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La ONU, el vídeo-montaje de los 4Gatos y la mal llamada "lucha contra la pobreza"
Los pobres están de moda y el espíritu solidario del pueblo español a la orden del día. En el medio de la invasión a Irak y el Líbano, con multitud de países destruidos por las políticas capitalistas neoliberales y con una izquierda institucional garante de los derechos de las multinacionales españolas, la Congde (Coordinadora de ONG para el Desarrollo) con sus grupillos en su mayoría filiales de la iglesia, los sindicatos mayoritarios y los partidos institucionales, con miles de euros de por medio, lanzan otro año más su inefable campaña contra la pobreza.
"Levántate contra la pobreza"
El año pasado, todo este espectro de izquierda capitalista al amparo de la ONU nos instaba a ponernos un lazo blanco, y hoy nos invitan a "levantarnos" contra la pobreza. Una campaña mediática, que nadie pretende profundizar porque a poco que se escarbe, quedará a la vista la responsabilidad que tienen los convocantes en esta pobreza, en el mundo y en el estado español, que dicen querer cambiar.
En la manifestación del año pasado, dirigentes UGT y Comisiones, el PP y el PSOE chuparon cámara, transmitiendo a la ciudadanía su preocupación por los pobres. Porque está claro que a nadie le gustan "los pobres". Los pobres afean. Los pobres vienen en pateras, son negros, no tienen papeles... Y ya se sabe, a los pobres no hay que darles pescado, hay que enseñarles a pescar. Para eso están la ONU y los Objetivos del Milenio.
El vídeo de los "4 Gatos"
Como parte de esta campaña mediática, los medios burgueses aseguran que "se contrató a una empresa de publicidad para que confeccionaran un video" en el que actores disfrazados de jóvenes contestatarios (supuestamente perteneciente a un grupo denominado "4 Gatos") entraban en el congreso y dejaban una nota instando al presidente del gobierno a posicionarse en contra de la pobreza. El video se colgó en la red, haciéndose pasar por un grupo de militantes alternativos y hacer creer a los incautos que la gente que está detrás de esta campaña está dispuesta a jugarse el pellejo en defensa de los pobres. La cosa hubiera colado si no hubiera sido por lo burdo del montaje y porque en su entusiasmo pusieron en evidencia la seguridad del congreso.
Así mismo, mientras El Mundo adjudicaba directamente a la ONU la contratación de la agencia de publicidad Tiempo BBDO de Barcelona (una de las 5 agencias de publicidad con más ingresos del estado español) para la realización del vídeo, El País se encargaba de resaltar que no era la propia ONU si no "una ONG" (que responde a los intereses de la misma campaña). En ambos casos la explicación es más que dudosa. No es creíble que la ONU contrate una campaña de este tipo, y aún menos creíble es que una ONG disponga de dinero como para contratar a una agencia de publicidad famosa. Y en ambos casos queda claro que el objetivo perseguido -y conseguido- es el mismo: mejorar la imagen de la ONU, bastante deteriorada ultimamente, ante el envío de tropas españolas a Líbano. Ya sea adjudicándole campañas ingeniosas o a través de ONG's fantasmas. No es de extrañar, por tanto, que todos los medios se cuiden mucho de adjudicar algún tipo de responsabilidad o complicidad en los hechos al gobierno de ZP, que parece que nada ha tenido que ver en toda esta historia.
La ONU y sus supuestos objetivos del milenio
Los Objetivos del Milenio de la ONU son la propuesta de la globalización representada en el estado español por la "Alianza contra la pobreza", más de mil siglas de pretendidos "movimientos sociales" sin militantes y con unos cuantos aspirantes a burócratas a sueldo de los presupuestos del estado, insertándose en los proyectos de ayuda a un desarrollo que nunca llega, a pesar de que Ana Pastor crea lo contrario. Estas campañas, hoy por los pobres, mañana por la paz, pasado por los animales y los inmigrantes, quieren hacer creer a los que dudan que es posible cambiar algo para que no cambie nada, es decir, que podemos reducir la pobreza sin acabar con ella, manteniendo nuestro estilo de vida occidental y cristiano de consumo desaforado, guerras y explotación y al mismo tiempo evitar que los pobres nos invadan y que los frustrados nos vuelen en mil pedazos.
No obstante, hay mucha gente valiosa, verdaderamente preocupada por la situación social, que quiere pensar que otro mundo es posible y busca algún lugar donde "hacer algo". Esta gente, jóvenes y no tan jóvenes, circula desorientada por estas campañas pseudo progresistas y termina desgastada, harta de ver que la buena voluntad, los principios y el "buen rollito" de los autoproclamados representantes de la "sociedad civil" se termina con un puesto de trabajo en una ONG o el escaño de un partido político. Este y no otro es el objetivo de estas campañas: por un lado, engordar el currículo de sus cuadros más lúcidos para usarlos como moneda de cambio para subvenciones o puestos en algún partido, y al mismo tiempo distraer la disconformidad y la creciente rebeldía social, promoviendo la apatía y la resignación de una juventud desengañada de la política y los políticos, cada vez más convencida de que hagas lo que hagas, siempre se beneficiarán unos pocos. Que, sin lugar a dudas, no serán los pobres.
Los militantes de los movimientos sociales, realmente comprometidos con el cambio de la sociedad, tenemos la obligación de denunciar a estos oportunistas y desmarcarnos de sus propuestas. Se lo debemos a los oprimidos de los países empobrecidos en cuyo nombre impulsamos tantas campañas y a la gente que se acerca a nosotros en busca de propuestas coherentes y dignas.
