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Angeles Maestro :: 17/11/2005

Huelga general el 17 de noviembre. Frente a la enseñanza basura, organizar la resistencia

Ángeles Maestro - La Haine
Con este texto, escrito especialmente para La Haine, inauguramos hoy la sección dedicada a la conocida activista política del Estado Español, Ángeles Maestro

Este texto pretende ser una contribución más a la huelga general convocada a escala europea para el día 17 de noviembre, jueves, contra la Declaración de Bolonia,[1] que configura el llamado Espacio Europeo de Educación Superior y que abre todo un programa de sometimiento estricto de la educación a las necesidades del capital.

Sus repercusiones no se limitan al ámbito de la privatización de un servicio público esencial - hecho en sí de enorme gravedad - si no que tienden a anular cualquier resquicio de independencia en la conformación social del conocimiento y en la integralidad del mismo.

La lógica interna del sistema - la imposición a todos sus elementos del objetivo general de obtener la máxima rentabilidad para el capital- , impregna en el capitalismo todos los ámbitos de la vida social y, por tanto al sistema educativo, en su doble y estratégica función de transmitir y producir conocimiento, y de formar los niveles más altos de profesionales y técnicos.

Un sistema que, como el educativo, ocupa un lugar privilegiado en la reproducción de ideología nunca ha dejado de responder en su conjunto - como es natural - a los objetivos de las clases dominantes. Sin embargo, su rol clave en la transmisión de conocimientos, la masiva presencia de jóvenes, su obligado contacto con las vanguardias del pensamiento y la reivindicación de la autonomía universitaria, entendida como espacio de libertad frente al poder, le permitían dosis variables de dinamismo e independencia. Estos aspectos, si bien podían resultar incómodos para los gobiernos en momentos de crisis y agitación social, dotaban al sistema en su conjunto de altas dosis de legitimación social en la medida que parecian garantizar espacios inviolables de libertad de pensamiento. Estos espacios eran, y deben seguir siendo, conquistas históricas de los pueblos y factor esencial del desarrollo de la humanidad.

De ahí el inquietante camino que transita el capitalismo globalizado que, para su reproducción, no tiene más remedio que invadir sectores altamente sensibles que han servido durante décadas como amortiguador de la lucha de clases en la esfera de la reproducción social y como elementos de cohesión y legitimación del propio sistema.

El GATS, llave maestra de la privatización de servicios públicos

La dinámica propia del capitalismo le lleva a incorporar progresivamente a la órbita del mercado toda faceta de la actividad social capaz de dar beneficios. En momentos de crisis, este proceso de intensifica.

La búsqueda frenética de un plus de rentabilidad, que lleva a los sectores productivos a deslocalizar empresas a países con salarios más bajos y menores costes fiscales, ha encontrado una nueva gallina de los huevos de oro: los servicios públicos.

A pesar del supuesto fracaso de la Cumbre de la Organización Mundial de Comercio (OMC), celebrada en Seattle, en 1999, la puesta en marcha del Acuerdo General para el Comercio de Servicios (más conocido por sus siglas en inglés, GATS) ha continuado inexorable y al margen de cualquier control democrático. El GATS contenía desde su primera formulación varias claúsulas de seguridad que aseguraban el inicio automático de las comisiones para su puesta en marcha en el año 2000 y un compromiso complementario hacia la liberalización continua mediante negociaciones periódicas[2].

Si todos servicios públicos: transportes, comunicaciones, energía, agua, cultura, medios audiovisuales, medioambientales...etc, pueden ser convertidos en suculento negocio, con más razón - desde la lógica del capital - lo pueden ser los servicios sociales básicos como la sanidad y la educación.

Además de su enorme amplitud[3], los servicios públicos en general y sobre todo los que hasta ahora eran considerados servicios sociales básicos, sanidad y educación, ofrecen tres aspectos de enorme interés para la empresa privada:

* Los elementos no rentables e imprescindibles (la enseñanza obligatoria, los estudios de licenciatura o de "grado" en la universidad, etc) de cada actividad se mantienen con financiación pública, significativamente los que tienen carácter universal o más general.

* Se abren interesantes espacios de lucro en la gestión privada de servicios financiados al 100% por las administraciones públicas (colegios y hospitales concertados, externalizaciones de partes de la actividad, etc), que detraen fondos de los servicios públicos cada vez más precarios y, por lo tanto, más desprestigiados.

* En la medida en que la empresa privada vende servicios básicos, y en proporción directa a su carácter de esenciales, la elasticidad de la demanda disminuye; es decir, ante un servicio imprescindible el grado de libertad para decidir comprarlo o no es muy pequeño.

Como es evidente la actividad empresarial en este ámbito, carece por completo de sus características de "riesgo y ventura", convirtiéndose en parásita directa y casi absoluta de la financiación pública.

