¡¡Otra vez ayotzinapa!!

Hoy nos convoca el dolor. El dolor por los muertos, el dolor por los heridos, el dolor por los 43 desaparecidos. Hoy Ayotzinapa nos vuelve a doler, como ayer, como en otros días, como nunca nos había dolido.

Hoy decir Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, es decir no están solos. Aquí estamos, todos los que tienen un corazón para sentir y pensar nos preguntamos ¿por qué los mataron? ¿Qué delito es ser joven y pobre? ¿Es malo querer estudiar? ¿Es esta la reforma educativa? ¿Qué nos espera con la aplicación de las demás reformas? Hoy el dolor, nos recorre todo el cuerpo al ver nuevamente como corre la sangre de nuestros jóvenes, que fueron masacrados y desaparecidos tal como las viejas prácticas del pasado. Hoy el dolor se vuelve rabia que nos hace caminar, pensar, gritar y apretar nuestro puño para que nuestras voces sean escuchadas.

Nosotros los que hemos sido masacrados queremos unir nuestra voz a las que ya repudian este abominable crimen.

La boca grita ¡Vivos se los llevaron vivos los queremos! Porque nuestra decisión y nuestra rabia eso nos demandan. ¡La vida está primero que la muerte! ¡Hoy todos somos masacrados! ¡Hoy todos somos ayotzinapa! La esperanza no se muere, porque no podemos acostumbrarnos a los crímenes y a la injusticia. Porque el día en que nuestros niños y nuestros jóvenes dejen de tener esperanzas, de mirar hacia el futuro, ese día empezaremos a morir todos.

Queremos que nos convenzan con argumentos sólidos, que no fue un crimen de estado.

Que los partidos políticos no están ligados al crimen organizado.

¡Una vez más! No es posible que por oponerse a las injusticias, por reclamar su derecho a la educación, al trabajo, a la vivienda, a la salud, a una vida mejor, deba ser encarcelado, perseguido, desaparecido o asesinado un mexicano.

¿Es esta la forma de impulsar la mal llamada reforma educativa? ¿Qué paso con el esclarecimiento del crimen de Arturo Hernández Cardona? Y otros de sus compañeros? Por eso invitamos a los y las de huaraches, sandalias, zapatos desgastados o descalzos. A los de manos callosas por el trabajo. A todos aquellos que nos levantamos a diario pensando ¿cómo vamos a completar el gasto del día?, a los que estudian con sacrificios, a los que tienen sentimientos, a que sigamos denunciando, exigiendo, arreciando nuestra voz y nuestros pasos para que nadie más sea encarcelado, asesinado o desaparecido.

Los invitamos a que nos acompañen en la cabecera municipal de Coyuca de Benítez en un plantón en el que estaremos denunciando los hechos criminales del 26 de septiembre en Iguala, contra los estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa.
También a que nos ayuden a recolectar alimentos, artículos escolares y libros para llevarlos a los normalistas de Ayotzinapa.
Que no pase como con los crímenes de Aguas Blancas, El Charco o Acteal, en que los criminales quedaron impunes. De todos depende que el silencio no encubra a los asesinos.

Enfrentemos organizadamente la violencia represiva de los tres niveles de “gobierno”.

¡Exigimos que se reabra el caso aguas blancas! ¡Libertad a todos los presos políticos del país! ¡Presentación con vida de todos los desaparecidos!