La milicia de extrema derecha y otras organizaciones racistas son cada vez más expertas en el conocimiento y uso de técnicas de combate táctico, mientras que los movimientos revolucionarios permanecen indefensos. La cuestión que debe plantearse es: si la semana que viene estalla un conflicto, ¿estaremos preparados para defendernos? Una cosa es cierta, las organizaciones de extrema derecha que actualmente están ofreciendo clases de entrenamiento táctico legalmente por toda norteamérica nos llevarán mucha ventaja.

La realidad de la situación es que el combate táctico y el entrenamiento de defensa personal no es algo que pueda ser dominado en una semana o incluso un año. Nuestro entrenamiento tiene que llegar a un punto donde los ejercicios se transformen en reacciones neuromusculares (o que, por lo tanto, seamos capaces de usar técnicas sin pensar en ellas). Así es cuando se empieza a tener habilidad y puede pasar mucho tiempo hasta alcanzar este punto. La cuestión es que estas milicias de extrema derecha y otras organizaciones racistas han tenido un entrenamiento muy serio durante un largo período de tiempo mientras muchos de nosotros todavía vemos el concepto muy prematuro.

Otro punto es que hay una definitiva y obvia relación existente entre las armas de fuego y la revolución. Como dijo George Jackson, "¡Nuestra historia nos enseña que el éxito de la lucha por la liberación requiere gente armada, un grupo de gente, que participe activamente en la lucha por su libertad!". El hecho es que nunca ha habido una revolución exitosa sin al menos alguna muestra de fuerza.

Actualmente, el entrenamiento en armas de fuego en los movimientos revolucionarios ha sido percibido a menudo como algo prematuro o una invitación a la represión policial. Ejemplos serían MOVE y el Partido de los Panteras Negras.

El objetivo de estas organizaciones fue hacer una declaración política mediante una muestra de su poder armado. Hacer patrullas de vecinos y actuar como una policía revolucionaria difiere mucho de portar armas ocultas para la protección personal. No se ha de criticar estas organizaciones por algunas acciones, ya que han servido a un valioso propósito. Sin embargo esto no es exactamente lo entendemos por autodefensa.

El crimen en los barrios: Debemos debilitar nuestra dependencia de las agencias de protección del gobierno

La propiedad privada de armas de fuego en los EEUU para cualquier actividad, excepto la caza o el deporte (incluso en muchos círculos revolucionarios) ha sido estigmatizada y se ha hecho aparecer como algo ilegítimo e ilegal. La realidad es que en muchos estados es legal la posesión y uso de las armas de fuego letales en defensa propia. La gente se ha vuelto completamente dependiente de las agencias para su protección. Esto no es un accidente, ya que debido a que el crimen y la violencia son explotados a través de los media, hemos dejado que el gobierno participe. Ellos han estado más que contentos de proveernos con sus soluciones: la gente dependiente e indefensa es gente esclavizada.

La delincuencia es el mayor temor en la actualidad en EEUU. Ésta está creciendo y la campaña de histeria continua constantemente en los medios de comunicación en un esfuerzo efectivo de trasladar los miedos a la población.

Este temor se ha extendido por los estilos de vida de todas las clases sociales y con la precisión de un reloj se ha traducido en la llamada por parte del gobierno de más policías a la calle. La anarquía y otros argumentos revolucionarios que proponen la abolición de la policía y la prisión no han servido de nada, ya que los norteamericanos, hoy por hoy, conciben el sistema policial y penitenciario como la única alternativa al crimen.

La protección personal y el entrenamiento táctico de defensa personal como alternativas viables al crimen podría ser enseñado en los barrios. Pero el entrenamiento en armas de fuego es sólo un aspecto del conjunto. La gente necesita entender los conceptos de defensa armada y desarmada, prevención de raptos, seguridad en el hogar, así como tratar con el sistema legal. La gente necesita saber cuando usar el apropiado nivel de fuerza, las características de una situación de estrés, tratando de resolver las consecuencias.

El hecho de enseñar defensa personal en la comunidad tendría que mirarse como un hecho revolucionario de autoridad en sí mismo. A través de la defensa personal, la gente estaría dando su propio significado a la autodeterminación así como un camino para seguir y luchar. De este modo, debilitando nuestra dependencia de las agencias de protección del gobierno nos daríamos a nosotros mismos la posibilidad de estar más cerca de nuestros sueños.