Palestina tiene derecho a defenderse

El asalto criminal en Gaza que se está viviendo estos días a manos de Israel y con el apoyo explícito de la UE y EEUU, al contrario de lo que la propaganda de guerra de la “comunidad internacional” nos está tratando de vender, forma parte de una estrategia calculada que poco tiene que ver con acciones de la resistencia. Una resistencia que realmente se conformó como respuesta a la raíz y origen del conflicto que no es otro más que la ocupación y colonización de la nación palestina.

Este ataque estaba planificado en diferentes fases, siendo la primera la creación de una falsa distensión de tregua negociada que buscaba la relajación para de esta manera sorprender mediante ataques selectivos a negociadores y posteriormente escalar la agresión.

El genocidio en Gaza, la limpieza étnica, el robo y colonización de tierras, los millones de desplazados, la ocupación militar, el sistema de apartheid, la tortura y el accionar armado de uno de los ejércitos más poderos del mundo sobre una población que vive en la ruina y pobreza es el marco donde se desarrolla este conflicto desigual donde Palestina apenas tiene opciones de defensa.

Esta situación impuesta a Gaza a través del asedio, los bombardeos, los asesinatos y la destrucción sistemática se ha convertido en práctica habitual del régimen sionista y este nuevo ataque se enmarca en ese contexto además de en la necesidad de tensionar internacionalmente para que Palestina no se convierta en Estado no miembro de la ONU tras la petición de cara a una negociación de un borrador de resolución con los miembros de la Asamblea General. Otros factores como las elecciones en Israel o el intento desesperado para romper la voluntad de la resistencia para compensar la pérdida de la moral israelí entran en juego, pero los acontecimientos pueden desencadenarse de forma incontrolada llevando la situación actual de bloqueo promovido por Israel a un horizonte desolador.

Presionar a Israel así como a sus aliados se convierte en una obligación para llegar a una solución justa y duradera que pasa ineludiblemente por el respeto a la territorialidad y derechos nacionales de Palestina. Condición indispensable para la paz.

Desde Europa, desde Euskal Herria, no basta simplemente con la solidaridad pasiva sino poner en efectivo medidas que ayuden en lo que esté en nuestras manos a alimentar esa presión internacional como la movilización, el boicot o la protesta institucional.

Los niños de aquí nos rodean
allí no pueden jugar,
porque unas bombas caen,
y los misiles caerán.

Aquella madre que está
pidiendo necesidad
no puede amamantar
al niño que ha nacido ya.

Estos hombres con fe
mujeres ya sin razón
niños acostumbrados
y aquel hombre ya muy mayor,
resiste sobre las ruinas,
sin miedo y sin temor,
por que al menos tienen una cosa
que se llama el honor
y lo llevan muy adentro
allá en el corazón.

Chicos andan en las calles
resistiendo sin parar
y un hombre muere en la acera
pero aún puede gritar

PALESTINA VENCERÁ !!!!

A. Yousef