Pero lo más grave no es la ingente transferencia de fondos públicos a manos privadas. Como pretende denunciar el movimiento estudiantil con la huelga del 17 de diciembre, se está programando la liquidación de los pilares mismos del sistema educativo.

La Declaración de Bolonia y el proceso de Convergencia Europea

El papel jugado por el entramado institucional de la UE en cubrir de un ropaje de modernidad y, sobre todo, de inevitabilidad e irreversibilidad a las políticas neoliberales, al tiempo que alinea tras de ellas a partidos - independientemente de su color político - y a la Confederación Europea de Sindicatos (CES), es determinante.

El Informe Bricall[4] fue un ejemplo clamoroso. Firmado en Barcelona como Informe Universidad 2000, contiene las líneas generales que justifican y promueven la elitización y mercantilización de la educación superior y que el Gobierno del PP elevaría a rango de Ley Orgánica en diciembre de 2001. Todo ello en aras de la Convergencia Europea. El citado Informe fue elaborado en diferentes comisiones de trabajo y suscrito por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE). Llama la atención que entre las personas que dirigieron los trabajos destacan relevantes miembros del PSOE como el propio Josep Ma. Bricall, Gregorio Peces-Barba o la actual Ministra de Educación Ma. Jesús Sansegundo, quién curiosamente coordinó la comisión que estudió la financiación de la Universidad. El respaldo implícito del PSOE no fue obstáculo, para que una vez que los estudiantes habían promovido importantísimas movilizaciones, basadas en las asambleas y ligadas a la parte más coherente y radical del movimiento antiglobalización, el PSOE e IU y sus asociaciones satélites, se colocaran sin ningún pudor a la cabecera de las manifestaciones. La indignación de los sectores más conscientes no pudo impedir la confusión generalizada y la desarticulación de un movimiento aún muy débil.

Podría pensarse que la dirección del PSOE había cambiado de opinión. No era así. Zapatero entonces no soñaba en ganar las elecciones y cualquier ocasión valía para intentar arañar algún voto y, de paso, liquidar las formas organizativas no controladas por el poder que apuntaban con vigor. Los procesos de fondo permanecen. Ma. Jesús Sansegundo es hoy Ministra de Educación, la LOU sigue intacta y la Declaración de Bolonia y el proceso de Convergencia Europea siguen siendo las tablas de la ley de las profundas transformaciones que día a día, se implementan en la educación.

La integración de la enseñanza superior en el mercado

Bajo el difícilmente cuestionable objetivo general de la convalidación internacional de las titulaciones universitarias, de la movilidad académica europea y de la mejora de la metodología docente, en aras de la modernización y la armonización de la enseñanza superior, se introducen reformas de gran trascendencia.

La eliminación de las antiguas licenciaturas y su sustitución por grados y postgrados, supone una devaluación del primer título universitario, con contenidos generales, y que queda mayoritariamente en el ámbito de la universidad pública. El postgrado - determinante para el acceso a un puesto de trabajo y con contenidos más concretos ya contemplados en las anteriores "licenciaturas"- queda determinado y financiado por empresas privadas.

El acceso a los postgrados requiere: la superación de un nuevo proceso selectivo, dedicar 40 horas semanales al estudio y pagar por la matrícula en este segundo ciclo de cantidades que rondan los 6.000 euros.

La discriminación económica y la eliminación de todas aquellas personas que necesitan compatibilizar el estudio con el trabajo, es absoluta. La formación de élites profesionales se circunscribe y se restringe a aquellas personas cuyos recursos económicos pueden permitirles el pago de matrículas astronómicas y dedicarse en exclusiva al estudio.

El control por parte de la banca y las empresas multinacionales cierra el círculo de la supeditación de la enseñanza superior a los intereses del mercado. La inclusión de la educación en la lista de servicios a ser privatizados por el GATS, ha hecho que empresas como Merill Linch, especializada en inversiones bancarias, penetre en el mercado de la enseñanza superior o que firmas dedicadas a la comercialización de la educación como Apollo y Sylvan Learning, coticen en Wall Street. Más cerca de nosotros, la Expo-Universidad celebrada hace pocos meses en León, contó con los stands de la Policía Nacional, del Ejército, de la Guardia Civil, y del Mac Donalds, mientras las Facultades de la Universidad pública no tuvieron fondos para anunciar sus contenidos. Una radio universitaria que difundía opiniones críticas recibió la visita conminatoria de las fuerzas de seguridad del Estado.

La determinación de los contenidos de los postgrados por parte de las multinacionales parece inexorable y parte de la actuación de grupos de presión europeos como la "Mesa redonda de industriales", ampliamente acogidas por los gobiernos de la UE, que lamentan que "en la mayoría de los países de Europa, las escuelas formen parte de un sistema público centralizado, administrado por una burocracia que frena su evolución o las torna impermeables a las exigencias de cambio que proceden del exterior"[5].

