¿Las Asambleas de la acampada en la plaza Catalunya, manipuladas?

Texto enviado a La Haine:

Muchas hemos sido las personas que espontáneamente hemos acudido a la acampada de la plaza Cataluña para mostrar nuestra indignación y rechazo a la corrupción de la clase política, banqueros, especuladores, a los recortes sociales, laborales, de pensiones,……

Desde el inicio de la acampada se plantea la forma de funcionamiento para la toma de decisiones, acordándose la asamblea como representación soberana de los concentrados.

Durante los primeros debates sólo se acordaron unos mínimos de consenso: apartidismo, asindicalismo, pacifismo

Muchos estábamos ilusionados con la respuesta de la gente, asqueada de los políticos y de las leyes que nos están imponiendo, y cada día eran más los que se sumaban a la acampada, acciones y asambleas, realmente una respuesta que nadie se esperaba.

En realidad, pocos son los que tienen una práctica asamblearia, y ante la inmensa cantidad de gente que participaba en las asambleas, se acuerda, en asamblea, funcionar en comisiones de trabajo abiertas.

Estas comisiones, unas son técnicas: infraestructura, comunicación… y otra, más polémica, de contenidos. Estas comisiones habían de trasladar sus resúmenes a la asamblea general para que esta decida ¿pero como? Pues de forma muy sencilla y práctica, y que siempre ha funcionado: presentar las propuestas trabajadas en las comisiones a la asamblea, que se abriera un turno de palabras y se planteara el consenso. Y funcionó, ya que se consideró muy importante lo que se estaba haciendo pero también la forma de hacerlo.

Desde el principio una cuestión polémica dada la diversidad de planteamientos era conseguir un manifiesto común, donde estuvieran plasmadas todas las ideas. Se debatió ampliamente tanto en comisiones como en la asamblea general, acordándose, primero que no habría manifiesto común. Segundo, se abría la posibilidad de diversidad de manifiestos siempre y cuando se respetaran los mínimos acordados: apartidismo, asindicalismo, pacifismo…

Coherentes con este acuerdo han surgido infinidad de escritos de los diferentes colectivos, movimientos sociales y de trabajadores en lucha que se unían a la acampada. Acordándose únicamente en otra Asamblea una declaración de principios…

Pero de nuevo los profesionales de la clase política, en esta ocasión de partidos minoritarios, con poca o nula representatividad y de elementos con oscuros intereses, se han conchabado para sacar partido del descontento general, han roto el consenso y han puesto en práctica el sistema de asambleas que mejor les convenía para colar sus planteamientos. ¿O es que no saben funcionar en Asamblea donde previamente a las votaciones se debate, porque su práctica no es esa?

No han respetado el acuerdo de funcionamiento de las asambleas. En vez de abrir debate después de las propuestas de las comisiones, no han dejado expresarse otras opiniones en la asamblea antes de las votaciones como se había acordado, y han pasado a votar directamente las propuestas por ellos presentadas, sí, si se estaba de acuerdo y punto. En algunos casos se preguntaba quien no estaba de acuerdo, para quedar bien como buenos políticos. Si era lo que ellos querían que saliera, bien, sí no, se replantean la propuesta, sin debate alguno. Esto no es asamblearismo, es politiqueo.

Con esta manera de actuar se está reproduciendo en las asambleas de Plaza Catalunya el funcionamiento de los partidos políticos, o de los sindicatos que se dicen mayoritarios, propuestas y a votar, en este caso no en urnas, pero solamente la opción de votar, no de debatir.

El otro asunto, también gravísimo que ha sucedido es que se han saltado otro acuerdo, o que no han querido aceptar, es el de no hacer ningún manifiesto común, como había acordado la asamblea, dada la pluralidad de planteamientos sociales y la dificultad de refundirlos.

Después de saltarse el acuerdo de la metodología acordada para tomar acuerdos, pasan a votar un listado con multitud de puntos, sin debate previo, ya que no habían podido sacar lo de hacer un manifiesto común, pero en realidad es lo mismo lo llamen como lo llamen. Entre estos puntos hay algunos con los que se puede estar de acuerdo, o no, pero también hay puntos partidistas, como la instauración de la tercera república. Recordemos que, desde el inicio de la acampada, se consensuó el apartidismo, claro algunos dirán que esto no es una opción de partido, pero queda claro que sí es una opción de varios partidos, ¿o no? Y es la opción de los que se han saltado los acuerdos.

De nuevo hemos visto frustradas nuestras ilusiones.

De nuevo los políticos han hecho política. Han utilizado la Asamblea para hacer su proclama política.

Muchos pensábamos que por una vez esta podría ser una verdadera ASAMBLEA DEL PUEBLO y que las personas podrían decidir sobres sus propias vidas sin intermediarios. Seguimos pensando que aún se está a tiempo de reconducir la Asamblea a los planteamientos iniciales.

El redactor de este comunicado ha participado, en las asambleas y en la comisión donde se elaboró la metodología a seguir en las mismas.

Ningú no ens representa