Detrás de la retórica bélica de Turquía al este del Éufrates

Sigue la retórica bélica de Turquía sobre su intención de llevar a cabo una operación militar en el este del Éufrates (la zona siria controlada por EEUU y sus peones kurdos, limítrode con Turquía e Irak). Un discurso que deliberadamente carece de claridad sobre el rango de tiempo previsto de esta batalla y sobre la geografía de la región que Ankara busca ocupar y anexar, además de unos 10 mil kilómetros cuadrados ocupados por ellos en el norte de Siria, convirtiendo así el norte de Siria en un sur para Turquía.

Por lo tanto, Ankara ha logrado una parte importante de sus objetivos a través de la intensiva campaña mediática que ha lanzado sobre esta amplia operación militar. Pero es difícil confiar en las declaraciones turcas debido a su inestabilidad. Ellos buscan pruebas para condenar a los kurdos como terroristas, con el fin de justificar una respuesta turca en esta región.

Esta inestabilidad en las declaraciones turcas ha comenzado desde que Erdogan anunció hace unos meses una operación militar hacia Manbaj, donde los estadounidenses no han cumplido sus promesas de sacar las fuerzas kurdas de allí. Luego Erdogan amplió sus amenazas para incluir a Tel-Abiad, Manbaj y Ain Al-Arab.

Sin embargo, este juego mediático ha llegado a su fin con una declaración que se contradice completamente con su anterior afirmación, donde el mandatario turco decía que la operación hacia el este del Éufrates comenzaría en dos días, que ya transcurrieron de sobra.

El ejército turco se movilizó en la frontera de Manbaj en la zona norte de Alepo, llegando a al-Malikiyah, en la zona norte de Qamishli. Asimismo trasladó a un gran número de elementos armados que pertenecen a facciones terroristas cercanas a Turquía, como el Frente Shamiyah, Los Halcones del Sham y La Brigada del Sultán Sulaiman Shah Turcomano, hacia los frentes de línea de contacto con los kurdos en las zonas de Hasaka y Raqqa.

Sin embargo, las noticias que informan del retiro de las tropas estadounidenses de más de un área en la frontera turco-siria, confirman a la vez que la operación turca se llevaría a cabo en coordinación con Washington. Eso a pesar del supuesto rechazo estadounidense: el enviado del presidente de EEUU a la Coalición de EEUU-Europa calificó la invasión turca de "imprudente", para calmar los reclamos de sus peones kurdos, que tiemblan ante la posibilidad de quedarse solos contra los turcos invasores y contra los siros dueños del territorio y el petróleo.

Al mismo tiempo, y, para calmar las preocupaciones de seguridad de Ankara, el enviado imperial agregó que las operaciones aéreas de la Coalición contra Siria continuarán.

Moscú, que estuvo ausente de la decisión turca sobre esta operación, expresó su preocupación por lo que llamó las contradicciones de las posiciones kurdas sobre el este del Éufrates, acusando además a Washington de no participar en un diálogo de paz, según el ministro de Defensa ruso, Igor Konashnikov.

Mientras tanto, Ankara está movilizando al nivel mediático y militar para dicha operación. Los periódicos del país hablan día y noche sobre la importancia de esta operación para la seguridad nacional turca y para mantener las ecuaciones en la región, debido a que grandes áreas del norte y este de Siria se encuentran bajo el control de los kurdos, que prefirieron cobijarse bajo el paraguas de EEUU, mismo que ahora pierden, antes que llegar a acuerdos con el Gobierno sirio.

De igual manera, a nivel popular, Ankara también se está movilizando para una reunión de jeques árabes del norte sirio con oficiales turcos en la zona turca de Rihaniyah, sobre todo después de las frecuentes informaciones que hablan sobre una intención de Arabia Saudita de crear el autodenominado Ejército Árabe, formado por elementos de las tribus árabes en el norte.

La movilización política se ve reflejada a través de un mapa publicado por la Agencia de Anatolia, que incluye áreas controladas por los kurdos, quienes ocupan aproximadamente un cuarto del territorio sirio, que contiene los recursos más ricos, energéticos, agrícolas y de agua en Siria.

Asimismo, las fuerzas kurdas están tratando de formar una entidad kurda a través del desplazamiento forzado de 700 mil árabes de sus aldeas, sin permitir que la gente regrese a sus áreas después de recuperarlas del control de Daesh.

Mientras, el Departamento de Defensa de los EEUU expresó su intención de formar los llamados "guardias de fronteras" con elementos de las unidades kurdas, para no devolver esos territorios a sus legítimos dueños, el pueblo sirio.

En medio de estos cambios, EEUU establece puntos de observación en la región del Eufrates Oriental para proteger a los kurdos sirios de lo que describió como "acoso" turco. Esas medidas Turquía las considera como una protección a los kurdos en el corto plazo y para allanar el camino para establecimiento de un ejército regular de fuerzas kurdas como una fuerza permanentemente en la región.

Posiblemente esto condujo a Turquía a apresurar el anuncio de una operación militar, tal vez su objetivo es atraer a Washington en este momento a hacer concesiones en el norte de Siria, igual que hizo Washington en Afrin.

En este sentido, para Washington tal vez es una prioridad tomar la decisión de asegurar la permanencia de Daesh en la zona de Hajin (frontera con Irak), antes de comenzar a negociar con Ankara.