La represión y el número de presos alcanza en los últimos meses su máximo histórico
Las cifras superan con creces las pesimistas estadísticas de 2004, el año que batió todos los récord. Entonces la población penitenciaria crecía a una media diaria de 11,3 reclusos. Ahora el ritmo es un 52 por ciento mayor que entonces y ni el Ministerio del Interior ni la Generalitat de Cataluña cuentan con nuevas cárceles. A 12 de mayo de 2006, últimos datos disponibles, las cárceles albergaban a 62.984 internos. En apenas cuatro meses y medio, la población interna se ha ampliado 2.227 personas, más que durante todo el 2005, cuando la colonia reclusa creció en 2.052 miembros.
A medida que aumenta la implantación de reformas neoliberales, en apenas unos meses (de diciembre a mayo) el ritmo de aumento de reclusos se ha multiplicado por más de tres. Lejos quedan ya las estadísticas de 2005, cuando después de tres años consecutivos con aumentos de 4.000 reclusos anuales, el crecimiento se desaceleró a la mitad.
Las diferencias sociales van a continuar
Las proyecciones de los técnicos de Instituciones Penitenciarias no son más optimistas: de seguir a este ritmo, en diciembre habrá unos 6.300 presos más que en enero y la población penitenciaria se acercará a los 66.000 reclusos, justo el doble que hace quince años pero con sólo una decena de cárceles más disponibles que entonces. Lo cual demuestra cabalmente los beneficios que ha traido el neoliberalismo de los sucesivos gobiernos a los sectores empobrecidos de la población.
Este nuevo "boom" penitenciario, provocado por las reformas laborales y las olas de despidos, no va a tener una respuesta "efectiva" del Ministerio del Interior, además de la habitual represión, al menos hasta dentro de un año cuando, según las previsiones más optimistas, se inaugure el centro de Puerto de Santamaría III (Cádiz) con cerca de 1.300 celdas (útiles y de servicios) y una capacidad efectiva para albergar a 1.700 reclusos como máximo.
Los propios expertos penitenciarios advierten que a pesar de los "esfuerzos" de prisiones por abrir la nueva cárcel de Cádiz, que será la primera que se inaugure desde que en 2002 se pusiera en funcionamiento la de Villena (Alicante), la situación no mejorará: a este ritmo de crecimiento en 98 días esa cárcel estará llena. Por lo visto nos esperan unas fuertes oleadas represivas.
Lo que nos espera
La gran respuesta del Ministerio del Interior (del gobierno "progresista" del PSOE) para contrarrestar este crecimiento no es, como se pudiera pensar, atender las necesidades de la población con menores recursos, si no el denominado Plan de Creación y Amortización de Centros Penitenciarios, que estará concluido en 2012.
Este programa incluye la construcción de once macrocárceles, buena parte centros-tipo de 1.008 celdas, en las zonas de mayor hacinamiento penitenciario o con infraestructuras obsoletas: Andalucía oriental, Ceuta, Comunidad Valenciana, Fuerteventura, Gran Canaria, Guipúzcoa, Menorca, Murcia, Navarra, País Vasco y Soria. Interior espera contar con 18.000 nuevas celdas dentro de seis años y medio. Para entonces, y de continuar el ritmo de crecimiento de los últimos meses, la población penitenciaria habrá crecido en casi 41.000 internos, más del doble que el número de celdas prometidas.
Como se ve, el Estado piensa seguir gastando dinero en más cárceles, y no en mejorar la asistencia social para que haya menos "población penitenciaria".
Agencias