lahaine.org
Mundo :: 01/06/2014

Hay un trabajo sistemático de desconocimiento de la historia de resistencia del pueblo haitiano (I)

Mario Hernández
A 10 años de la ocupación de Haití por la Minustah, entrevistamos a Henry Boisrolin, del Comité Democrático Haitiano

Mario Hernández (MH): Estamos con Henry Boisrolin del Comité Democrático Haitiano (CDH). Ayer desarrollamos una actividad solidaria con el pueblo haitiano en el bar de La Dignidad, en Aguirre 25, donde vimos un documental sobre la situación en Haití. Noté una presencia muy grande de agencias de la ONU, ONGs, empresas subcontratistas, la película muestra la falta de coordinación entre esas organizaciones, a pesar de lo cual el 99% de los recursos para la reconstrucción de Haití han sido canalizados a través de ellas. Tengo entendido que en Haití hay una larga tradición de redes sociales ¿por qué esas organizaciones del país han sido marginadas de la reconstrucción?

Henry Boisrolin (HB): La pregunta permite remitirme a dos o tres cosas. En primer término, en la historia de mi país el cimarronaje jugó un rol importante. Fue la primera forma real de organización en contra del sistema esclavista cuando los esclavos abandonaron las plantaciones y huían hacia las montañas para sobrevivir y resistir atacando de noche y tomando lo que necesitaban hasta formar ejércitos que el enemigo llamaba bandas. Había grupos armados que fueron la base que cimentó el gran ejército revolucionario. Esta tradición de lucha no ha desaparecido totalmente en Haití. De ahí se va a nutrir el campo popular haitiano, de sus mejores exponentes y luchadores.

Teniendo en cuenta que Haití ha sido siempre un país marginado de todo, castigado, hasta la propia religión del pueblo, el vudú, fue perseguida y tuvo que emplear tácticas de guerrilla para poder sobrevivir frente al avance del catolicismo y otras religiones. Entonces, las organizaciones populares haitianas, esas redes, han permitido al pueblo subsistir y resistir.

Después del gran triunfo de 1804, el asesinato de Dessalines el 17 de octubre de 1806 y de varios de sus lugartenientes, abre el camino para el triunfo de la contrarrevolución. A partir de ahí, las clases acomodadas, desde la época colonial, coparon el control del país aliadas, fundamentalmente, a los países centrales, Francia primero y después EE. UU.

Esas organizaciones, que son múltiples, sobre todo en las zonas rurales, fueron siempre víctimas, no solo ninguneadas, de persecuciones y de matanzas. Si uno lee la historia de Haití después de 1806, se va a dar cuenta que hay una constante de levantamientos campesinos.

Cuando los norteamericanos ocuparon el país por primera vez de 1915 a 1934, la mayor resistencia provino de los llamados “cacos” que supieron desarrollar una guerrilla en contra de la ocupación. Fueron vencidos pero dejaron unas semillas importantes.

Para no ir tan lejos, la historia más cercana a nosotros, en 1987 hubo una matanza de campesinos en el noreste del país, en la región de Jean Rabel, sin embargo, los que sobrevivieron siguen resistiendo hasta hoy. Conozco gente que todavía participa de esa organización que tienen los brazos cortados, han perdido a sus hijos o a sus padres y siguen luchando.

Las organizaciones sociales haitianas no podían participar de la “reconstrucción” porque es un perfecto negocio que nunca arrancó, dominado por la Comunidad Internacional y algunas migajas fueron tiradas al Estado o a las clases dominantes haitianas que se acomodan siempre.

La formación social haitiana nunca pudo desarrollar un capitalismo, por eso el capitalismo haitiano es raquítico, no hay una base material importante para poder tener una clase burguesa nacional. Son vasallos, son serviles, por eso un gran intelectual haitiano que fue asesinado, que escribió con nosotros Haití, la ocupación militar y la tercerización del imperialismo, Anil Louis Juste, caracteriza a la formación social haitiana como servo-capitalista.

Esta situación, estas organizaciones, hoy por hoy, siguen siendo organizaciones de resistencia que permiten la sobrevivencia de muchos, de millones de haitianos, en varios sectores del país.

Cuando no te eliminan físicamente, tratan de hundirte con el hambre. Hay zonas que conocen hambrunas y dejan que la cosa se degenere a tal punto que ahora hay una severa en el noroeste. Justamente para debilitarte aún más, ponerte de rodillas. Hay una especie de ingeniería planificada no solo por las clases dominantes haitianas, por los latifundistas, que no hay que confundir con los argentinos porque no tenemos grandes extensiones de tierra, por la Comunidad Internacional, donde esas organizaciones son rodeadas, militarizados los territorios alrededor de ellas, impidiendo su funcionamiento, sus asambleas, persiguiendo permanentemente a los dirigentes que aparecen y que pueden representar un peligro porque no pueden cooptarlos, comprarlos.

