[Vídeos] Matanza en Noruega: El joven sionista buscaba golpear al marxismo y al Islam

[En la foto, cartel invitando a boicotear Israel, puesto por los jóvenes socialdemócratas en la isla de Utöya cuando Jonas Gahr Store, Ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, fue recibido el jueves, donde escuchó la petición de que Noruega reconozca al Estado palestino. Fuente: just-another-inside-job] El epicentro del horror tiene un nombre: la isla de Utöya. Y también una cara: la de Anders Behring Breivik, 32 años, autodefinido como islamófobo y sionista. Una paradoja remarcable si se recuerda que en el primer momento del doble atentado, en la tarde del viernes, se privilegiaba la tesis de que los autores eran grupos islamistas. En la isla de Utöya irrumpió armado el viernes sobre las 17.30 el presunto agresor, y allí provocó al menos 85 víctimas mortales. Se sospecha que, tras activar solo o con otros extremistas el artefacto de Oslo, se desplazó a la idílica isla donde 560 personas participaban en un campamento de las juventudes socialdemócratas -el partido de Stoltenberg-, con uniforme policial y armado con armas semiautomáticas. Por increíble que parezca, el sionista pudo disparar a sus anchas durante más de una hora y media, sin que la policía o cualquiera de los otros cuerpos de seguridad lo detuviera. Y todo esto a sólo 40 kilómetros de la capital noruega y a escasos kilómetros de la comisaría de Sundvollen. 560 jóvenes que seguramente tenían cada uno su teléfono móvil y habrán hecho cientos de llamadas desesperadas. Para completar lo grotesco del cuadro, la policía tardó media hora en llegar a la isla desde que recibió el primer aviso. La investigación se lleva a cabo en total secreto, y las hipótesis policiales insisten en la probabilidad de que Breivik actuara solo. Sin embargo, el Chicago Tribune entrevistó a un residente de la zona de la bomba en Oslo, que asegura que se vieron personas con uniforme negro sin distintivos en el área minutos antes de la explosión. Ejercicio antiterrorista precede al ataque En otro ejemplo de cómo casi todos los eventos terroristas importantes son precedidos de un ejercicio de "seguridad" en el mismo escenario, El diario noruego "Aftenposten" informa que la policía de Oslo estuvo realizando un ejercicio antiterrorista en un lugar cercano a la Ópera de Oslo sólo 48 horas antes de la explosión que golpeó un edificio gubernamental en la capital noruega. La policía "se olvidó de informar al público" del ejercicio, que consistió en unidades anti-terroristas atacando un edificio en desuso en el muelle Bjørvika, con explosivos y armas de fuego real. Luego la policía tuvo que disculparse públicamente hoy por no informar sobre el ejercicio. Según infowars.com, aunque es demasiado pronto para juzgar la naturaleza de este ejercicio, esto le da al estado una excusa ante cualquier sospecha de complicidad con el ataque real, como ha sido evidente en los eventos anteriores de terror más importantes, incluyendo los de Londres y Nueva York. En el caso de los atentados de Londres, pocos días antes una empresa de consultoría con conexiones con el Gobierno y la policía, estuvo ejecutando un ejercicio para una compañía anónima que giraba en torno al metro de Londres, bombardeado a la misma hora y en el mismo lugar en que ocurrió el atentado en la mañana del 7 de julio de 2005. Una "coincidencia" que muchos escépticos de la historia oficial han descartado como una imposibilidad estadística. Tesis de un solo ejecutor En Noruega, la tesis policial la apuntalaron anoche al "trascender" que Breivik colgó horas antes un manifiesto de doce minutos de duración en Youtube en el que describía los ataques que iba a perpetrar, según informaron fuentes policiales a la cadena TV2. En el vídeo Breivik -bajo el nombre de usuario 'BerwickAndrew'- se compara con los caballeros templarios y anima a sus seguidores a participar en una guerra contra el marxismo y el Islam. En el minuto 12, aparece armado con un rifle automático, vestido con un traje de neopreno y con un parche en el brazo en el que pone «cazador de marxistas». De igual modo, el joven ultra habría publicado en diferentes foros un panfleto de 1.500 páginas de longitud en el que describe con minuciosidad sus planes para atentar contra el Gobierno noruego. Sionismo Según el blog sueco Alazerius, Breiviks es un sionista fanático y defensor a ultranza del estado de Israel y su régimen, calificando a todos los que lo critican como nazis. En su "ideología", Breiviks cree que es un error llamar derechistas a los nazis, puesto que el nazismo era "socialista" y atacaba a los judíos. Alazerius opina que si el atentado hubiera sido cometido por un musulmán, se hubieran alzado inmediatamente voces poderosas exigiendo a la izquierda y a los defensores del Islam condenar la violencia y por extensión a los árabes. ¿Se alzarán las mismas voces ahora para exigir a los defensores de Israel que condenen la violencia desatada por Israel o por otros en nombre del sionismo? Según just-another-inside-job, Breiviks simpatiza con el violento movimiento sionista inglés EDL, English Defence League. Se pueden ver todos los comentarios dejados por Breiviks en el foro derechista noruego Document, dirigido por un extremista judío y en el que los que participan se llaman a sí mismos "más judíos que los propios judíos". Aquí escribía Breiviks asiduamente: http://www.document.no/anders-behring-breivik/ (en noruego) donde ataca al marxismo y al islam y defiende al régimen de Israel. En este vídeo de ese mismo blog se puede escuchar la entrevista (en inglés) a un residente en la zona de la explosión, que comenta la presencia de hombres con uniforme negro sin distintivos (similar al que usaban los terroristas judíos cuando estaban expulsando a los palestinos de sus tierras antes de 1949).

