El Pueblo toma la palabra

La forzada abdicación de Juan Carlos I, ha servido para poner de manifiesto el inmenso rechazo social que genera la monarquía borbónica-franquista y el Sistema del que es piedra angular, pero también ha servido para poner de manifiesto, una vez más, la tremenda chapuza jurídico-política que constituye el Régimen del 78, al servicio única y exclusivamente de una minoría social que goza de tantos privilegios y prebendas como dificultades tiene la mayoría de la población. Eso sí amparado por un poder mediático impregnado de un servilismo total y sin el menor sentido de la dignidad profesional, así como de un amplio e institucionalizado aparato represivo que va desde los servicios de inteligencia y Fuerzas de Orden Público hasta amplios sectores de la Administración de Justicia.

La corrupción, la manipulación, la represión, la pérdida de soberanía, la renuncia a construir un proyecto de futuro para nuestro Pueblo, es lo que que significa realmente la marca "España", porque lo único que les interesa a los que detentan el poder, es mantener su estilo de vida abúlica y de derroche, a coste del sufrimiento y esfuerzo de la mayoría. En la sucesión borbónica, en la transferencia de la corona de Juan Carlos a Felipe, nos jugamos que las cosas sigan como están ahora o incluso empeoren o la apertura de un nuevo ciclo histórico en el que los Pueblos del Estado Español tomen el futuro en sus manos.

Si la sucesión se consuma sin problemas, tendremos otro ciclo histórico de más de lo mismo y los daños causados serán ya seguramente irreversibles. Es por ello que la oposición a la sucesión borbónica significa tomar la opción por un cambio de rumbo, en la trayectoria hacia la nada, a la que nos tienen condenados.

El Pueblo tiene que hacer oír su voz. La exigencia de un referendum sobre la forma de Estado, monarquía o república, es legítima y un punto de confluencia de muchas sensibilidades pero esa exigencia tiene que ir enmarcada en la demanda de un proceso constituyente.

Es un momento crucial para la acumulación de fuerzas hacia el cambio de Régimen, desde luego mucho más que las Elecciones Europeas. Es un gran momento para avanzar en la confluencia y en la maduración del movimiento popular.

La lucha por el cambio de Régimen no terminará el día 19 de junio . Estas dos semanas supondrán un paso muy importante, cualitativa y cuantitativamente, pero la lucha por el cambio de Régimen solo finalizará cuando consigamos abolir la monarquía borbónica-franquista, marco privilegiado para la corrupción.La Izquierda Castellana hace un llamamiento a participar en todas las movilizaciones por la abolición de la monarquía.

a Castellana

Castilla 6 de Junio de 2014