La disminución de los fondos públicos destinados a educación cierra el círculo. Todo ello mientras la aportación al IRPF de las rentas del capital disminuye progresivamente y se sitúa por debajo del 20%, el gasto militar - con una participación espectacular del I+D - tiene un incremento sin precedentes en este año del 27% y el déficit cero se mantiene como muralla infranqueable que determina la disminución de los gastos sociales públicos.

La autonomía universitaria, que fue baluarte de preservación de la libertad de pensamiento frente al poder, es pervertida y convertida en argumento para la búsqueda de fuentes de financiación en la empresa privada: "del patrocinio a la gestión completa por empresas privadas, pasando por múltiples formas de asociación escuela-empresa".

Los resultados de esta presión, apenas se han manifestado todavía. Basten algunos ejemplos para ilustrarlo: Endesa tiene una participación decisiva en la Universidad Politécnica de Cataluña o Audi financia postgrados en Alemania. La obtención de financiación "externa" es decir, empresarial, determina la existencia de los postgrados. Tal y como de afirma en el Manifiesto Profesores por el Conocimiento: sobre el proceso de Convergencia Europea : "resulta procedente preguntarse por la pervivencia a medio plazo de programas de doctorado, no sólo en Humanidades, sino en Física Teórica, en ciertas ramas de la Matemática no aplicables a la Física y, en general, en cuantas disciplinas y áreas temáticas no sean de inmediato interés para los financiadores externos"[6].

La percepción de la degradación de la educación superior y de su supeditación prácticamente absoluta a las necesidades de las multinacionales, se ha calificado de "Macdonalización de la enseñanza"[7]. El Director Adjunto de la Educación de la UNESCO dice a propósito de esta comparación que " tal y como esta cadena ofrece, a pesar de su ubicuidad, es una proporción mínima de lo que la gente consume; en segundo lugar, vende porque a la gente le gusta la comida que sirve; y por último la clave de su éxito está en que ofrece un menú limitado de platillos disponibles en lugares idénticos y con el mismo sabor y calidad en todas las partes del mundo".

¡Si, se puede!

La enorme violencia social que entrañan estas transformaciones, con su discriminación económica brutal, la mutilación de las expectativas de acceso al conocimiento y la liquidación de los espacios de crítica social que la universidad han supuesto, sólo pueden entenderse desde la prepotencia de unas clases dominantes que necesitan invadir todos los espacios existentes para garantizarse la máxima rentabilidad económica y que minusvaloran la capacidad de respuesta social. Hace tiempo que han comprobado que la izquierda institucional, las centrales sindicales mayoritarias y la mayor parte de las asociaciones universitarias, han sido neutralizadas y cooptadas por la vía de las subvenciones y del reconocimiento mediático. No cuentan con que la realidad de la exclusión social de la mayoría es el fermento y el caldo de cultivo que, a medida que la opresión social se incrementa, hace surgir inevitablemente, la rebeldía. Si bien es posible, como es bien patente, comprar a las burocracias políticas y sindicales, no hay dinero suficiente para comprar a los pueblos.

La huelga general del 17 de diciembre, tras la estafa que supuso la usurpación de las movilizaciones de la LOU por quienes defendían el mismo sistema al que decían oponerse, debe ser el principio de la constitución de un movimiento estudiantil independiente de todos aquellos que con una máscara u otra defienden un orden que aniquila la libertad de pensamiento, el derecho al conocimiento y, en definitiva, el futuro de la humanidad.

La rebeldía, la resistencia y la organización son la única esperanza de libertad.

16 de noviembre de 2005


Notas

[1] Declaración de Bolonia realizada por los Ministros de educación de la UE el 19 de junio de 1999. http://www.us.es/us/temasuniv/espacio-euro/decla-bol.html

[2] Jean Sahoul (2001) El acuerdo de la OMC tiene por objetivo privatizar los servicios públicos. World Socialist Web Site. www.wsws.org

[3] Según la Comisión Europea "el sector servicios supone dos tercios del empleo y la economía de la UE, casi un cuarto de su total de exportaciones y la mitad de todas las inversiones que la UE realiza en otras partes del mundo"

[4] http://www.ua.es/up/bricall/presentacion.PDF

[5] Nico Hirtt, miembro de la asociación belga "Llamamiento por una escuela democrática". La OMC y el Gran Mercado de la Educación. http://www.unesco.org/courier/2000_02/sp/apprend/txt1.html

[6] El Manifiesto: PROFESORES POR EL CONOCIMIENTO: SOBRE EL PROCESO DE CONVERGENCIA EUROPEA, constituye una excelente y esperanzadora iniciativa que surge de un grupo de profesores de la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Hasta la fecha, ha sido suscrito por más de 2.500 profesores http://firgoa.usc.es/drupal/node/21989

[7] http://www.choike.org/nuevo/informes/1185.html

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