lahaine.org
Medio Oriente :: 07/09/2006

Genocidio en Gaza

Ilan Pappe
[Traducido del inglés para La Haine por Felisa Sastre] En Gaza se está perpetrando un genocidio. En la mañana del 2 de septiembre, otros tres ciudadanos de Gaza han sido asesinados y una familia entera ha resultado herida en Beit Hanun.

Esta es la cosecha de la mañana pero, antes de que acabe el día, muchas más personas habrán sido masacradas. Una media de 8 palestinos mueren al día a causa de los ataques israelíes contra la Franja. La mayoría de ellos, niños. Centenares quedan mutilados, heridos y paralizados.

Los dirigentes israelíes no saben qué hacer con la franja de Gaza, y tienen una vaga idea sobre lo que hacer con Cisjordania. El actual Gobierno prevé que Cisjordania, al contrario que la Franja, sea un espacio abierto al menos en su flanco oriental. De ahí que si Israel, de acuerdo con su programa de Gobierno, se anexiona las partes que codicia- es decir, la mitad de Cisjordania- y las limpia de su población nativa, la otra mitad se volvería de forma natural hacia Jordania, al menos durante un tiempo, y no preocuparía a Israel. Todo ello constituye una falacia, pero sin embargo ha servido para obtener el voto entusiasta de la mayoría de los judíos del país. Pero un acuerdo semejante no puede funcionar bien en el enclave de Gaza ya que Egipto, al contrario que Jordania, consiguió convencer a los israelíes, ya en 1948, de que la franja de Gaza constituía una carga y nunca se integraría en Egipto. De manera que un millón cuatrocientos mil palestinos están integrados en Israel ya que, aunque geográficamente la Franja se encuentre situada en los márgenes del Estado, psicológicamente se halla en el centro de Israel.

Las inhumanas condiciones de vida en la zona más densamente poblada del mundo, y en uno de los espacios más pobres del hemisferio norte, hacen imposible que la gente que vive allí acepte el confinamiento que Israel les ha impuesto desde 1967. Hubo épocas, relativamente mejores, en las que se permitían los movimientos hacia Cisjordania y hacia el interior de Israel para trabajar, pero aquellos tiempos se han acabado. La realidad más dura se ha impuesto desde 1987. Mientras hubo colonos judíos en Gaza, se permitió el acceso al mundo exterior, pero una vez que fueron desalojados, la Franja quedó totalmente cerrada. Resulta irónico que la mayoría de los israelíes, según recientes encuestas, consideren que Gaza es un Estado palestino independiente al que Israel graciosamente ha permitido constituirse. Los gobernantes, y en particular el ejército, consideran a Gaza como una cárcel en la que se localiza la comunidad de presos más peligrosos que ha de ser eliminada de una forma u otra.

Las políticas convencionales israelíes de limpieza étnica, puestas en marcha con éxito en 1948 contra la mitad de la población palestina, y contra centenares de miles de habitantes de Cisjordania, no son útiles aquí. Se puede echar poco a poco a los palestinos de Cisjordania, y en particular de la zona del Gran Jerusalén, pero no es posible hacerlo en la franja de Gaza una vez que se la ha convertido en una prisión de máxima seguridad.

De la misma manera que las operaciones de limpieza étnica, la política genocida no se basa en el vacío. Ya en 1948, el ejército israelí y el Gobierno necesitaban un pretexto para poner en marcha políticas semejantes. La toma de Palestina en 1948 produjo la inevitable resistencia local que, a su vez, permitió la realización de una política de limpieza étnica, ya planificada en los años 1930. Los veinte años de ocupación israelí de Cisjordania produjeron algún tipo de resistencia palestina y esta lucha tardía contra la ocupación desencadenó una nueva política de limpieza étnica que es la que todavía se lleva a cabo en Cisjordania. El aislamiento de Gaza en el verano de 2005- que se vendió como una generosa retirada israelí- ha tenido como consecuencia los ataques con misiles de Hamás y la Jihad, y un secuestro. Antes, incluso, del secuestro de Giald Shalit, el ejército israelí bombardeaba de forma indiscriminada la Franja, y los masivos asesinatos se incrementaron e hicieron sistemáticos. La relación diaria de las muertes de palestinos, principalmente niños, ahora aparece en las páginas interiores de la prensa local, si bien habitualmente en letra microscópica.

Los principales culpables son los pilotos israelíes que en la actualidad tienen como jefe de campaña a uno de ellos, el General Jefe de Estado Mayor. En la guerra del Líbano de 1982, la fuerza aérea israelí ordenó a sus pilotos abortar sus misiones si en una radio de acción de 500 metros de su objetivo detectaban civiles inocentes. Esas órdenes no fueron cumplidas, pero la justificación moral para consumo interno estaba allí. En la fuerza aérea israelí se la conoce como el "procedimiento libanés" (Nohal Levanon). Cuando, hace un año, los pilotos preguntaron si el "procedimiento libanés" estaba en vigor para Gaza, la respuesta fue no. La misma respuesta que se ha dado a los pilotos en la segunda guerra de Líbano.

La guerra de Líbano ha servido de cortina de humo durante un tiempo, encubriendo los crímenes de guerra de la franja de Gaza. Pero las políticas despiadadas han continuado incluso tras el cese el fuego en el norte. Da la impresión de que el derrotado y frustrado ejército israelí está incluso más decidido a incrementar las campañas asesinas en la franja de Gaza. No hay políticos capaces o deseosos de detener a los generales. Una media diaria de asesinatos de hasta 10 civiles va a producir varios miles al año. Por supuesto es algo distinto a cometer genocidio con un millón de personas en una sóla campaña, lo que constituye la única cortapisa que Israel está dispuesta a aceptar en nombre de la memoria del Holocausto. Pero si se doblan las matanzas, se pueden alcanzar unas proporciones pavorosas y, lo que es más importante, se puede forzar a un desalojo masivo de la Franja, bien sea en nombre de la ayuda humanitaria, de una intervención internacional o bien sea por el propio deseo de escapar del infierno. Pero si la firmeza de los palestinos es la respuesta- y no hay razón para dudar de que esa será la reacción de los gazíes-, entonces las matanzas masivas continuarán y se incrementarán.

En gran medida depende de la reacción internacional. Cuando Israel fue absuelto de cualquier responsabilidad o culpa por la limpieza étnica de 1948, convirtió esa política en un instrumento legítimo para su programa de seguridad nacional. Si el mundo tolera la actual escalada y adaptación de las políticas genocidas, Israel las expandirá y hará uso de ellas incluso más drásticamente.

Nada que no sea la presión por medio de sanciones, boicots, y desinversiones detendrá la masacre de víctimas civiles inocentes en la franja de Gaza. No hay nada que podamos hacer aquí en Israel contra ello. Algunos pilotos valientes se niegan a participar en las operaciones; dos periodistas- entre 150- no cesan de escribir sobre ello, pero eso es todo. En nombre de la memoria del Holocausto esperemos que el mundo no permita que continúe el genocidio de Gaza.


Ilan Pappe es catedrático de la Universidad de Haifa, Departamento de Ciencias Políticas, y del Emil Touma Institute for Palestinian Studies de la misma ciudad. Entre sus libros figuran The Making of the Arab-Israeli Conflict (London y New York, 1992), The Israel/Palestine Question (London y New York, 1999), A History of Modern Palestine (Cambridge, 2003), The Modern Middle East (London y New York, 2005) y de próxima aparición, Ethnic Cleasing of Palestine (2006).

"http://electronicintifada.net/v2/printer5656.shtml" target="_blank">Electronic Intifada, 2 de septiembre de 2006

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal