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Venezuela :: 27/01/2010

La electrificación de Venezuela y la oposición

Ernesto Tamara
La sequía puso al desnudo que la demanda de electricidad supera a la generación, pero revela también que era un problema que debería haberse atendido anteriormente

A 9 meses de las elecciones legislativas, la oposición interna y externa del gobierno bolivariano, acentúa su propaganda y sus planes desestabilizadores, aprovechando cualquier error del proceso y hasta los desastres naturales y sus consecuencias. Los cortes de energía se han transformado ahora en el nuevo caballito de batalla de una oposición que cuando fue gobierno, administró muy mal esa situación.

“Rectificar es de sabios” dijo el presidente Hugo Chávez cuando la otra semana suspendió el corte de luz programado para la ciudad de Caracas. La medida, sostuvo, fue mal planeada y mal presentada, y había generado malestar entre los habitantes de la capital. El presidente modificó el cronograma de cortes programados y de paso sustituyó al ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez. La gente, acotó, no tenía suficiente conocimiento de cuándo iba a quedarse sin electricidad y había zonas donde no se hizo el corte previsto y otras en las cuales se realizaron cortes adicionales a los que correspondían. Las autoridades vienen alertando desde hace tiempo que la sequía afecta los embalses Guri (estado Bolívar) y San Agatón (Táchira) y por lo tanto a las presas generadoras de energía. Se estima que el 70 por ciento de la electricidad se genera por hidroeléctricas.

La situación ha sorprendido a las autoridades pese a que hace casi tres años fueron nacionalidades las empresas “Electricidad de Caracas” cuando el gobierno compró el paquete accionario del 82% de la estadounidense AES Corp. por 740 millones de dólares, y en ese mismo año, 2007, llegó a un convenio con la estadounidense CMS Energy para pagar 106 millones de dólares por su 88% en la eléctrica “Seneca”.

Venezuela ha estado invirtiendo en grandes obras de infraestructura, plantas industriales, líneas de metro, plantas procesadoras de alimentos, etc, todas empresas grandes consumidores de energía, y se ha retrasado en la producción de la misma. El consumo de los venezolanos no ha disminuido, pese a las quejas de la oposición por la situación económica y la evidente especulación y retención de productos, lo que genera también un mayor consumo de electricidad.

La sequía puso al desnudo que la demanda de electricidad –en este período de sequía y de menor producción- supera a la electricidad generada, pero revela también que era un problema que debería haberse atendido anteriormente con mayor planificación.

En cada proceso de desarrollo de la industria local, se requiere un abastecimiento constante y progresivo de energía. Para aquellos que gustan de los textos clásicos, es bueno recordar que el revolucionario ruso, Vladimir Lenin, al iniciar el proceso de industrialización de la Unión Soviética en 1920, a modo de consigna y destacando su importancia, escribió: “comunismo es el poder soviético más la electrificación de todo el país”. Aunque el gobierno apenas haya nacionalizado las empresas de electricidad en 2007, después de constatar la falta de inversiones en el sector, no se han emprendido grandes inversiones ni construcciones de plantas eléctricas, pese a que los planes de desarrollo industrial prosiguen a gran ritmo.

Ahora, en una crisis impuesta por la sequía, el (ex)vicepresidente Ramón Carrizales, informó que el gobierno adquirió nuevas plantas generadoras de electricidad para ponerlas al servicio del Área Metropolitana de Caracas. Según explicó, las plantas generarán 2.055 megavatios, y estarán instaladas en los estados vecinos a la capital, Vargas y Miranda, y entrarán en funcionamiento a finales de año.

Un supuesto informe de de la Corporación Eléctrica Nacional filtrado por la prensa opositora sitúa el déficit provocado por la sequía en 1.700 megavatios. El informe advertía sobre un posible colapso energético si el embalse del Guri seguía bajando. Es decir que ese déficit puede ser absorbido por las plantas que entrarán en funcionamiento a fin de año. Sin embargo es un margen estrecho para seguir desarrollando el país.

En tanto, para llegar a esa fecha sin grandes sobresaltos, es necesaria la disminución del consumo, que, por ahora, sólo parece posible lograrse con los cortes programados. El informe de la Corpoelec incluyó medidas de ahorro, entre ellas la restricción del uso electricidad en los centros comerciales, vigente desde el pasado 1 de enero, y la bajada del consumo del sector público, para la cual el gobierno ya decretó una reducción de la jornada laboral a cinco horas durante 150 días.

También han sido impuesta reducción de la producción en empresas grandes consumidoras de energía. El anterior y primer ministro de Energía Eléctrica –cargo creado en 2008, Ángel Rodríguez, recordó algunas medidas adoptadas a principios de año en las empresas básicas de Guayana: en Aluminios del Caroní (Alcasa) se sacó de funcionamiento las Líneas I y II, en la Industria Venezolana del Aluminio (Venalum) se desincorporaron 360 celdas de las diferentes líneas de producción y, en la Siderúrgica Alfredo Maneiro (Sidor), se paralizaron dos hornos.

La situación fue aprovechada por la oposición que acusó al gobierno desde la sequía hasta la falta de inversiones en el sector, pese a que sólo hace poco más de dos años que se nacionalizaron las empresas eléctricas que abastecían a Caracas.

ernestotamara@gmail.com
www.suramericapress.com

 

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