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Nacionales E.Herria :: 30/11/2013

[Cast/Eusk] Euskal Herria como parte de un todo

EHK
En Euskal Herria el combate pasa por aceptar el reto para reconstruir un movimiento revolucionario atendiendo a las bases económico-sociales y políticas

Castellano

"Las crisis consisten precisamente en que lo viejo está muriendo y lo nuevo todavía no ha podido nacer; en este interregno aparecen una gran variedad de mórbidos síntomas"
Gramsci (cuaderno de prisión, 1930)

La Euskal Herria trabajadora, los sectores populares y los presos políticos vascos se encuentran bajo la mira de un Estado español que no ceja en aplicar la acción represiva de manos del Partido Popular, con el objetivo de perpetuarse en un Gobierno que necesita recuperar una legitimidad perdida dadas las medidas económicas que va imponiendo al calor de la debacle económica internacional que, sin duda y a todas luces, no tiene visos de finalizar.

Por lo tanto, el repliegue de ETA y la crisis han puesto en evidencia cómo es la cara real de la democracia “a la española” y cómo la violencia unilateral, es el modo habitual de funcionamiento histórico de un estado fracasado como el español, acostumbrado a solventar los problemas internos de clase y nacionales con mano dura. Así, no son de extrañar los cambios legislativos respecto al endurecimiento de las leyes represivas que se están implementando desde Madrid.

El Estado quiere adelantarse a los posibles efectos futuros de la crisis e intentar sofocar de antemano cualquier respuesta social y política por muy “pacífica que sea”. Que vayan tomando nota todos aquellos grupos y fuerzas sociales o políticas que condenaban al MLNV y creyeron encontrar en la desobediencia pacífica una forma definitiva de neutralización de los instrumentos represivos del estado.

¿Cómo acabará la crisis?. Esto no es posible entreverlo de un modo preciso, al no haber comenzado la lucha por la liquidación definitiva del capitalismo. Por el contrario, lo que sí es posible entrever es que el sistema capitalista ha entrado ya, no en una crisis económica grave y permanente que anunciaría su caída inminente, lo que sería ridículo pretender, sino en una zona límite de su desarrollo que quiere romper y superar, lo que traerá aparejado dislocaciones y convulsiones en todos los rincones del mundo.

Nunca en la historia del capitalismo la oposición socialista había sido tan endeble e insignificante y sin embargo el sistema convulsiona. El mundo entero se ha adherido a “la economía de mercado”. Todos los continentes se hallan bajo parámetros capitalistas. Algunos países desde el neoliberalismo, otros, desde un capitalismo de estado, como sucede con los BRICS, se enfrentan en una lucha inter-imperialista por la hegemonía mundial lo que ha generado un mundo multi-polar. La multipolaridad implica un proceso de equiparación de poderes que empuja a un nuevo reparto del mundo lo que inevitablemente trae consigo el desarrollo de la carrera armamentística entre Estados Unidos, Rusia, China, India y Japón. En este sentido, la actual etapa se corresponde con una transición sistémica a escala mundial, aún inconclusa, que impacta en las naciones, regiones y países, en los medios de producción y de intercambio.

Por lo tanto, si nos situamos en un terreno exclusivamente económico, ¿se puede considerar que el capitalismo tiene un límite histórico?. La gran marxista Rosa Luxemburgo respondía diciendo que si, pues indudablemente, el capitalismo, en tanto que modo de producción, llegaría a un estadio último en que se convertiría en “una imposibilidad económica objetiva”, ella descartaba, no obstante, esta eventualidad al considerar que antes incluso de que el capitalismo hubiese podido recorrer la totalidad de su trayectoria histórica, “la exasperación de los antagonismos sociales y políticos” crearía “una situación tan insostenible” que no habría necesidad de que el capitalismo alcanzase tal extremo para desaparecer. Esto fue escrito en 1913 en su ensayo “La Acumulación del capital”.

Casi 90 años después, ¿es posible todavía sostener semejante punto de vista?. Lo que la Historia ha mostrado es que la lucha de clases, que debía, según Rosa Luxemburgo, abreviar la duración de la vida del capitalismo, no ha sido capaz de llevar a cabo esa misión. No porque tal combate fuese inexistente, sino porque el capitalismo encontró en sí mismo suficientes recursos económicos como para cortarle la hierba bajo los pies.