Hora y media de tiroteo La policía noruega, famosa por su rapidez, tardó cerca de media hora para llegar al lugar tras haber recibido el primer aviso. Algunos de los jóvenes que participaban en el campamento del partido socialdemócrata dieron la alarma a través de métodos como mensajes de twitter, que demostraron no servir para estos casos. Tras los disparos, muchos de ellos trataron de huir de la isla a nado, por lo que ayer se buscaban cadáveres también en el mar. Además, la llegada de la Policía motivó nuevas escenas de pánico, dado que el atacante había actuado vestido con ese uniforme y son muchos y conocidos los casos de infiltración nazi en las policías escandinavas. La matanza había sido minuciosamente preparada. Se prolongó durante cerca de hora y media en total, en la que aparentemente Breivik actuó con total sangre fría y sin parar. Según se ha sabido a través de los relatos de los jóvenes supervivientes, muchos de ellos todavía en estado de shock, el autor de la matanza les reunió en tono tranquilo afirmando que iba a darles detalles sobre lo que estaba ocurriendo en Oslo, ya que a la isla ya había llegado noticia sobre la explosión del coche-bomba. Lógicamente, el hecho de que fuera vestido de policía hizo que nadie sospechara de sus intenciones reales. Cuando decenas de ellos ya estaban ante él, empezó a disparar. El pánico hizo que los jóvenes se refugiaran entre los árboles y las rocas de la zona, o bien que saltaran directamente al mar. Según uno de los heridos, el hombre siguió tirando contra quienes nadaban: «La gente moría en el agua. Yo me tenía que proteger detrás de ellos, rezando para que no me viera. Nadé unos 100 metros pero me cansé por la desesperación y tuve que volver a la costa, donde me tiré en la arena haciéndome el muerto. El atacante me movió con el fusil y luego me disparó en la espalda, para rematarme», narró. Algunas fuentes afirman que habría todavía unos 20 jóvenes sin aparecer en el campamento, por lo que si se confirman los peores presagios la matanza podría haberse costado más de cien vidas. Sin embargo, la Policía rebaja la cifra de desaparecidos hasta «cuatro o cinco». Pese a la opacidad de la investigación, un portavoz de la Policía noruega sí apuntó que Breivik se rindió sin oponer resistencia, dejando sus armas en el suelo, en el mismo tono calmado que usó para perpetrar la masacre. «El atacante ha confesado que se encontraba en la isla, que tenía acceso a armas y que había abierto fuego», declaró el jefe policial en funciones, Sveinung Sponheim. Breivik, apuntó, está siendo interrogado en la comisaría de Policía de Oslo. Según las leyes de aquel país, disponen de tres días para los interrogatorios, antes de ponerlo a disposición judicial. ¿Más bombas en Oslo? El ataque en la isla se produjo dos horas después del de la capital, cuando en los medios noruegos se sucedían las imágenes de escenas de caos en Oslo, con personas heridas tendidas en las aceras y ciudadanos ensangrentados entre ambulancias y equipos sanitarios. La potente detonación había causado graves destrozos en cuatro edificios gubernamentales y otros inmuebles vecinos, y la policía procedía a evacuar la estación central de ferrocarril, centros comerciales y redacciones de los principales medios del país. Tras saltar la noticia del tiroteo, las informaciones sobre ambos atentados se solaparon durante horas. Si inicialmente toda la atención se centró en la capital, de la que llegaban imágenes de edificios destrozados y ciudadanos heridos, con las horas se trasladó a la isla, donde finalmente, ya de madrugada, se confirmó la matanza de dimensiones catastróficas. El mismo portavoz policial que dio detalles de la detención de Anders Behring Breivik invitó a no descartar que haya más explosivos todavía en Oslo que no han estallado, al igual que los hallados ya en la isla, sobre los que no hay más detalles por ahora. Sobre todo lo que intenta la policía y el Gobierno es asignar toda la responsabilidad de los dos atentados a una sola persona, para evitar tener que investigar a las organizaciones ultraderechistas. Y junto a ello, se apunta con bastante certeza que la cifra de víctimas mortales por la deflagración de la capital puede aumentar en la medida en que se vayan retirando los escombros provocados