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Estado español :: 12/11/2015

Un aluvión de desertores desembarca en Podemos en las últimas horas

Aday Quesada
Desde la "izquierda ambigua" hasta la extrema derecha.

Pablo Iglesias está consiguiendo poner de nuevo a los grandes medios de comunicación en sorprendente sincronía con su causa electoral. Con sonoros golpes de efecto, Iglesias está logrando que la mayoría de los medios se vean obligados a tener a Podemos en el alero principal de sus informaciones.

Es cierto que ya se le agotó el recurrido pretexto de los contenidos de su programa "revolucionario", que provocaba pánico injustificado entre los venerables artífices de la "Santa Transición". Aquel discurso, huero en los contenidos pero truculentamente histriónico en las formas, ha ido diluyéndose de forma galopante hasta quedar flotando en el limbo de la nada ideológica. A estas alturas de este tenso Carnaval electoral, las propuestas electorales de Podemos han quedado arrinconadas en la última esquina de la derecha de la socialdemocracia española.

Esa es la razón por la que ahora la estrategia electoral de Pablo Iglesias requiere de anuncios espectaculares, de candidaturas estrellas, de "shocks emocionales" tales como los de incluir en sus listas a una jueza, progre de noche y represora de día, a la que no le tembló el pulso a la hora de arrastrar hasta el banquillo a cinco combativas sindicalistas hartas de que los efectos de la crisis recayeran particularmente sobre las mujeres. O intentar conmocionar a los medios rompiendo las entretelas de nuestro Ministro de Defensa y mercachifle de la industria armamentista, Pedro Morenés, designando a dedo al otánico ex Jefe de la Junta de Estado Mayor, Julio Rodríguez, que diseñó la participación española en los bombardeos contra Libia en el 2011.

No reconocer a estas alturas que Iglesias sabe administrar con acierto las dosis de sus anuncios efectistas es no entender los mecanismos de esta alucinada sociedad del espectáculo, como la calificaría Debord. Iglesias los entedió y en connivencia con los propietarios de la industria mediática está haciendo uso de ellos. Una muestra de ello es, por ejemplo, su anuncio de que la jueza peninsular adscrita a los juzgados canarios, Victoria Rosell, sería su ministra de Justicia en el hipotético caso de que ganara las elecciones. Él - y sobre todo sus asesoras/es en el Archipiélago - son conscientes del efecto que ello tendrá en la mezquina pequeña burguesía de las Islas que siempre ha clamado por tener "valedores" en las más altas instancias institucionales madrileñas. La prensa y las TV locales celebrarán con alborozo la importancia de tener tan alta representacion en la Corte, aunque la jueza Rosell no pase de ser lo que algunos canarios denominan despectivamente como "una goda", aludiendo con ello a su doble condición de peninsular y funcionaria.

Pero en el curso de las últimas horas Iglesias, en sus piruetas mediáticas, ha alcanzado "el más difícil todavía". En esta ocasión, los tres últimos fichajes han sido realmente significativos. El primero de ellos viene dado por el reclutamiento de Santiago Alba Rico, un escritor y guionista medianamente conocido en los ámbitos de la izquierda a cuyo cargo estuvo la construccion del armazón teórico con el que se pretendió desde las filas de la progresía dar cobijo a la intervención euro-norteamericana en Libia [y Siria].

Pero a los méritos de Alba Rico se une, además, el de haber sido uno de los inspiradores filosóficos de la aparición de Podemos. Alba participó en enero del año 2014 en la elaboración y firma del Manifiesto Fundacional de la organización. Junto a Carlos Fernández Liria, otro intelectual miembro de la gauche divine keynesiana, Santiago Alba forma tándem en la defensa de una novedosa corriente de la progresía española, que algunos denominan la "ideología ambigua"

PÉREZ ROYO, UN ANTICOMUNISTA DE PRO

En la misma línea histérica de vertiginosa derechización, los portavoces de Podemos anunciaron también este mismo martes que el talludo catedrático de Derecho Constitucional Javier Pérez Royo, de 71 años, irá en el número tres de la lista al Congreso de Diputados de Podemos, por la provincia de Sevilla. Pérez Royo formó parte durante la "Transición" de aquel aluvión de universitarios que ocuparon las filas del PCE, convencidos de que el futuro de esa organización iba a ser similar al del potente Partido Comunista Italiano de aquellos años.

Sin embargo, apenas fueron conociéndose los pobres resultados obtenidos por el PCE de Carrillo en las primeras contiendas electorales de finales de los 70 y principios de los 80, el mismo ímpetu que pusieron en entrar en las filas comunistas, lo usaron después a la hora de ponerse al servicio de un PSOE ganador.

Javier Pérez Royo terminó siendo un estrecho colaborador y exégeta de los gobiernos corruptos de Manuel Chaves en Andalucía. En el curso de estos ultimos años sus intervenciones públicas han estado saturadas de un pestilente tufo de anticomunismo maccartista, con la diana siempre puesta, por cierto, en quien hasta hace muy poco se atrevía a decir que "Pablo Iglesias era el Lenin del siglo XXI". Nos referimos, naturalmente, al ex coordinador de IU, Julio Anguita.

TRES MIL EX PEPEROS

No obstante, los apoyos de las últimas horas no parecen venirle a Pablo Iglesias sólo de personajes adscritos a la "ideología ambigua". Según informó este mismo martes el digital Diariocrítico, el grupo denominado "Corriente Reformista", integrado por unos 3.000 ex militantes del PP, particularmente de Madrid y Andalucía, emitió un comunicado de apoyo electoral a Podemos. En dicho comunicado, los ex peperos justificaron su apoyo a la formacion de Pablo Iglesias asegurando que solo actúan "impulsados por nuestro sentido crítico de la política, nuestra apuesta permanente por la regeneración democrática, nuestra lucha contra la corrupción y guiados por la imperiosa necesidad de recuperar la decencia, la transparencia y el control ciudadano en las instituciones".

Pese a su público apoyo a Podemos, los miembros de esta corriente aseguraron a Diariocrítico que no concurrirán en sus listas ya que, según explican, su colaboración y apoyo lo harán como "independientes". Estos ex militantes críticos esperan - dijeron- que Pablo Iglesias "continúe en el camino de la transversalidad, para construir un movimiento político-social de clases populares y medias que, siendo consciente de la rica diversidad de las tierras que forman España y fomentando dicha diversidad, sea capaz de articular un país más próspero, justo y cohesionado". Así será, seguro.

 

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