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Medio Oriente :: 26/07/2006

Esto no es 1982 y Nasrallah no es Arafat: Por qué está ganando Hezbollah

William S. Lind
Lo que está en juego en la guerra entre Israel-Hezbollah-Hamas es mucho más importante que lo que la mayoría de los observadores entienden. Si ganan Hezbollahy Hamas -y ganar significa solamente sobrevivir, dado que el objetivo de Israel es destruir ambas entidades- un poderoso Estado habrá sufrido, otra vez, un nuevo tipo de derrota, una derrota a lo largo de al menos una frontera internacional y quizá de dos, dependiendo de cómo se defina la frontera de Gaza. El balance entre Estados y fuerzas "de guerra de cuarta generación" se alterará a nivel mundial y no de manera trivial

Hezbola, por ahora, está ganando. Mientras los Estados árabes permanecen silenciosos e inactivos ante el ataque de Israel a Hamas, otra entidad no estatal, Hezbollah, interviene para aliviar el asedio a Gaza abriendo un segundo frente. Su acción inicial, un ataque inteligentemente dirigido que mató a ocho soldados israelíes y capturó a dos por la pérdida de un combatiente de Hezbollah, demuestra una vez más que Hezbollah puede enfrentarse a un ejército estatal en igualdad de términos (los chechenos son la única otra fuerza de guerra de cuarta generación [1] que demuestra esta capacidad). En ambos sentidos, el contraste con los Estados árabes estará claro en las calles y llevará al mundo árabe y al más amplio mundo islámico más lejos del Estado.

Hezbollah ha logrado, pues, otras dos primicias. Con descargas de misiles que se adentraron en Israel respondió de forma efectiva a un bombardeo terrorista desde el aire, que el Estado cree es su monopolio. Se puede imaginar la resonancia que esto tuvo en todo el mundo entre quienes son bombardeados a menudo pero que nunca pueden bombardear a su vez. Y Hezbollah atacó otro monopolio del Estado, los barcos, al atacar y destruir un barco de guerra israelí que contribuía al bloqueo (yo pongo en duda la afirmación de Israel de que el arma era un misil anti-buques C-801, que habría hundido una pequeña corbeta misil). Los dirigentes de Hezbollah han prometido más sorpresas similares.

En respuesta, Israel ha tenido que atacar no a Hezbollah sino el Estado del Líbano. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó refiriéndose al ataque inicial de Hezbollah: "Quiero dejar claro que lo que ha ocurrido esta mañana no es un acto terrorista sino el acto de un Estado soberano que ha atacado a Israel sin motivo". Esto es una obvia invención ya que el Estado de Líbano no tiene nada que ver con el ataque y no puede controlar a Hezbollah. Pero es una invención necesaria para Israel, porque si no, ¿cómo podría responder? De nuevo vemos el poder que obtienen entidades de guerra de cuarta generación al atacar desde dentro de Estados pero sin ser un Estado.

¿Qué será lo siguiente? A corto plazo la cuestión puedes ser qué se acaba primero, el suministro de misiles de Hezbollah o la paciencia del "mundo" con los bombardeos de Israel sobre el indefenso Estado de Líbano. Si estos continúan mucho tiempo, el gobierno libanés puede venirse abajo, deshaciendo uno de los pocos éxitos recientes de Estado Unidos en el mundo árabe.

La cuestión crucial es si las actuales luchas se extenderán por el resto de la región. Es posible que Hezbollah atacara Israel no sólo para aliviar el asedio a Hamas en Gaza sino también para adelantarse a un ataque israelí a Irán. El actual gobierno iraní no está dispuesto a sentarse pasivamente como Sadam y esperar un ataque israelí o estadounidense. Puede haber dado luz verde a Hezbollah para empantanar localmente a Israel hasta el punto de no querer también una guerra con Irán.

Sin embargo, la respuesta de Israel puede ser exactamente la contraria. Olmert declaró también: "Nada nos va a disuadir, sean cuales sean las repercusiones de gran alcance sobre nuestras relaciones con la frontera norte y en la zona ". Las palabras "en la zona" pueden referirse a Siria, a Irán o a ambos.

Si Israel ataca a Irán, puede darse la analogía con el "verano de 1914", de forma catastrófica para Estados Unidos. Como he advertido muchas veces, la guerra con Irán (Irán ha declarado públicamente que consideraría un ataque israelí como un ataque de Estados Unidos) fácilmente costaría a Estados Unidos el ejército que ahora tiene desplegado en Iraq. Casi con toda seguridad conmocionaría la ya frágil economía mundial, y podría derrumbar el castillo de naipes. Un gobierno Bush que ha desdeñado la "estabilidad’ podría darse cuenta de lo alto que puede ser el precio de la estabilidad.

Está claro lo que Washington tiene que hacer para evitar semejante resultado: distanciar públicamente a Estados Unidos de Israel mientras informa privadamente a Olmert de que [EEUU] no tolerará un ataque israelí a Irán. Por desgracia, Israel es a Estados Unidos lo que Serbia era a Rusia en 1914. Este puede ser el más inquietante aspecto de la analogía del "verano de 1914".

[1] [N. de la t.] 4GW, 4 Generation War, en el original, término con el que la terminología militar designa los conflictos a finales del siglo XX. En general la guerra de cuarta generación es un método extraordinariamente eficaz de guerra que EEUU y sus aliados encontrarán sumamente difícil de derrotar.
Fuente: CounterPunch. Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

 

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