Hay una lucha subterránea, si uno no trata de sumergirse en eso, no la va a ver. Cuando hablo de las organizaciones sociales haitianas siempre tomo un ejemplo propio. Cuando ocurrió el terremoto, llegué cinco días después a ayudar, viví en carpas también y ahí me di cuenta de la importancia de esas organizaciones, incluso del espíritu de solidaridad y de colaboración. Tenía sed y una señora adulta mayor iba a tomar un vaso de agua y me vio, me miró la cara y la de los otros que estaban conmigo y no tomó todo el vaso, tomó un poquito y nos dio el resto a nosotros.

Los haitianos fuimos los primeros en empezar a rescatar gente, a sacarlos debajo de los escombros, sin embargo, la gran prensa internacional ha mostrado la parafernalia de aviones que llegaban, a los expertos en rescatar gente que venían a salvarnos, como si el pueblo haitiano nunca hubiera hecho nada. Muchos dirigentes del campo popular que han perdido sus casas te pueden contar que han podido recuperarse gracias a la solidaridad del pueblo y eso es parte de la tradición de esas organizaciones que tú me has preguntado.

Entonces, hay que vivir en carne propia esto. Es difícil entenderlo desde afuera. Hay aspectos de la realidad haitiana que confunden, es como alguien que está parado a la mañana y ve el sol adelante y después a la tarde lo ve atrás y dice el sol se desplaza y no la tierra. Uno tiene que hurgar un poco más, investigar para poder entender esta problemática de la resistencia, esta guerrilla permanente no solo cultural sino política de esas organizaciones. Hay un trabajo sistemático de desconocimiento de esos valores culturales, de resistencia por parte de la gran prensa, de los que dominan Haití, para poder decir ahí no pasa nada, hay que ayudarlos, es esa visión paternalista.

Hay un movimiento campesino llamado Papai que acaba de cumplir 40 años, más allá de mis diferencias con algunas líneas políticas planteadas por ellos, en un país que tiene oficialmente diez millones de habitantes, este movimiento suele movilizar a más de 40.000 campesinos. Yo me pregunto ¿cuáles son las organizaciones populares en Argentina que pueden poner esa cantidad de gente en la calle sin tener los medios para hacerlo? Vemos que ponen 5.000/10.000 pero los trasladan en micros. Es una pregunta que yo hago ¿en cuántos países del continente podemos ver organizaciones sociales genuinas sin fondos importantes capaces de hacer esto?

El Movimiento campesino Papai en el centro del país es una realidad y fueron invitados a las reuniones de los movimientos campesinos que organiza el MST brasileño porque tienen peso. Yo me siento más cerca ideológica y políticamente de otro movimiento más radicalizado, pero no puedo desconocer la importancia del Movimiento campesino Papai que acaba de cumplir 40 años, luchó contra la dictadura de Duvalier, contra el golpe de Estado y contra la ocupación del país. Hay organizaciones sociales estudiantiles.

Uno lee la historia de Haití y ocultan que hicimos la primera revolución independentista. Hubo una dictadura en 1944 que cae a partir de una huelga que comenzaron los estudiantes, tanto de liceos como de universidades, dirigida por algunos que después fueron conocidos como intelectuales marxistas importantes. Tenían una prensa que se llamaba “La Colmena”. La huelga después se trasladó al movimiento obrero y empezó a ganar ciudades. Hubo un movimiento de resistencia y enfrentamiento contra la dictadura de organizaciones estudiantiles. Hay un desconocimiento de esta historia.

No estoy diciendo que estén listas para tomar el poder, ni nada por el estilo, pero sin esas organizaciones no hay posibilidad de cambiar la realidad de nuestro pueblo.

El regreso del duvalierismo

MH: Podríamos parafrasear al marxista negro James que dijo “el único lugar donde los negros no hicieron ninguna revuelta fue en las páginas de los historiadores capitalistas”. Otro tema que quiero profundizar es sobre el regreso del duvalierismo. He visto que el hijo de Jean Claude, Nicolás, es consejero político especial del gabinete de Martelly.

HB: Parece que has venido muy afilado. Esta es otra pregunta fundamental. A mi entender el regreso del duvalierismo responde a varias vertientes. La voluntad de los sectores más reaccionarios, fascistas o fascistoides de la formación social haitiana siempre han anhelado reflotar, reavivar al duvalierismo.

