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Colombia: Proceso de paz, movimientos sociales y participación popular
La paz es una aspiración profunda de la sociedad civil, la más afectada por el conflicto y la confrontación armada interna. Recientes encuestas han indicado que el 80%de los colombianos quieren la solución de nuestro conflicto social y armado mediante el dialogo y la negociación.
Es por tal razón indispensable propiciar la más amplia participación de todas las organizaciones sociales, de los movimientos populares con el fin de consolidar la Mesa de negociación entre el gobierno del señor Santos y las Farc que se instala el 8 de octubre en Oslo.
El “Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, firmado el pasado 27 de agosto entre la insurgencia y el Estado, establece entre las reglas de funcionamiento, en su numeral 6, que “para garantizar la más amplia participación posible, se establecerá un mecanismo de recepción de propuestas sobre los puntos de la agenda de ciudadanos y organizaciones por medios físicos o electrónicos. De común acuerdo y en un tiempo determinado, la mesa podrá hacer consultas directas y recibir propuestas directas sobre dichos puntos o delegar en un tercero la organización de espacios de participación”.
En el marco de dicha filosofía el segundo Eje temático de la Agenda establece unos términos de referencia para negociar la participación política y el ejercicio de los derechos democráticos. Así, se determina que la Mesa negociará: a) Mecanismos democráticos de participación ciudadana, incluidos los de participación directa en los diferentes niveles y diversos temas; b) Medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, igualdad de condiciones y con garantías de seguridad; c) Acceso a los medios de comunicación; Derechos y garantías para el ejercicio de la oposición política en general.
El gobierno, como una de las partes firmantes ya designó a Luis Eduardo Garzón, ex Alcalde de Bogotá, antiguo dirigente sindical comunista, como Ministro para el dialogo social, encargado de propiciar la movilización que de respaldo a la Mesa de negociación de La Habana. Movilización que, obviamente, busca favorecer la reelección de Santos en la Presidencia de la República y de su modelo extractivista y neodesarrollista.
Corresponde a los movimientos sociales y al movimiento popular no gubernamental potenciar las energías de cambio para hacer irreversible el proceso que conduzca a la paz y a la transformación radical de la sociedad oligárquica imperante. Todo en el entendido que el Acuerdo es un triunfo de la lucha popular y democrática.
Pacto que la ultraderecha liderada por la bestia negra/AUV intenta destruir mediante descaradas maniobras con militares/paramilitares y bandas violentas empeñadas en el sabotaje de las negociaciones que adelantará la Mesa que cobra forma para ser oficializada en Noruega. El Movimiento social colombiano debe declararse en participación popular permanente con movilizaciones, plantones, marchas y acciones de apoyo a cada momento de este crucial proceso de inflexión de la historia colombiana.
La negociación de paz y la Mesa que la materializa debe apalancar una subjetividad que sintetice la pluralidad del movimiento social colombiano.
