suyo y lo de tantos otros es pura economía: gastos e ingresos.

R.- Es un sentimiento de frustración e indignación porque según parece para nuestro gobierno los ciudadanos no importamos nada. Estamos en manos de ellos que son quienes no nos dan el medicamento que nos curará.
En esta situación los que no tenemos dinero somos quienes peor lo tenemos. El tratamiento esta ahí, en el mercado, y con una efectividad del 98%.

P.- ¿Desde cuándo llevan movilizándose?

R.- El día 29 de diciembre fue cuando decidimos encerrarnos en el hospital provincial y lo abandonamos hace unos días. Dejamos la ocupación al constatar que no había suficiente gente para mantener una dinámica que exige dedicación. Nos encerramos gracias a la colaboración de nuestros amigos, de los compañeros de CNT y algunos afectados que conocíamos. A raíz de este encierro se sumó más gente a las diversas iniciativas que se plantearon. Formamos una asociación, colocamos mesas informativas en el exterior del hospital, recogimos miles de firmas...

P.- ¿Cuándo asumes que para curar la enfermedad había que tener mucho dinero?

R.- A raíz de una visita a mi médico. En aquel entonces anunciaron a bombo y platillo que los medicamentos estaban disponibles. Ingenua, pensé que en mi próxima cita el médico me daría la receta para la compra de Sovaldi. Mi sorpresa fue cuando me dijo que no podía recetármelo porque no estaba disponible para todos. Se dispensaba solo para determinados tipos de pacientes afectados ya de forma grave por la enfermedad. Muy educado, el médico me expresó su pesar y yo me quedé pensativa, un tanto chafada y desilusionada. Le pregunté al médico si me podía ir tranquila a casa y él me contestó que en su caso no estaría tranquilo. Así de claro. En esta situación, y sabiendo el estado en el que estoy (nivel 3, con cirrosis declarada) me dije que algo había que hacer. No podía seguir callada. Ni yo, ni otros tantos enfermos.

P.- ¿Cuál es a tu juicio el papel que ja jugado la administración andaluza durante este tiempo y en este caso?

R.-Se ha comportado igual que el gobierno central. Ellos se quieren poner flores diciendo que nos van a dar la medicación que necesitamos; pero es mentira. Andalucía ha firmado un protocolo para priorizar el uso del fármaco que, en realidad, es todavía más restrictivo que antes de su firma. Solo contempla dárselo a las personas que están en un nivel 4, que es el último de la enfermedad. Dentro de este segmento de enfermos se lo dan a los que tienen posibilidades reales de supervivencia.

P.- ¿Cuál ha sido el papel que ha jugado CNT en las movilizaciones?

R.- Ha sido de mucha colaboración y ayuda. Estoy afiliada al sindicato y se puede decir que ha sido un filón porque es un sindicato que lucha, que es reivindicativo y ésto, claro, nos ha permitido seguir hacia adelante.

P.- ¿Confía en que este problema, grave problema para tanta gente, se pueda resolver a corto plazo?

R.- A corto plazo los veo difícil porque ellos parece que están esperando a que haya más empresas farmacéuticas que compitan entre si para que bajen los precios. Ahora se ha constituido un comité de expertos, elegidos por el Ministerio de Sanidad, que, si te fijas, tienen estrechos vínculos con las empresas del sector. Tampoco confío en la revisión del protocolo porque no creo que recoja muchas mejoras; la verdad. Por nuestra parte, la de los enfermos, es una situación desesperante y humillante.

P.- ¿Cómo digieren que el gobierno de España haya sido el único que no ha presionado para que la empresa Giliad baje el precio del medicamento?

R.- Obedece a los intereses que tienen. No les preocupa la salud de los enfermos.
Dicen que no hay dinero; pero si lo hay para construir aeropuertos que no se usan y para otros despilfarros. Hay solución para este problema porque solo hay que mirar lo que ha hecho India. Hay que tener voluntad para salvar a las personas. En India han rechazado la patente para fabricar su propio producto genérico a un coste infinitamente inferior. Simplemente, con una amenaza a la empresa farmacéutica de expropiación de la patente la empresa abarataría el coste del tratamiento.         

Y es que las cifras cantan. El coste de la producción del medicamento oscila entre los 50 y los 100 euros, mientras que un tratamiento completo se sitúa alrededor de los 50.000 euros. Con estos números no resulta extraño que tan solo algo menos del 5% de los enfermos pueda sufragar los gastos médicos.

En este contexto la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C ha reclamado al gobierno central una partida de 800 millones de euros para tratar a los casi 50.000 pacientes graves.  

http://cnt.es/noticias/dicen-que-no-hay-dinero-pero-lo-hay-para-despilfarrar-y-construir-aeropuertos-sin-uso

Periódico CNT nº 416 - Febrero 2015

 

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