Concentración contra la visita a Madrid de Uribe, jefe de los paramilitares en Colombia y sicario de EE.UU.

COMUNICADO DE CORRIENTE ROJA

Libertad y soberanía para el pueblo colombiano. No al terrorismo de estado. Alto a la agresión imperialista. Manos fuera de Colombia.

En estos días la visita del presidente colombiano, Uribe Vélez, acompañado de un amplio séquito de ministros, especuladores y agentes de la represión, va a suponer un intento de legitimación de un régimen que practica día a día el terrorismo de estado. Con esta visita se pretende intensificar la implicación y la colaboración, ya bastante amplias, de la Unión Europea y de nuestro país en el llamado plan de "seguridad democrática" que en realidad, bajo tan engañoso nombre, esconde una política sistemática y genocida de exterminio hacia todo tipo de disidencia, a través de la práctica más descarada de una violencia salvaje y arbitraria, que cuenta con el indispensable apoyo logístico de la Unión Europea y del Estado Español. Este plan criminal pretende ser el hilo conductor, vestido de falsa legitimidad democrática, que de continuidad a una negra tradición plagada de encarcelamientos, tortura, desaparición y asesinato de dirigentes políticos, sindicales y sociales, de indígenas y campesinos y de miembros de organizaciones de derechos humanos, que se han opuesto a la política de represión y de vasallaje al imperialismo.

El Ministro de Justicia español Juan Fernando López Aguilar, en su reciente visita a Washington, donde se entrevistó con el Fiscal General del Estado y el director del FBI, Robert Mueller; y con el Fiscal colombiano, anunció el lanzamiento de " un eje tripartito, triangular, de cooperación antiterrorista entre España, Estados Unidos y Colombia", porque " los tres países tienen la misma prioridad y determinación contra el terror". ( El País, edición del 7 de mayo de 2005).

Significa esto, que España pone a disposición de su "aliado estratégico" todo su "activo" en influencias, participaciones e inversiones transatlánticas, del orden cultural, político, judicial, policial y económico, para contribuir , si mal no ha de entenderse, a la derrota del la insurgencia popular armada, contemplada como el principal enemigo, el peor obstáculo a la inversión y expansión "pacíficas" de las grandes corporaciones multinacionales , primordialmente financieras y de servicios, entre las cuales las españolas ocupan un óptimo lugar en beneficios económicos.

Al mismo tiempo continúa el expreso apoyo y el fomento del paramilitarismo por parte del gobierno colombiano, con el silencio cómplice, nuevamente, de los supuestos garantes de los derechos humanos: la Unión Europea y el Estado Español, con leyes de punto final que garantizan la impunidad de los criminales de las llamadas Autodefensas Unidas de Colombia. Unas leyes de punto final que en vez de favorecer la desmovilización de estas auténticas tropas de choque del imperialismo están haciendo posible su reagrupamiento, su fortalecimiento y su legalización.

El presidente Uribe Vélez, en su calidad de agente del imperialismo norteamericano y europeo, viene a España con sus mejores presentes bajo el brazo: el llamado "Estatuto de capitales", una ley que facilita el expolio del pueblo colombiano, autorizando la firma de pactos de estabilidad jurídica con las inversiones extranjeras y simplificando las operaciones empresariales. Todo esto se acompaña con el llamado "Convenio contra la doble tributación" que permite, a expensas de la economía colombiana, la remesa total de los beneficios de las empresas españolas en Colombia.

En los últimos años empresas españolas como Unión FENOSA han incrementado su presencia en este país. En el año 2001 se hizo con el control de la eléctrica Colombiana Epsa, también controla electro costa y electro caribe, en la costa norte de Colombia; además se asoció con Enron el poderoso grupo Norteamericano, con problemas financieros y cuestionado por la opinión publica, para explorar posibles yacimientos petroleros en el Departamento de Bolívar. Las inversiones de Unión FENOSA superan ya los 2100 mdd. Entre las principales operaciones españolas destaca la compra del Banco Ganadero por el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria. Según el diario el Tiempo de Bogotá (17 de Abril de 2002), el BBVA lavó 300 mdd del narcotráfico y los paramilitares, para hacerse con el control de la entidad Colombiana. Solo la ejemplar lucha del pueblo colombiano, en un ejemplo a seguir, ha conseguido evitar que Telefónica se haya apoderado del mercado de las telecomunicaciones.

Corriente Roja denuncia el expolio que el imperialismo español y europeo está practicando en América Latina, unas veces en franca connivencia con el norteamericano y otras en competencia con este. Denunciamos también su apoyo al terrorismo de estado, que se convierte en instrumento necesario para salvaguardar el latrocinio imperialista.

Corriente Roja apoya la lucha del pueblo colombiano y de todos los pueblos de Latinoamérica, incluida la resistencia armada, por su soberanía. Fuera el imperialismo de América Latina, por la libertad y la soberanía del pueblo colombiano. Manos fuera de Colombia.

Fuente: www.corrienteroja.org