Empleos: lo que realmente significan

Hoy en día no hay político en la contienda electoral nacional que no prometa a gritos "¡Empleos!, ¡empleos! y ¡empleos!”

En parte, es porque saben que esto es lo que la gente quiere escuchar. Saben que muchas personas no sólo se han quedado sin trabajo, sino que están aterradas sobre sus posibilidades de encontrar un empleo en el futuro.

Cuando escucho estas promesas, me recuerda la línea en el clásico de 1974, Blazing Saddles (Sillas de montar calientes), donde el cómico Mel Brooks interpreta el papel del gobernador William J. Le Petomaine: "¡Hay que proteger nuestros cochinos empleos fantasmas!”

Cada político que ladre en Estados Unidos hoy en día sabe que los buenos empleos, excepto para personas altamente especializadas, ya se fueron para siempre.

En gran medida, esto es el resultado de la aprobación del TLCAN, Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que quitó muchísimos trabajos del sector manufacturero.

Pero en el fondo, no se trata de empleos, sino de salarios dignos ––algo que ningún político aborda.

La realidad es que “la América corporativa” resguarda alrededor de $2.2 millones de millones de dólares en capital que fácilmente podría darles trabajo a los 23 millones de desempleados, sub-empleados e incluso a las personas inactivas (las que no tienen trabajo y tampoco lo están buscando).

Pero los empresarios no quieren hacerlo. Y ningún político ––ni siquiera el Presidente de Estados Unidos–– está dispuesto, o es capaz de obligarlos a hacerlo.

Entonces, están hablando de “cochinos empleos fantasmas” porque son los únicos que quedan.

Desde el corredor de la muerte, soy Mumia Abu-Jamal.

--(c) '11maj
21 de agosto de 2011
Audio grabado por Noelle Hanrahan: www.prisonradio.org
Texto circulado por Fatirah Litestar01@aol.com
Traducción Amig@s de Mumia, México