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Mundo :: 04/04/2013

Algunas lecciones de Sudáfrica

Andoni Baserrigorri
Si por gobernar eres capaz de garantizar el sistema económico con el que se enriquecen tus opresores… lo único que deseas es sumarte al festín

Dentro del afán por estudiar y aprender de otros procesos revolucionarios y de otras experiencias dadas en otros países con terribles conflictos que han causado dolor y sufrimiento, una de las experiencias a las cuales es obligado mirar es Sudáfrica y en este caso no precisamente por sus enseñanzas positivas.

Porque de Sudáfrica se puede hablar de todo menos de proceso revolucionario. Se podrá hablar de una salida a la terrible situación de apartheid (salida en falso), se podrá hablar de un nuevo gobierno en el cual participan personas de color (negros como decía Malcolm X) pero de los que no se puede halar es de liberación de la población negra ni de la instauración de una autentica democracia en el país.

Es cierto que gobierna el Congreso Nacional Africano, el partido de Nelson Mandela. Es cierto que el CNA tiene un aval de lucha ante el cual no hay sino reconocer la entrega y sacrificio de su militancia, pero no hay que obviar que la salida negociada a la situación de la Republica Sudafricana no ha sido sino una decepción a las aspiraciones de libertad y justicia social de las masas negras y de las clases populares del país.

Cuando se afronta el proceso de paz en Sudáfrica y con el se acaba con el vergonzoso apartheid, en el cual los ciudadanos y ciudadanas negras eran tratado poco menos que como animales en su propio país por una oligarquía blanca en el cual el racismo y la explotación era lo único que se ofrecía a los negros y negras, el CNA acuerda con la “comunidad Internacional” encabezada por los Estados Unidos y la Unión Europea que no se iba a tocar la libertad de mercado. Para empezar a utilizar un lenguaje más apropiado, el CNA se comprometió a no tocar el capitalismo y que la “economía de mercado” seguiría siendo el modelo económico del país.

Con esta claudicación, se permite a las oligarquías blancas el poder respirar tranquilas en la confianza de que sus intereses económicos no se iban a tocar y a las multinacionales la seguridad de que podrían seguir explotando a las clases populares y robando las inmensas riquezas del país. El CNA siempre se mostró partidario del socialismo, pero tenemos a partir de estas negociaciones un partido que hablaba de socialismo, pero que se dispone a gestionar el capitalismo.

Las consecuencias son inevitables. A las clases populares, mayoritariamente negras no solo van a ser explotadas por las élites económicas blancas, se van a sumar a ello, los sectores más corruptos y sinvergüenzas de una nueva oligarquía negra.

Con un Nelson Mandela cada día más envejecido por motivos de edad y con una puesto cada vez mas simbólico el poder real en la Republica Sudafricana, el poder económico y político se los reparten sin ningún tipo de tapujos oligarcas bancos y ciudadanos negros arribistas que con el partido en el poder y el partido despojado de la intención de construir la justicia social (no hablemos ya del socialismo) se disponen a enriquecerse y a constituirse en una elite dispuesta a reprimir las inevitables protestas de la clase obrera.

Aún están en nuestras retinas el asesinato por parte de la policía de una treintena de mineros en agosto pasado y que el gobierno sudafricano trató de camuflar como enfrentamientos entre sectores de los mineros. Los policías que disparaban y que prácticamente ejecutaron a sangre fría a los mineros eran tanto blancos como negros.

Aun están también en nuestras retinas las terribles imágenes de la policía sudafricana llevándose detenido a un ciudadano mozambiqueño atado por las esposas al maletero del coche policía y que posteriormente falleció. La nueva policía sudafricana, unos blancos, otros negros se ha convertido en una policía represora que apalea y mata en defensa de los intereses de clase de las elites político-económicas. En definitiva estamos ante un hecho más viejo que el “mear contra la pared” y es la dinámica de lucha de clases, la dinámica de oligarquías defendiendo sus intereses y trabajadoras y trabajadores luchando por una vida mejor.

La desigualdad crece en Sudáfrica al calor de los gobernantes del ANC. La corrupción es el pan nuestro de cada día y cada vez están mas lejos aquellos días en los cuales el ANC era referencia mundial de resistencia y lucha. El ANC hoy día es un partido corrupto y que se limita a gestionar el capitalismo, repleto de arribistas y sometido a los mercados y directrices internacionales.

Es cierto que puede tener posiciones internacionales interesantes, pero eso solo, por si mismo no puede valer. Es exigible y más a un partido como el ANC que sea consecuente con su historia y que no traicione a los miles de mártires que dieron su vida contra el apartheid y una vida mejor. Que dieron su vida por el socialismo, que al fin y al cabo es la única garantiza de libertad con mayúsculas y ausencia de racismo y explotación.

Graca Machel, esposa de Nelson Mandela no tiene pelos en la lengua y lo dice clarito. Hoy día la Republica Sudafricana es un país enojado y frustrado. Es la frustración de haber luchado por poca cosa, añadiríamos, de haber dado la vida para que los amos sean otros y encima se hagan amigos de los antiguos amos. Es la frustración de las masas negras que siguen siendo explotadas y marginadas mientras asisten con frustración a como determinadas elites del partido de enriquecen mientras sus hijos mueren en los barrios marginales. Es el capitalismo.

¿Enseñanzas? Más de una. La “Comunidad Internacional” llega hasta donde llega y avala hasta donde avala. Lo primero que te va a exigir es que garantizes el capitalismo y con ello la explotación del ser humano por el ser humano. Más no te van a dar y si te “portas bien” entonces si, entonces te avalan y te presentan en sociedad, diciendo que ya has salido del “eje del mal”.

¿Otra enseñanza? Si renuncias al socialismo, estas condenado a tu pueblo a seguir sufriendo los rigores de la explotación y a un futuro de miseria. Si por gobernar estas dispuesto a esta renuncia, no mereces llamarte “movimiento revolucionario”. Serás otra cosa, pero al menos no engañes a tu gente.

Si por gobernar eres capaz de garantizar el sistema económico con el que se enriquecen tus opresores…lo único que deseas es sumarte al festín y te estas olvidando de los sectores que mas han dado y sufrido en la lucha. Si eres capaz de admitir en tu movimiento a gente que tiene una abierta intención arribista, mal vamos.

En definitiva, un movimiento de liberación debe tener en su agenda la construcción del socialismo, porque demostrado queda que cualquier liberación que no se dote de un programa inequívocamente socialista esta condenada a repetir experiencias como la de la Republica de Irlanda o Sudáfrica. El capitalismo no libera. James Connolly lo tenia claro y así lo dejó escrito. Si no se construye el socialismo en Irlanda lo único que haremos será cambiar la bandera del explotador.

Un siglo después de sus palabras, la historia le ha dado la razón. Policias blancos y negros, asesinando mineros en agosto pásado Los policias de raza negra, vanguardia en la represíon contra la clase obrera

 

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