Guadalajara: pobreza, terrorismo, okupación, violencia organizada y estatus represivo

Periodistas inhalando habanos mientras sus plumas deciden acerca de los temas más banales para el género humano(como los preservativos encontrados en los baños de la Estación de Autobuses). Y a pocos metros del centro económico y administrativo de la quinta provincia manchega, una caída en el consumo de bienes de primera necesidad por el alza de precios, jornadas laborales de 9 ó 10 de horas de trabajo y un índice creciente de subempleo. ¿Quién es el terrorista?

Mientras una clase funcionarial compuesta por advenedizos a los partidos oficiales (con excepción de Izquierda Unida, todo un ejemplo del quiero y no puedo) y constructores que han ganado millones de euros en pocos años, los trabajadores de los barrios periféricos de Guadalajara están siendo partícipes de caídas del consumo excepcionales, provocadas por la caída en el empleo, los bajos salarios y el miedo de la mayoría de las familias a quedar sin fondos necesarios para cubrir los gastos imprescindibles que puedan asegurar la vivienda adquirida con hipotecas a cuarenta años.

El Banco de Alimentos de Guadalajara denuncia que los mal llamados “beneficiarios” de este servicio de caridad son cada vez más, llegando solo en el año 2007 a ser casi dos millares los usuarios. Pero esto no se queda así; las tristemente célebres Empresas de Trabajo Temporal que tienen a 20 operadoras en la capital(para una población de 80.000 habitantes), que han sido el engranaje que las empresas han utilizado para obtener de manera rápida trabajadores sin derechos, con una alta productividad, y que sin embargo remiten ahora, para conseguir un empleo de dos o tres horas, a los meses de julio y agosto, son el elemento fundamental que está condenando a esta provincia al ostracismo económico y el aislamiento comercial. Ni siquiera El Corte Inglés de las instalaciones del Centro Comercial Ferial Plaza está consiguiendo los resultados esperados. Llegaron tarde al pastel de la prosperidad económica de los adosados y unifamiliares.

Sin embargo, no debe con esto pensarse que las víctimas de esta crisis sin precedentes(encuadrada en una crisis mundial aún mayor) son estas pobres empresas constructoras, ni los dueños de los medios de comunicación provinciales ni las empresas de seguridad. Son las familias trabajadoras, a saber: joven de 25 años que terminó su módulo de grado medio en la especialidad X, que enlazó con su mujer y tuvo su primer hijo y que producto de unas expectativas laborales más o menos buenas concertó una hipoteca a cuarenta años. Sin embargo, su empresa, que lo mantuvo bajo el régimen de falso autónomo, ha rescindido su contrato de manera unilateral sin acuerdo. Con esto, puede optar a unas subvenciones de ayuda al desempleo que cubrirán de muy mala manera durante tres o cuatro meses los alimentos básicos, pero después de esto estará condenado a la indigencia, porque no le queda más dinero para ninguna salida individual.

Paralelamente a esto, una farsa de Partido Socialista que aparte de ser cómplice en la estructura económica provincial (y Estatal, por qué no decirlo) que ha llevado a la pobreza a miles de personas, junto a una Izquierda Unida y un Partido Popular que han concertado un curioso matrimonio en aras de rentabilizar un mensaje populista y xenófobo ante la crisis, hace que los sectores sociales afectados tengan a su vez un divorcio pleno del sistema de democracia representativa(¿volverá alguna vez el “que se vayan todos”?).

Como consecuencia se reabre entre los movimientos sociales de Guadalajara, todavía reducidos, las expectativas de lucha que los vieron nacer, y ahora pasan a ser un factor clave en el equilibrio de una balanza social que tiene una delgada línea de desequilibrio: o bien consecuencia de esta crisis económica que afecta a los miles de trabajadores de la provincia, despierta una necesaria conciencia de cambio estructural del modelo económico que ha fabricado esta crítica situación donde estarían aglutinados los jóvenes, operarios, migrantes y jubilados, o bien hay un serio riesgo de fascistización del modelo político que pretendería atrasar el reloj 10 ó 15 años, con consecuencias devastadoras y que traería consigo una represión profesionalizada, técnica y sutil que se llevaría por delante a los mejores y más concienciados militantes.

Un dato: los medios de comunicación alcarreños apuestan por la xenofobia y por el silencio informativo. Las Autoridades locales han impuesto una omertá que ha tenido su última expresión en relación a la Manifestación en Defensa de la Okupación convocada por el Centro Social Okupado El Nido. Este simple hecho indica cuál es la apuesta de los caciques locales y la superestructura de comentaristas de prensa: la represión del conjunto del movimiento social.

Pero con esto no queremos decir que el coste de una apuesta estratégica sea superior al resultado obtenido. Es más, todo lo contrario. A pesar de los medios dirigidos por los Barra, Pradillo o los grupos inmobiliarios locales, se está fraguando aquello que el histórico ideólogo de la Revolución China Mao Zedong promulgó a principios de los años 30: “una chispa puede encender una pradera”.

Pretenden condenar a la pobreza y a la precariedad a miles de personas, y aparte pretenden que todo esto salga gratis. Sin oposición social, sin la más mínima protesta y bajo amenaza de supresión de los más elementales derechos, sometiendo a los sectores sociales afectados a un estatus represivo no visto hasta ahora en Guadalajara desde el postfranquismo, cuando algunos de los que dirigen ahora la Policia Nacional y Local o que son dirigentes de partidos de Ley y Orden se dedicaban a perseguir con pistolas y cadenas a militantes antifascistas.

No le demos más vueltas, pues todos tenemos claro de que estas imposiciones no salen gratis.