En segundo lugar hay que entender la debacle del campo popular hegemonizado por el movimiento Lavalás que fracasó en sus planteos reformistas, populistas, socialdemócratas y hasta traidores en algunos momentos. Dejaron un vacío y esta gente pudo avanzar. No hubo realmente una política de Lavalás para enjuiciar y castigar, hacer memoria incluso para los jóvenes haitianos de lo que fue la dictadura. Hasta en eso fracasó Lavalás porque creyó que alcanzando la victoria electoral tenía el poder y la realidad demostró que no era así.

Lavalás demostró que no hace falta tener dos o tres frases de izquierda para serlo, demostró que no se puede transformar la realidad de un país a través de discursos. Esta derrota del campo popular que mayoritariamente había empujado en1990 la candidatura del sacerdote Aristide, demostró rápidamente su techo frente al embate del imperialismo. Un golpe de Estado se produjo siete meses después con más de 5.000 muertos. También hay que ver todo esto.

El tercer tema es cómo recolonizar Haití. Esta fase que estamos viendo necesita del fascismo haitiano, de los sectores más retrógrados para poder aplastar y demostrar al mundo y también al país que echamos a Duvalier y ahora vuelve a estar.

Recién te comentaba el ejemplo del sol, entonces se ve el regreso de Duvalier, de un tribunal que lo absolvió al principio, ahora de otro que no, el tema pasó a la Corte de Casación y muy probablemente allí lo vuelvan a absolver. No sé lo que van a hacer, depende si hay que sacrificarlo o no de acuerdo a las circunstancias, porque es un peón más, no decide sobre la vida política del país como tampoco lo hace el presidente farsante Martelly. Decide la Comunidad Internacional y el gobierno norteamericano en última instancia.

Con el duvalierismo se trata de tener otro ejemplo para demostrar el fracaso del movimiento popular y ver cómo pueden tener una pata para controlar al pueblo porque son gente dispuesta a todo. Si masacraron durante 29 años no les cuesta nada volver a hacerlo.

En esta gran burbuja y estallido de contradicciones por doquier, cuando uno va a Haití ve un barril de pólvora y gente con fósforos en la mano. Eso es Haití para graficártelo. Estamos en un momento donde no hay definición de nada y cada uno trata de definir la historia a su favor.

La nueva Constitución burguesa de 1987, después de la caída de Duvalier, decía en su artículo 291 que para un dirigente duvalierista tenían que pasar diez años para aspirar a un cargo electivo, pero desde 1987 hasta hoy el duvalierismo nunca dejó de accionar en el país. Cuando Jean Claude huyó en un avión norteamericano que lo sacó del país, instalaron una junta de gobierno cívico-militar dirigida por éstos que era un duvalierismo sin Duvalier.

El golpe contra Aristide en 1991 tuvo su brazo, su núcleo más fuerte en el duvalierismo. Los generales que dieron el golpe eran duvalieristas de familia, gente siempre ligada a las fuerzas más reaccionarias de EE. UU. Nunca dejó de actuar y el retorno de Duvalier, unos días antes de la segunda vuelta electoral, fue porque Preval ya había perdido el consenso en la comunidad internacional, estaba en su punto más bajo, la gestión del gobierno después del terremoto fue calificada de desastrosa, culpa de la Comunidad Internacional, pero también por límites propios. Aprovecharon este vacío para poner otro ingrediente más y demostrar realmente que acá no pasa nada. Lo mismo que tratan de hacer con la historia de Haití, con los mal llamados negros que se levantaron, vencieron y mirá como están: muertos de hambre. Entonces, ustedes para qué van a hacer lo mismo. La lectura es ésta. A Duvalier lo mantienen, lo alimentan en función de esto.

Pero también hay que hacer una autocrítica. La izquierda haitiana ha demostrado muchas debilidades, como dije al principio no supieron o no pudimos ni siquiera trabajar la memoria.

Han presentado cargos contra Duvalier unas 50 personas cuando el régimen duvalierista masacró a más de 40.000 haitianos, además de los torturados y los exiliados. Fue un régimen de terror y, sin embargo, son un puñado de compatriotas los que se armaron de coraje para poder llevar adelante este juicio en el plano jurídico burgués. Esto tiene que verlo la izquierda haitiana, nuestros límites, que también han contribuido al desastre actual, a la tragedia que estamos viviendo, a este tutelaje que nos han impuesto.

Cuando el hijo del dictador, Nicolás, fue nombrado asesor, no era el único que tiene en su seno el gobierno de Martelly, no te puedo contar la cantidad porque no los conozco a todos, pero no es solo Duvalier hijo sino también hijos de ex ministros duvalieristas. El gobierno de Martelly es un neoduvalierismo. Son los sectores más reaccionarios de la sociedad haitiana que la Comunidad Internacional, a través de Clinton, lo han colocado a Martelly y su gente.

La Haine

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal