Iñaki Uriarte, arquitecto

Jacob y Wilhelm, dos hermanos alemanes que nos alegraron la niñez con
su recopilación de cuentos y leyendas alemanas. Lo hicieron con mimo y
detalle, fue un trabajo artesanal y delicado. Por eso hoy su lectura
nos produce emoción. Les hablo de los hermanos Grimm, nacidos a
finales del s. 18 y muertos a mediados del 19. Les cuento porque
estamos en Navidad y todos, sin duda, hemos leído algunos de los 210
cuentos recopilados por los Grimm: Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel
y Gretel, La Bella Durmiente, La fuente de las hadas, Juan sin miedo o
Pulgarcito...

Más tarde fueron profesores universitarios, hicieron investigaciones
lingüísticas, escribieron un diccionario etimológico de 33 tomos, una
gramática y profundos y sabios tratados cobre la mitología alemana.

En reconocimiento a su labor los alemanes le honraron con un monumento
del escultor Syrius Eberle en la plaza del mercado de su ciudad, en
Hanau del land alemán Hessen.

El 11 de diciembre, martes, en el Museo marítimo Ría de Bilbao, el
aparejador Joaquín Cárcamo y el arquitecto Iñaki Uriarte nos
ofrecieron una exposición-conferencia, bella y estudiada con detalle y
mimo en el 125 aniversario de Evaristo Churruca y el muelle de hierro
de Portugalete. Un ingeniero que supo solucionar con altura e ingenio
un grave problema en la navegación por la ría. Aquella obra de
ingenio, construida hace 125 años, ha sido reparada un siglo largo
después con desconsideración e ignorancia. Cárcamo y Uriarte nos
hicieron ver el antes y el después. No fue una reparación, fue una
destrucción en toda regla, una vergüenza, con la colaboración,
desprecio e ignorancia de las autoridades locales e instituciones
públicas, encargadas de velar el patrimonio de nuestro pueblo.

Tenemos un alcalde, el Sr. Azkuna, que saca la cartera para pagar 8
euros ante las quejas de una visitante por un plato de jamón servido
en un bar de la Villa a precio, según ella, desorbitado, corriendo
presuroso a contar su hazaña al micrófono, y desprecia a quien
analiza, valora, defiende, escribe y critica con dureza y conocimiento
el abandono del que hacen gala nuestras autoridades del patrimonio
cultural, muy en especial del alcalde de nuestra villa, como lo
hiciera días atrás en la inauguración del mercado de san Antón
calificando de poner palos en la rueda a quienes le exigían respeto y
consideración ante la obra del arquitecto Pedro Ispizua. El alcalde
Azkuna no es el alcalde Cuerda, aunque de parecido pasado y talante,
Cuerda supo sentir la ciudad, Azkuna se está convirtiendo en un
alcalde de derribo y piqueta.

Hoy Bilbao es, en este aspecto, un erial. Su pasado hay que seguir
estudiándolo en postales amarillentas porque apenas queda en pie algo
de lo que fue, claro está fuera del Athletic y la virgen de Begoña, su
huella ha sido aniquilada por la piqueta, la especulación y la
ignorancia de los mandamases.

Iñaki Uriarte viene persiguiendo la digna huella de nuestros
antepasados y de nuestra historia con su cámara, en archivos y dando a
conocer en artículos y conferencias. El salón del Guggenheim, a
finales de año, suele ser lugar de una de sus exposiciones magistrales
de arquitecto sensible, que quiere ser rayo de luz entre los
asistentes y con frecuencia crítica acerada por la desidia de las
autoridades de nuestro pueblo: alcaldes, diputados, colegios de
arquitectos, de ingenieros, rectores y profesores de universidad...

Un hombre de nuestra ciudad, que como lo hicieran ya antes entre
nosotros Barandiarán, Altuna, Jiménez Jurío, Resurrección María de
Azkue, el padre Donostia… o los hermanos Grimm de nuestra infancia,
va recogiendo estampas y paisajes de nuestro pueblo las más de las
veces deterioradas y bastante abandonadas, fruto de la desidia y la
ignorancia.

Nuestro agradecimiento al arquitecto Iñaki Uriarte por: EL ÁGORA
VASCA: LA PLAZA FRONTÓN. Análisis tipológico de los lugares del juego
de pelota, conferencia programada en el salón del Guggenheim el 30 de
diciembre a las 11´30.

Un eskerrik asko agradecido, Sr. Uriarte.

Mikel Arizaleta