Represión a motín en una cárcel chilena deja más de 100 presos heridos

Al menos 104 heridos ha dejado la represión a un motín registrado en una cárcel en Santiago, tras un exhaustivo registro de las fuerzas de seguridad en varias celdas.

La agresión se registró este miércoles por la noche (madrugada del jueves en España) en la llamada ex penitenciaría de Santiago -el mayor recinto carcelario de Chile que acoge a unos 7.200 reclusos- cuando gendarmes sacaron a unos 350 internos al gimnasio para proceder a los registros.

Los empujones y golpes de los gendarmes molestaron a los reos de las torres 8 y 10 que iniciaron una protesta que fue secundada por los reclusos de otros pabellones hasta que los continuos bastonazos y pasilleos provocaron un enfrentamiento con los gendarmes.

Unos 100 policías arribaron horas más tarde al recinto carcelario para aumentar la represión. Familiares y testigos han denunciado en los medios locales que los policías hicieron varios disparos al interior de la ex penitenciaria.

INCIDENTES EN QUILLOTA

Otro motín se ha registrado este jueves en el Centro de Detención Preventiva de Quillota, en la región de Valparaíso (centro), protagonizado por más de 300 internos que el pasado fin de semana se declararon en huelga de hambre en protesta por la muerte de 81 reos el pasado miércoles en la cárcel de San Miguel, en Santiago.

Imágenes divulgadas por la televisión chilena muestran nubes de humo que salen de algunas áreas del penal, además de pancartas con mensajes en los que exigen un trato digno y celeridad en sus procesos judiciales. Según información oficial, los reclusos estarían incendiando sábanas y colchones en señal de protesta, aunque familiares comentaban que el humo era de los gases lacrimógenos disparados a mansalva por los represores.

"Gendarmería empezó a dispararnos a nuestros dormitorios, estamos encerrados aquí y no queremos salir hasta que vengan y nos den solución de lo que está pasando", ha dicho un recluso en declaraciones a Radio Quillota.

Los presos exigen que "se agilicen los beneficios, que mejore la salud médica, que las visitas sean puntuales", ha indicado. "Es una burla para nosotros. Los beneficios están todos malos aquí", ha aseverado el recluso que pidió no ser identificado.

Estos hechos ocurren una semana después de que al menos 81 reos fallecieran en un incendio ocurrido en la cárcel de San Miguel, cuyas causas aún se desconocen. No obstante, las autoridades chilenas han tenido que reconocer que existe un problema de hacinamiento debido a que esa prisión alberga a 1.900 reos, pese a que la infraestructura tiene una capacidad para alojar a 700.

La población penitenciaria de Chile es de unos 108.000 internos, pero la mayoría viven hacinados en edificaciones que están en condiciones precarias.