¿Quiere esto decir que la lucha de clases debe ser considerada nula en el final del capitalismo? No, pues a todas luces este último no desaparecerá por sí mismo sin intervención de las personas. La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Ciertamente son los hombres y mujeres los que hacen su propia historia pero, como decía Marx, en condiciones determinadas. Esto significa una cosa: mientras que el capitalismo disponga de un margen de maniobra económica para remontar sus crisis y, por tanto, sea capaz de proseguir su acumulación, no se podrá contar con la lucha de clases para ajustarle las cuentas. Y en esas está el sistema, buscando la forma de contener su crisis y reiniciar el proceso de perpetuación acumulativa combatiendo a las fuerzas revolucionarias que emergen en las distintas partes del planeta. Euskal Herria es una pequeña proyección de este todo.

Políticamente, la democracia burguesa (como marco integrador interclasista) ya no tiene perspectivas creíbles que ofrecer, estando agotados los ideales clásicos burgueses. Si se observa el mundo de las sociedades capitalistas llamadas avanzadas, en el que está inmersa nuestra Euskal Herria, un hecho evidente se impone hoy: ya no hay pasiones colectivas, ni grandes concentraciones políticas, ni sistema de convicción capaz de arrastrar la adhesión, de provocar el entusiasmo y de suscitar la esperanza. Desde el punto de vista ideológico es un mundo sombrío y desierto el que se ha instaurado. Únicamente las manifestaciones deportivas, a veces, llegan a provocar un arrebato colectivo pero que vuelve a caer pronto, no siendo esto más que espectáculo. ¿Pero esto va encontra del sistema?

Evidentemente la burguesía está interesada en promover la indolencia social de tal manera que anule la lucha emancipatoria del ser humano. Sin embargo hay un campo en donde la burguesía no bromea, esto es, la economía. Ahí intenta operar sin cortapisas de ningún tipo. Sólo obedece a las leyes del capital, a las exigencias del mercado, a la dura necesidad de la rentabilidad, no dudando en aplicar y endurecer medidas represivas en caso de justas reivindicaciones o cuestionamientos del orden establecido.

Justamente en el caso del Estado español, la integración de las burguesías regionalistas representadas por PNV-UPN y CIU, dentro del bloque dominante, se sancionó políticamente con la implantación del “Estado de las Autonomías”. No obstante, este modelo, nacido en la sombra de los Pactos de la Moncloa, se cuestiona y se puede desmoronar al calor de las visiones que manejan actualmente distintas fuerzas políticas, tanto centralistas como independentistas, regionalistas como autonomistas, generando contradicciones y fricciones internas.

La pregunta surge de inmediato. ¿A qué responde semejante desafío al orden impuesto en el Estado español desde los años 70?. Una respuesta se encuentra en las propias necesidades de acumulación y perpetuación de la posición de clase de las distintas burguesías del Estado, la otra emerge de las presiones rupturistas de las organizaciones independentistas cuya base social es la clase trabajadora, que luchan desde hace años por la emancipación de sus distintos pueblos.

Para ambos casos es obligado recordar que el marco económico y político en el que nos movemos nos es impuesto, nos es dado por el imperialismo, fruto del enorme desarrollo de la producción y de la concentración de ésta, lo que acentúa además la socialización de los medios de producción inherente al capitalismo. Ahora, la acumulación de capital se realiza a escala mundial y muchos marcos estatales y regionales se han quedado obsoletos, creando desfases y problemas en el desarrollo del sistema.

En Euskal Herria el combate pasa por aceptar el reto para reconstruir un movimiento revolucionario atendiendo a las bases económico-sociales y políticas del medio que pretende transformar. Esta plataforma sólo puede ser una concepción del mundo alternativa, que como ya hemos señalado en otras ocasiones, necesita una puesta al día y una reelaboración, esto es, su reconstitución como discurso revolucionario a la altura de las necesidades actuales y de futuro de la lucha por la liberación nacional y social de nuestro País.

La experiencia revolucionaria histórica acumulada por el MLNV es el eslabón del que asir la cadena de la lucha emancipatoria de nuestro pueblo desde una perspectiva histórica. Y en ello los comunistas abertzales tenemos mucho qué decir y qué hacer a pesar de nuestra debilidad organizativa en el seno de la Izquierda Abertzale y el conjunto del Pueblo Trabajador Vasco.

