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Génova y las Tutte Bianche. De derrota final, nada.
Jordi Muñoz

Quisiera dar réplica a lo expuesto por Roberto Delgado en el artículo Génova y la derrota final de los Monos Blancos publicado semanas atrás, puesto que no puedo compartir su diagnóstico de derrota total de las Tutte Bianche después de Génova.

Vaya por delante que no formo parte de las Tutte Bianche, ni de ningún colectivo similar que pudea existir por estas tierras, simplemente hablo a nivel personal, cómo militante anticapitalista y participante activo en la columna de Disobbedienti de Génova

En primer lugar, quiero matizar varias cosas que se afirman en el artículo: Una, que a pesar de la "construcción mediática", la columna en la qual participaron las Tutte Bianche en Génova fue mucho más amplia que el propio colectivo de monos blancos (por eso no había nadie vestido de blanco allí aquel día). La columna, llamada Disobbedienti, estava formada por una agregación de colectivos que defendian, dentro del marco de los acuerdos del GSF, la desobediencia civil activa. Esto es, básicamente, había las propias Tutte Bianche, pero también los autónomos del sur de Italia (Rete No-Global, etc) y los Giovanni Communisti (juventudes de Rifondazione Comunista, partido parlamentario). Por lo tanto, el comportamiento de la columna fue sempre resultado de acuerdos entre varias partes y no solamente de decisiones própias del colectivo de monos blancos.

Otra, que no es cierto que las Tutte Bianche rechazen qualquier expresión de violencia física directa, simplemente se decidió que en Génova, en aquel lugar y en aquel momento, se renunciaba a atacar la ciudad, edificios o personas, priorizando así el mantenimiento del marco unitario del GSF, la solidez de la columna disobbedienti y una determinada imágen hacia la población italiana. Esto fue una apuesta táctica clara, pero no es un punto básico de Tutte Bianche, como lo demuestra su actuación en Praga -donde se usaron también palos-, o su voluntad de no criminalizar ninguna de las formas de lucha que se pusieron en práctica en Génova aquellos días de julio.

Por lo tanto, tampoco es del todo exacta la interpretacion del lanzamiento de objetos que tuvo lugar en Via Tolemaide y adyacentes cómo algo indeseado y deseperado. En este sentido, hay que entender que la declaración hecha a una comisión parlamentaria no podia, por razones obvia, calificar de otra manera lo que sucedió. Lo que quiero decir es que, si bien es cierto que nuestras intenciones iniciales no eran ésas, y que lo que queríamos era tener bastante con los escudos y protecciones, prácticamente no hubo voces contra la actitud que se tomó posteriormente, puesto que se planteaba cómo respuesta y era necesaria. Fue una respuesta decidida en el momento ante la dureza de la policía, pero fue masiva (duró unas cuatro horas y participaron cinetos y cientos de personas), casi unánime y muy centrada en defendernos de los ataques policiales y mantener posiciones y proteger a mucha de nuestra gente. No ha habido ningún rechazo ideológico a aquel lanzamiento de objetos. Es más, no ha habido, por parte de Tutte Bianche ningúna criminalización de ninguna forma de lucha.

Ahora bien, es cierto, y no lo niega nadie que algo falló en Génova. Se dice que fue ingenuidad, que la "bondad" del movimiento fue lo que falló. Tengo mis dudas. Es cierto que el grado de represión fue muy intenso y que probablemente sobrepasó nuestras expectativas, pero tampoco se puede pensar que quienes nos encontramos en Via Tolemaide aquel día no supiésemos que la respuesta de la policía sería muy dura. Habia miedo, y mucho. Quizás, como dijo Casarini, no miedo de morir, es cierto, pero nadie pensaba que sería una jornada festiva aquello.

Interpretar cómo uuna derrota política la no-invasión de la zona roja es, a mi juicio, un error, puesto que tal y cómo se planteó todo desde el primer momento (restricciones éticas, publicidad, recorrido, etc) eran pocos quienes creían que entraríamos. El planteamiento era decir que íbamos a entrar, y la idea en realidad era que la victoria sería intentarlo y que nos lo impidesesn por la fuerza y ser l@s buen@s de la película y...en definitiva, era una cuestión mediática. Si alguen lo duda aún, los "numeritos" callejeros de Tutte Bianche, en el fondo no pretenden vencer físicamente a la policía, sinó más bien se busca "la imagen", lo que se ha venido en llamar la "visualización del conflicto"

La valoración política, realmente es difícil de hacer, puesto que todo ha quedado profundamente marcado por la muerte de Carlo Giuiani, y hacer una valoración política fría con un cadáver encima de la mesa resulta inhumao y quizá incluso repugnante.

Aún así, hay algunas cosas claras que se pueden concluir, y que no son, ni de lejos, "la derrota final de los Monos Blancos". Algunas se han dicho ya claramente y otras corren de boca en boca entre la gente des de el mismo autobús de vuelta de Génova o desde el 11 de Septiembre:

-Está claro que no podemos (ni queremos) soportar el nivel de represión que sufrimos en Génova. Como dice Luca Casarini, estamos preparados para pasar miedo, si, pero no miedo a morir. Por lo tanto, no se debería repetir una situación como aquella. Y ahora, después del 11 de Septiembre, con la cruzada munidal antiterrorista, tienen un paraguas legitimador para intensificar la represión que nos debería, si no dar miedo, sí infundir mucho, mucho respeto.

-Las tácticas de desobediencia civil, tipo monos blancos han de seguir evolucionando, mejorando y adaptándose al contexto canviante, cómo, sin duda, han venido haciendo desde su aparición. Se puede pensar que su evolución pasa por una temporada de "descanso", o que hay que endurecerlas, o que hay que olvidar la "publicidad total" de todas las acciones...personalmente, no lo sé, pero creo que es un debate necesario.

-La convivencia entre las distintas formas de lucha en el movimiento ha de mejorar substancialmente. En este sentido, creo que no hay que criminalizar a nadie por su opción de lucha, pero tampoco se debería envolver a nadie que no lo ha escogido en espirales de violencia que en el contexto actual pueden resultar muy, muy peligrosas.

-Como se ha dicho, hay que pensar en transitar des de la desobediencia civil hacia la desobediencia social, la fase de grandes shows callejeros está ya suficientemente madura cómo para que empezemos a pensar tod@s en complementarla seriamente con una intensa red social anitcapitalista que empieze a articular alternativar reales y diarias al sistema. No se trata de descubrir el agua con sal, sino de aprovechar, antes de que se muera, el fenómeno antiglobalización como cobertura ideológica para articular un movimiento de base, real, de oposición y alternativa al sistema en todos los ámbitos de nuestras vidas. Este es el gran debate y la gran tarea que nos toca a tod@s.

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