Trabajo impondrá la conciliación obligatoria y los sindicatos asumen los costes

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, adelantó el lunes durante una conferencia en el Consejo Económico y Social que la reforma de la negociación colectiva que prepara el Gobierno será "prudente y tranquila" y mantendrá los puntos básicos de acuerdo alcanzados por patronal y sindicatos antes del 30 de mayo. No incluirá el pacto sobre mutuas ni hará referencia al modelo de fijación de salarios, a la rebaja de cuotas por contingencias profesionales ni al control del absentismo, según explicó el ministro, ya que estas materias se condicionarán a la evolución económica y de las necesidades empresariales.

Los grandes ataques se consensuarán con los "agentes sociales"

Gómez dijo que la reforma mantendrá la ultraactividad, "aunque establecerá el procedimiento de mediación y arbitraje para solventar situaciones de falta de acuerdo" de manera que "muchas cosas derivadas de las relaciones laborales que ahora terminan en los juzgados de lo social encuentren un ámbito intermedio entre la mediación y el arbitraje", sin tener en cuenta que las negociaciones actuales en los servicios de mediación y arbitraje laborales(SMAC) acaban por pactarse a la baja con el trabajador. Trabajo baraja fijar en la redacción de la ley como contenido mínimo de los convenios "algún mecanismo de resolución de conflictos extrajudicial". Reiteró que la "judicialización excesiva" es uno de los males actuales, por lo que la reforma persigue combinar "adaptación con seguridad" y un mecanismo que libere de cargas a las empresas incursas en procedimientos o conflictos laborales.

El titular de Trabajo instó a sindicatos y empresarios a retomar las conversaciones "a la vuelta del verano" para tratar los cambios pendientes que el Gobierno no incluirá en el decreto que tiene previsto aprobar el próximo viernes, lo que abriría las puertas a las materias por ahora excluidas(modelo de fijación de salarios y persecución del "importante absentismo laboral" que denuncia la CEOE). Gómez opinó que "ha habido una influencia clara de las elecciones del 22-M y de la nueva situación política", si bien advirtió que "se equivocan aquellos que creen que es mejor que las reformas se queden sin hacer, a la espera de un hipotético cambio de Gobierno", ya que, dijo, "España necesita hacer esas reformas que nos mantienen lejos de los países que han necesitado el rescate financiero de la Unión Europea".

CEOE y sindicatos eluden criticar la reforma

El vicepresidente de CEOE y presidente de Confemetal, Javier Ferrer, defendió la postura de la patronal. "No podemos admitir una mayor participación de los sindicatos en las decisiones de las empresas", dijo. Asimismo señaló que el problema del absentismo es "muy grave", especialmente en el sector público.

Los sindicatos eludieron señalar culpables externos del fracaso de la negociación. "El PP no trabajó entre bambalinas para que no hubiera acuerdo", aseguró el secretario general de CCOPO, Ignacio Fernández Toxo. Además, consideraron que el arbitraje no debe ser obligatorio y que habrá que consensuar sobre esta materia. "Hay aspectos que no se pueden trasladar en norma legal y requerirán acuerdo", señaló Toni Ferrer, de UGT que abrió las puertas a que este nuevo golpe a los trabajadores sea más o menos negociado.

La Comisión Europea exige más ajustes y vigilar el déficit

Igualmente la Comisión Europea pidió ayer a España y al resto de países europeos que aumenten sus esfuerzos de consolidación de las cuentas públicas en 2011 y 2012. El Ejecutivo comunitario insistirá en pedir de nuevo al Gobierno español que inste a las comunidades autónomas a cumplir con los objetivos de déficit así como a que profundice en las reformas para reducir el paro y aumentar la productividad. Según destacan algunas agencias catalanes, la Comisión sitúa el gasto de las comunidades en el centro de sus preocupaciones sobre la economía española y opta por una drástica reducción del gasto público en materias sociales.