Euskal Herriko Komunistak (EHK)


Euskera

"Krisien funtsa da zaharra hiltzen ari dela, eta berria ez dela oraindik jaio; interregno honetan, askotariko zantzu erigarriak agertzen dira”.
Gramsci (Kartzelako koadernoa, 1930)

Euskal Herri Langilea, herri-sektoreak eta euskal preso politikoak Estatu espainiarraren begiradapean daude, eta Alderdi Popularrak ez du amore ematen ekintza errepresiboa ezartzen, haren helburua baita gobernuan betikotzea. Horretarako, ordea, berreskuratu egin behar du ezartzen ari den neurri ekonomikoen ondorioz galdutako zilegitasuna, baina nazioarteko porrot ekonomikoaren eraginez ezarritako neurri horiek ez dute amaitzeko itxurarik.

Hori dela eta, agerian utzi dute ETAren atzera-egiteak eta krisiak nolakoa den Espainiako demokrazia errealaren aurpegia, eta nolakoa, alde bakarreko indarkeria. Porrot egin duen estatu baten ohiko prozedura da Espainiako estatuarena; izan ere, ohituta dago klase problematikari eta estatuari dagozkion barne-arazoak bortxaz konpontzen. Hala, ez dira harritzekoak Madrilen salbuespen legeak gogortzeko egiten ari diren lege-aldaketak.

Estatuak aurrea hartu nahi die krisiak etorkizunean izan ditzakeen ondorioei, eta aldez aurretik menderatu nahi du edozein erantzun sozial eta politiko, baita baketsuak direnak ere. Prestatu daitezela ENAM gaitzesten zuten indar sozial eta politiko guztiak, eta desobedientzia baketsuan estatuaren tresna zapaltzaileak behin betiko neutralizatzeko bidean sinetsi izan zutenak.

Nola bukatuko ote da krisi hau? Hori ezin da sumatu modu zehatz batean, kapitalismoarekin amaitzeko borroka hasi ere egin ez delako. Aitzitik, sumatu dezakegu sistema kapitalista sartu dela jada ez haren berehalako erorialdia iragarriko duen krisi ekonomiko larri eta iraunkor batean, baizik eta garapenaren muga-eremuan, eta munduko bazter guztietan eragingo dituen dislokazio eta asaldura guztiak hautsi eta gainditu nahi ditu.

Kapitalismoaren historian zehar inoiz ez da hain makala eta kaskarra izan oposizio sozialista, eta, halere, asaldatuz doa sistema bera. Merkatu-ekonomiari atxiki zaio mundu osoa. Kontinente guztiak parametro kapitalisten menpean daude. Lurralde batzuk neoliberalismotik, eta beste batzuk, estatu kapitalismotik —Brasil, Errusia, India, Txina eta Hego Afrikan gertatzen den bezala—, mundu-hegemonia lortzeko inperio arteko borroka baten aurrean daude, eta horrek polo askotako mundua sortu du. Polo asko izateak botereak parekatzeko prozesua dakar, eta horrek, mundua beste modu batera banatzea. Hala, arma-ibilbideari ekingo diote, ezinbestean, Ameriketako Estatu Batuek, Errusiak, Txinak, Indiak eta Japoniak. Horrenbestez, gaur eguneko etapa mundu-mailako trantsizio sistemiko bati dagokio; amaitu gabe dago oraindik, eta nazio, eskualde eta herrialdeetan nahiz produkzio- eta truke-bitartekoetan eragingo du.

Horrenbestez, auzi ekonomikoan soilik kokatzen baldin bagara, pentsa daiteke muga historiko bat duela kapitalismoak? Rosa Luxemburg marxista handiak baietz erantzuten zuen, kapitalismoa, produkzio-modua den heinean, zalantzarik gabe, “objektiboa den ezintasun ekonomiko” bihurtuko zen azkeneko fase batera helduko zela. Haatik, kapitalismoak bere ibilbide historikoa osorik egin baino lehen sortuko lukeen “egoera jasanezinaren” eraginez ez luke beharrezkoa izango mutur horretara iristea bere kabuz desagertzeko. Hori 1913an idatzi zuen, Kapitalaren metaketa saiakeran.

Ia 90 urte geroago, eutsi dakioke ikuspegi horri? Historiak erakutsi du klase-borroka, Rosa Luxemburgen iritziz kapitalismoaren bizitza laburtu behar zuena, ez dela gai izan eginkizun hori betetzeko. Ez borroka hori ez delako aurrera eraman, baizik eta kapitalismoak behar beste baliabide ekonomiko aurkitu zituelako bere baitan hura hondoratzeko.

