JOHANNESBURGO/Gara. 05/09/02.- Con una sonora y sentida pitada a Colin Powell, secretario de Estado de EEUU, concluyó ayer la Cumbre de Johannesburgo, que deja en su haber un plan de acción que ha sido muy criticado por poco ambicioso. El apartado de energía no incluye ninguna meta, ni tampoco plazos para el aumento en el uso de energías renovables. En el aspecto positivo, está el anuncio de Rusia y Canadá de que ratificarán Kioto.

"Bush: Personas y Planeta. No Grandes Negocios". Con esta pancarta, acompañada de gritos, abucheos y una sonora pitada recibió ayer el público la intervención del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, en la sesión plenaria de la Cumbre sobre Desarrollo Sostenible que concluyó ayer en Johannesburgo.

La gente empezó a aplaudir y la Policía acudió rápidamente a confiscar la pancarta. Pocos segundos después, otra pancarta con el mismo mensaje, apareció en la otra punta de la sala y la gente volvió a aplaudir, esta vez pataleando fuertemente el suelo. Ante tamaño consenso, el secretario de Estado estadounidense interrumpió su discurso, mientras el público empezó a silbarle y acusarle de hipócrita y de avergonzar al mundo con su política unilateral.

Se da la circunstancia de que el acceso a la Sala del Plenario es muy restringido, y desde que los Jefes de Estado empezaron a pronunciar sus discursos, entrar en el recinto resulta difícil incluso para los miembros de las delegaciones.

Colin Powell llegó más de media hora tarde, lo que obligó a varios gobiernos a anticipar su lectura. Para mayor abundamiento, la llegada del secretario de Estado coincidió con la intervención de Yusef Abu Safieh, portavoz del Ministerio de Medio Ambiente de la delegación de Palestina. Mientras Abu Safieh numeraba los miles de asesinatos de palestinos por el Gobierno israelí «financiado con armamento americano», Powell entró en la conferencia y su imagen se proyectó a través de dos pantallas enormes.

El secretario de Estado empezó comentando que el camino hacia el desarrollo sostenible ha de pasar por los conceptos de democracia, libertad y paz. Pero al poco rato de su discurso, los miembros acreditados de las últimas filas mostraron sus pancartas y empezaron a boicotear el discurso. La Policía detuvo a varios miembros que se negaban a guardar silencio, mientras la ministra de Asuntos Exteriories surafricana, Nkosazana Dlamini-Zuma, que presidía la sesión, pedía respeto y calificaba de «totalmente inaceptables» los abucheos.

Al cabo de unos minutos de tensión, y después de haber expulsado alrededor de diez miembros esposados, el plenario volvió a la normalidad y Powell continuó con su discurso. Pero cuando mencionó los compromisos del Gobierno estadounidense en mejorar la situación del cambio climático, el publicó volvió a abuchear el discurso, gritándole expresiones como «mentiroso» y «cobarde» y proclamando que la política de Bush está avergonzando a todo el planeta.

La actitud de la delegación estadounidense durante la cumbre ha generado grandes rechazos tanto de las ONG como de otras delegaciones, por su rechazo a ratificar el Protocolo de Kioto sobre emisión de gases con efecto invernadero como por su negación, junto con Japón y Arabia Saudi, en asignar metas a la producción de energía renovables.

Incluso el secretario general de la ONU, Kofi Annan, reconoció que la cumbre no ha producido todo lo que se esperaba pero insistió en que «no ha sido ningún fracaso. Hay que tener cuidado para no esperar milagros de cumbres como esta», llegó a señalar Annan.

Bastante más escéptico, el jefe de Estado de Venezuela y presidente de turno del Grupo de los 77, Hugo Chávez, lamentó que la cumbre no haya conseguido avanzar más en la protección del medio ambiente y en la lucha contra la pobreza. Chávez abogó por «cambiar radicalmente el formato de estas cumbres. Debemos exigir mucho más y hacer oír la voz del pueblo», agregó.

El ministro de Medio Ambiente de República Domininaca, Rafael de Moya, advirtió que «los países ricos no pueden seguir contaminando el planeta como lo han venido haciendo los últimos 150 años sin desembocar en una catástrofe».

Pero no todo ha sido negativo en esta cumbre. El anuncio por parte de China, Rusia y Canadá de que van a ratificar el Protocolo de Kioto ha sido acogido con gran ilusión. Además, el Plan de Acción hace referencia a la responsalibidad de las empresas, operen donde operen, utilicen criterios de protección ambiental, aunque este punto deberá ser definido y regulado posteriormente por la ONU. Detrás de Bush están las grandes petroleras, dice Greenpeace

La organización ecologista Greenpeace denunció ayer que las grandes multinacionales petroleras enviaron una carta al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en la que le instaban a bloquear cualquier decisión contraria a sus intereses en la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible. Greenpeace considera que la influencia del 'lobby' petrolero, «financiado por ExxonMobil», ha sido totalmente decisiva para que «2.000 millones de personas no tengan acceso a la energía» y para que esté «todo el planeta expuesto a los impactos del cambio climático».