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Consejo de Seguridad de la ONU para Tottenham
Desde el sábado 6 de agosto, tras una manifestación frente a una comisaría de policía.
Los manifestantes quieren que se abra una investigación objetiva sobre la muerte de un joven a manos de la policía. Como era de esperar, la versión policial siempre subjetiva, siempre corporativa, asegura que el joven estaba armado y murió durante un tiroteo, no obstante un testigo ocular denuncia que la victima, tras ser reducida, recibió un disparo que acabó con su vida.
Tottenham tiene la tasa de paro más alta de Londres, el cual se ceba con negros, otras etnias minoritarias y jóvenes blancos sin futuro. Aseguran que el barrio es un foco importante de bandas juveniles armadas. No cuestiono esa información, pero es obligado denunciar que su existencia es responsabilidad exclusiva de la barbarie capitalista.
En río revuelto siempre se bañan desclasados, desposeídos, excluidos sociales en general, que roban enseres y comida, siendo éste último detalle más que significativo.
Es cierto que los medios occidentales están dando difusión a los hechos, pero no es menos cierto que lo hacen porque continúan las protestas y no les queda otro remedio que dar continuidad a la noticia. Si hubiera sido flor de un día, en pocas horas habría pasado al baúl de los recuerdos.
Otro gallo cantaría si tanto la muerte del joven como los disturbios hubieran sucedido en cualquier país no afín a los imperialistas como Cuba, Venezuela o Irán, por citar algunos. De haber sido así, es muy probable que esos medios estuvieran clamando por una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Y como ellos no lo harán en este caso, yo desde aquí lo pido para Tottenham.