Horrek adierazten du klase-borroka baliogabetzat jo behar dugula kapitalismoaren amaieran? Ez, argi eta garbi baitago ez dela bakarrik desagertuko, jendearen esku-hartzerik gabe. Gizakien historia klase-borrokaren historia da. Gizon-emakumeek egiten dute, egiaz, beren historia, baina, Marxek esan zuen bezala, baldintza zehatz batzuetan. Gauza bat adierazten du horrek: kapitalismoak bere krisia gainditzeko azpijoko ekonomikorik duen bitartean, eta, horri esker, metaketarekin aurrera jarraitzeko aukera, ezin izango dugu klase-borroka baliatu zorrak kitatzeko. Eta egoera horretan dago sistema, krisiari eusteko modua eta metaketa-prozesuaren iraupenari berriro ekiteko modua bilatzen, planetaren hainbat aldetan sortzen ari diren indar iraultzaileei eraso eginez. Osotasun horren parte da Euskal Herria.

Politikoki, demokrazia burgesak (klasearteko esparru integratzailetzat) ez du ikuspegi sinesgarririk eskaintzeko, ideal burges klasikoak agortuta baitaude. Aurreratu deritzen munduko gizarte kapitalistei erreparatzen badiegu, eta han dago gure Euskal Herria, ageriko gertaera bat ikusten da gaur egun: jada ez da talde-grinarik, ez agerraldi politiko handirik, ez atxikidura erakartzeko, gogo biziak pizteko edo itxaropena sorrarazteko gai den uste sendoko sistemarik. Ikuspuntu ideologiko batetik, mundu ilun eta bakarti bat hedatu da.

Bistan denez, gizarte-axolagabekeria sustatu nahi du burgesiak, gizakiaren borroka emantzipatua deuseztatzeko. Hala ere, bada burgesiak txantxarik onartzen ez duen alor bat: ekonomia. Kapitalaren legeei obeditzen die soilik, merkatuaren eskakizunei, errentagarritasunaren premia gogorrari, eta zalantza izpirik gabe ezartzen eta gogortzen ditu neurri zapaltzaileak bidezko aldarrikapenak eta zehaztutako ordena zalantzan jartzen duten jarrerak agertzean.

Estatu espainiarraren kasuan, Autonomien Estatuaren ezarpenarekin berretsi zen politikoki talde menderatzaileetan PNV-UPN eta CIUk ordezkatzen duten burgesia erregionalisten integrazioa. Hala ere, eredu hori, Monkloako Itunaren berotan jaioa, zalantzan jarri da, eta suntsitu ere egin daiteke indar politikoek (zentralistek zein independentistek, erregionalistek zein autonomistek) gaur egun sortutako kontraesanen eta barne-liskarren ondorioz.

Berehala sortzen da galdera. Zeri erantzuten dio 1970eko hamarkadatik Espainiako estatuan inposatu den ordenaren aurkako erronka horrek? Erantzun bat Estatuko burgesien klase jarreran eta euren beharretan bertan legoke; beste erantzun bat langile-klasea oinarri sozialtzat duten erakunde independentisten haustura-presioetatik dator, duela hainbat urtetatik nazio zapalduen burujabetasunaren alde borrokan ari direnen presioetatik. Bi kasuetan, nahitaezkoa da gogoratzea inperialismoak ezarria dela gure esparru ekonomiko eta politikoa, produkzioaren garapen eta metaketa ikaragarriaren emaitza, eta kapitalismoari datxekien produkzio-bitartekoen sozializazioa indartzen duela. Orain, mundu-mailakoa da kapitalaren metaketa, eta estatuen eta eskualdeen esparru ugari zaharkituta geratu dira, hauek, desorekak eta arazoak sortzen dituzte sistemaren garapenean.

Euskal Herrian, eraldatu nahi duen ingurunearen oinarri sozioekonomiko eta politikoei erreparatuko dien mugimendu iraultzailea berreraikitzeko erronka onartzea eskatzen du borrokak. Mugimendu hori munduaren beste ikuskera batetik soilik eraiki daiteke, eta, beste kasu batzuetan adierazi dugun bezala, eguneratu egin behar da, eta berregin; hau da, gure herriaren askapen nazionala eta sozialerako borrokaren egungo eta etorkizuneko beharren araberako praxi iraultzailearen baitan osatu.

ENAMak pilatutako esperientzia iraultzaile historikoa da gure herria burujabetasunaren aldeko borrokaren kateari heltzeko euskarria. Eta gai horretan, asko dugu esateko euskal komunistok, eta badugu zer egina, nahiz eta, momentuz, eragin ahula izan Ezker Abertzalearen eta Euskal Herri Langilearen baitan.

Euskal Herriko Komunistak (EHK)

 

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