Ilegalizando al Sol

Hacer las cosas contra natura, por “narices” y porque aquí mandan mis atributos es una costumbre muy del fascismo español. Acostumbrado como lleva durante decenios a funcionar de esta manera, en su mentalidad no caben los sentimientos de los pueblos ni las opiniones diferentes a su proyecto imperial.

Que Nafarroa forma parte de la nación vasca, es algo que sólo los muy brutos o muy fascistas pueden negar. El euskera es hablado por un porcentaje muy alto de ciudadanos y ciudadanas navarras, sobre todo en la parte más norteña del herrialde, las danzas y la música son tan vascas como las de Oiartzun o Galdames, el equipo más representativo se llama Osasuna que es un término en euskera que significa Salud..La ikurriña es un símbolo que es aceptado de manera tan natural por los navarros como pueda ser la bandera de las cadenas, ambos símbolos nacionales vascos…Apabullan los datos en este sentido.

El españolismo tanto el de derechas como el reformista de izquierda separó a la provincia navarra del resto de Hego Euskal Herria porque le interesaba continuar en el descuartizamiento de la nación vasca y de esta manera dificultar su construcción nacional, además de como se está demostrando en los últimos meses crear una serie de instituciones en las cuales colocar un ejército de estómagos agradecidos.

La creación por el españolismo de UPN forma parte de esta lógica. Un partido leal a la corona española, que se proclama navarrista y al mismo tiempo niega la historia de Nafarroa, de derechas capaz de representar a esas clases medias conformistas y reaccionarias que pasen a ser la base del regionalismo navarro anti vasco.

Un partido, UPN que hizo lo que no ha hecho nadie en la historia, legislar contra la lengua que de manera natural y espontanea se habla en su territorio, el euskera o “lingua navarrorum” como fue conocido en la antigüedad.

Un partido que ha hecho del antivasquismo su única seña de identidad y que ha copado las instituciones con sus militantes, en procesos de selección más que dudosos.

Un partido que tiene a sus principales lideres y dirigentes metidos en la corrupción hasta los tuétanos y con una gran numero de imputados y personas en espera de juicio por “meter la mano en la caja”.

En definitiva un partido cuyo único motivo de existir es el de gestionar la división de Hego Euskal Herria y de esa manera dar un “escaparate” democrático, a una división del país que en el día a día no es tal. Vascos de la CAV, vascos de Nafarroa y vascos de Iparralde asumen con naturalidad su pertenencia a la misma nación. Otra cosa es cuando se meten en medio los futboleros e intentan emponzoñar las relaciones entre herrialdes con ridículos asuntos del llamado deporte rey.

La situación de la ikurriña en Nafarroa es de ilegalización de facto. Multas, sanciones, amenazas e incluso cargas policiales contra la presencia de la bandera. Son ya varios años desde que en multitud de ayuntamientos se han recibido requerimientos y advertencias en caso de colocarla. No quieren ver la ikurriña en Nafarroa pese a la naturalidad con que su presencia es vista por las navarras y navarros. La ikurriña es tan navarra como el Osasuna, el Riau-Riau o las jotas de Tudela.

Decía un conocido, una persona de estas que tiene una gracia innata al hablar, de esas gracias que se tiene o no se tiene y no hay forma alguna de imitar, que algunos en su imbecilidad si fuese necesario para sus intereses, serian capaces de ilegalizar al Sol.

Ocurre que si ilegalizan al Sol, el astro rey va a seguir saliendo todas las mañanas, porque la estrella que nos aporta la luz es una fuerza de la naturaleza capaz de ignorar ilegalizaciones y legislaciones. El Sol saldrá mañana si o si y eso lo podrá comprobar cualquiera si a algún imbécil se le ocurre ilegalizarlo.

Comparaciones a un lado, la ikurriña en Nafarroa es un fenómeno tan natural que no podrá haber jamás ninguna legislación o ilegalización que la quite de la vista. La dictadura franquista lo intentó, con los resultados por todos conocidos y UPN persigue los mismos fines sin conseguir tampoco resultados. La ikurriña campa orgullosa por Iruña y Nafarroa digan lo que digan las leyes españolas.

Y máxime si estamos ante un pueblo al que imaginación nunca le ha faltado para sortear las leyes injustas que nos viene de allá las fronteras. Las giraldillas, los herri harresis y tantas y tantas experiencias más dan buena prueba de ello.

Por eso la impotencia de los concejales unionistas y de Nafarroa bai fue la que fue. Fueron meros espectadores de como el pueblo vasco, es capaz de seguir adelante, ignorando leyes y disposiciones.

Y la Ikurriña ante los ojos de todo el mundo ondeó orgullosa en el día más importante de la capital de Euskal Herria.