en varios edificios de la zona. Tampoco hay datos oficiales por ahora sobre el explosivo y su cantidad, pero el estallido fue devastador. Abono químico y armas El presunto agresor había comprado desde la primavera pasada hasta seis toneladas de abono químico, como explicó a medios noruegos la portavoz de un mayorista de estos productos, con los que podría haber preparado la bomba de Oslo. No levantó sospechas, añadió esa fuente, puesto que constaba como distribuidor de productos agrícolas. También se sabe que era aficionado a la caza, lo que le habría permitido el acceso a las armas de fuego que utilizó luego en Utöya. Además de los muertos, se sabe que unas 30 personas permanecen hospitalizadas en estado grave en centros sanitarios de Oslo por la doble masacre, según informó el diario "Aftenposten". El director del hospital de Oslo, Pal Aksel Naess, explicó que hay 30 heridos graves, de los cuales 20 están muy graves y que otras 35 personas habían sido atendidas por heridas de menor gravedad. Stoltenberg, firme en mantener tropas en Afganistán y Libia Aunque los socios del Gobierno socialdemócrata insisten en retirar las tropas de Afganistán y terminar con la participación noruega en la agresión a Libia, el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, no piensa cambiar su postura de momento. En una comparecencia hecha tras visitar a algunos heridos, confió en que el doble atentado no afecte «al carácter abierto y democrático» del país nórdico. «Noruega es un país donde los políticos tienen una relación cercana con la gente, donde los jóvenes son políticamente activos sin tener miedo. Voy a hacer todo lo que pueda para mantener esto así», agregó. El estupor por la matanza y su localización se palpó en reacciones como la de José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, que indicó que un ataque así no es algo que uno espera ver en una nación a la que se asocia «con la paz tanto en el propio país como por sus esfuerzos por lograr acuerdos de paz en el extranjero». Dicha paz en el extranjero consiste mayormente en lanzamiento de misiles contra los que se oponen a los designios imperialistas. Paradójicamente, en un país con una fuerte tradición de asilo como es Noruega, un mensaje como el de Jensen, centrado en la crítica contra los inmigrantes (especialmente los musulmanes), ha encontrado un progresivo respaldo entre los votantes. Un ejemplo de este discurso se encuentra en sus campañas electorales, donde se muestran imágenes de personas con rasgos árabes armados con pistolas o cuchillos. La ultraderecha noruega, un partido antiislámico que ya es segunda fuerza Las primeras sospechas tras el doble atentado de Oslo apuntaron a los grupos yihadistas. Antes de que se conociese la identidad del primer detenido, buena parte de los medios de comunicación occidentales ya tenían elaborados los informes que culpaban a organizaciones islámicas y señalaban a la publicación de las caricaturas de Mahoma, en el año 2005, como base argumental para los ataques. Sin embargo, el arresto de Anders Behring Breivik como principal sospechoso ha puesto en evidencia que las bombas y el tiroteo están cerca del atentado de Oklahoma, perpetrado por ultraderechistas el 19 de abril de 1995. No se puede obviar que las ideas islamófobas y conservadoras han cobrado fuerza durante los últimos años en toda Escandinavia. También en Noruega, donde el Partido del Progreso (FrP en sus siglas en noruego) representa ese discurso que mezcla antiinmigración, valores conservadores y liberalismo económico. «Esto me entristece todavía más después de saber que esta persona fue miembro de nuestro partido», declaró ayer. a través de un comunicado, Siv Jensen, la presidenta del Partido del Progreso, tras reconocer que el detenido fue miembro de su formación entre 1999 y 2006. La lista ultraderechista es, desde las elecciones de 2009, la segunda fuerza en el parlamento, con 41 escaños y el 23% del porcentaje total de votos. El FrP ha experimentado un ascenso imparable desde los años 80, pasando de ser un grupo prácticamente marginal con apenas 4 escaños hasta convertirse en la gran referencia derechista, desbancando al Partido Conservador (30 escaños) y haciendo desaparecer al resto de partidos ultras.

Gara / Agencias / La Haine