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EE.UU., Cuba :: 22/12/2013

La invasión por Bahía de Cochinos y la historia secreta de la CIA

Michael Doyle
El jueves 12 el régimen de Obama luchó por mantener en secreto una versión de la CIA acerca de la debacle de Bahía de Cochinos en 1961.

Medio siglo después de la fracasada invasión a Cuba, y tres décadas después de que un historiador de la CIA completara la redacción de un estudio, un abogado de la administración dijo a un alto tribunal de apelación que aún no es hora de hacer público el documento. “El paso del tiempo no lo ha hecho publicable”, dijo el Fiscal Asistente federal Mitchell P. Zeff al Tribunal Federal de Apelaciones para el Circuito del Distrito de Columbia.

Pero en esta reciente batalla por un secreto gubernamental y las lecciones de historia, el jueves los jueces parecieron un tanto escépticos acerca de las dramáticas aseveraciones de la administración Obama. Al menos, los jueces en lo que a veces se califica como el segundo tribunal más poderoso de la nación, sugirieron que podía haber un límite al tiempo que los documentos gubernamentales se mantengan en secreto. Por medio de una reclamación bajo la Ley de Libertad de Información (FOIA), la organización privada Archivo de Seguridad Nacional está tratando de obtener el volumen final de una historia de la CIA en cinco volúmenes acerca de Bahía de Cochinos [nombre. La obra fue preparada por un historiador de la CIA entre 1973 y 1984. Cuatro volúmenes se han dado a conocer bajo presión de la FOIA, pero el quinto volumen, que trata de la propia investigación interna de la CIA acerca de la invasión, permanece en secreto. “Aquí estamos, 30 años más tarde”, señaló el jueves la jueza Judith W. Rogers. “El autor ha fallecido. Los sucesos ocurrieron hace mucho”.

Rogers agregó que la capacidad de la agencia para exceptuar ciertos documentos de la FOIA “no es infinita”, mientras que otro miembro del panel de tres jueces, Brett M. Kavanaugh, señaló que los registros de la Convención Constitucional de 1787 permanecieron sellados durante 30 años. La ley que gobierna los registros presidenciales especifica que se hacen públicos 12 años después de que el presidente termine su mandato. “Si gana la CIA, extendería un manto sobre cualquier borrador de documento que una agencia produzca”, dijo Thomas Blanton, director ejecutivo del Archivo de Seguridad Nacional después de la argumentación oral de 45 minutos.

Al mismo tiempo, haciendo hincapié en los retos sustanciales que enfrenta el Archivo de Seguridad Nacional, Kavanaugh alertó que forzar a una agencia gubernamental a entregar incluso viejos documentos podría suprimir el debate honesto. Igualmente, la administración argumenta que el borrador del documento está exento de la FOIA porque es parte del proceso de deliberación de la agencia de inteligencia. “El efecto escalofriante es que a los historiadores que trabajan las historias internas de las agencias se les disuadiría de adoptar posiciones impopulares”, argumento Zeff. Organización investigativa parte de la Universidad George Washington, el Archivo de Seguridad Nacional anualmente presenta más de mil solicitudes de FOIA para obtener documentos federales. Cuando alguna es rechazada, a veces hace una reclamación judicial. Allon Kedem, un ex actuario del Tribunal Supremo y que ahora se encuentra en el bufete Skadden, Arps, Slate, Meagher & Flom, representó gratuitamente a la organización el jueves.

En 2011, el investigador Peter Kornbluh obtuvo los primeros cuatro volúmenes de lo que se llamó 'La historia oficial de la operación Bahía de Cochinos'. Clasificada originalmente como “top secret” y preparada por el historiador de la CIA Jack Pfeiffer, las 1 200 páginas revelaron nuevos detalles acerca de la malograda invasión en abril de 1961 realizada por combatientes entrenados por la CIA. El plan de la invasión comenzó durante la administración Eisenhower en respuesta al ascenso del presidente cubano Fidel Castro. El presidente John F. Kennedy heredó el plan cuando tomó posesión del cargo en enero de 1961. Los volúmenes ya publicados cuentan, por ejemplo, de las maniobras de la CIA para obtener de forma encubierta el uso de una aeropuerto inactivo en Opa-Locka, la Florida, del Cuerpo de Infantería de Marina.

Exiliados cubanos anticastristas fueron la columna vertebral de la fuerza invasora de unos 1 500 hombres, la cual fue derrotada en menos de cuatro días. Un informe de más de 400 páginas por parte del inspector general de la CIA criticó la invasión. Pfeiffer, el historiador de la CIA, a su vez criticó el informe del inspector general en el quinto volumen aún secreto de su historia. Sin embargo, el supervisor de Pfeiffer calificó el volumen de “polémico”, plagado de “serias deficiencias”, y dijo que no sería publicado. “El recuento del doctor Pfeiffer (fue) una defensa acrítica de los oficiales de la CIA que planificaron y ejecutaron la operación de Bahía de Cochinos”, declaró más tarde el supervisor, J, Kenneth McDonald. “El informe del inspector general de la CIA –criticado por Pfeiffer– ya ha sido dado a la publicidad por medio de una solicitud de FOIA.

McClatchy DC / Boletín Entorno

 

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