R.Dominicana: Haitiano - fobia y poder

En lugar de contribuir a anular la sentencia racista anti-haitiana del Tribunal Constitucional (TC), que le negaba la nacionalidad a los/as dominicanos/as de ascendencia haitiana, el presidente Danilo Medina y su equipo de gobierno -camino a su reelección- optaron por cabalgar sobre ella y remendarla para erigirse en cabecillas del seudo-nacionalismo que asume el “peligro haitiano” para captar la nefasta cosecha de esa construcción ideológica a nivel electoral; desplazando así a sus más activos promotores de las últimas décadas y chantajeando la blandengue oposición a derrotar en los comicios del 2016.

Ahora el nuevo caudillo de la supuesta “defensa de la patria” para enfrentar el “peligro haitiano” y la “conjura internacional” a favor de Haití, es el presidente Danilo Medina desde su triple condición de jefe del Estado y partido, y candidato a la reelección. La gritería de “Los Vinchos” es porque les quitaron a ellos y a Leonel el liderazgo anti-haitiano.

Calculados los costos de la re-postulación y del pacto que tranzó reelección por impunidad; calculado el agotamiento de otros recursos de “popularidad electoral” en medio de la degradación económica, social y moral de este régimen… los asesores de marketing y “hacedores” de imágenes, optaron por recomendarle al danilismo arreciar la campaña seudo-nacionalista y emplear a fondo el engendro del racismo y la xenofobia contras Haití.

El auge de las protestas sociales, las evidencias de sobornos en la reforma congresual pro-reelección, la denuncia de la estafa multimillonaria en la remodelación del Hospital Darío Contreras, el estallido del cártel del tráfico de influencia brasileño y sus conexiones dominicanas, aceleraron esa perversa tónica oficial frente a justificadas críticas internacionales a las viejas y nuevas modalidades de xenofobia y de racismo, disfrazándola del derecho a definir políticas migratorias y a proteger una soberanía inexistente a causa del coloniaje gringo.

Esto ha sido señeramente ayudado por el anti-dominicanismo radical de la corrompida clase gobernante-dominante de Haití, empeñada en propósitos similares; haciendo especial provecho del abominable desprecio histórico de las elites dominicanas contra el brutalmente empobrecido y discriminado pueblo haitiano.

El propósito de ese manejo publicitario-propagandístico es sepultar o marginar lo que afecte la imagen de un Danilo Medina y un PLD en reelección, superponiéndoles la avalancha patriotera; con especial empeño en silenciar el escándalo ODEBRECH, potenciado con los recientes apresamientos en Brasil y la decisión institucional de investigar las conexiones internacionales, incluidas las dominico-brasileñas.

Así, el “peligro haitiano” -imaginariamente aupado por un mundo hostil a nuestro patriotismo- ha pasado a ocupar un papel central en la campaña del poder continuista.

26-07-2015, Santo Domingo, RD
La Haine